20. La más bella.

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Narrador omnisciente.

A los pocos minutos de emprender el vuelo, el chico de cabellos castaños y la chica de cabellos rubios, llegan a su destino: La mansión Gleeful.

Dipper Gleeful baja lentamente a su acompañante, aún disfrutando del aroma a fresas con chocolate que ésta emanaba.

—Bien, ya hemos llegado —Dice la rubia al ser depositada en el suelo—. Gracias a Dios. No soportaba estar más tiempo en tus brazos —Ella estaba mintiendo, y era consiente de ello. En realidad, ella quería seguir en aquellos brazos que tanto calor le habían emanado. Aunque le doliera admitirlo, se sentía segura en aquellos brazos.

—¿Qué te hace pensar que estaba disfrutando del tenerte cargada?—Cuestionó el castaño, fingiendo indiferencia ante la chica que, con anterioridad, llevaba en brazos. Sin embargo, aquellas palabras que salieron de la boca rubia le dolieron. Él pensaba que ella había disfrutado de igual forma ese momento.

—Nada, —Contestó ella, encogiéndose de hombros. Estaba apunto de decir otra cosa, pero fue interrumpida por el sonido de una puerta abriéndose.

—Al fín llegan, par de tórtolos —Exclamó una castaña de ojos azules, saliendo de la casa, y mira a ambos chicos recién llegados con una sonrisa traviesa. La mirada de ambos chicos se dirige hacia la persona que dijo aquellas palabras. Pacífica, al escuchar la forma en que la castaña los llama, se le es inevitable que sus mejillas no tomen un tono carmesí—. Entren. Ya luego tendrán tiempo para intercambiarse salivas —La castaña se mordió el labio para reprimir una risita. El rostro de Pacífica, instantáneamente, adquirió un tono rojizo, al escuchar las nuevas palabras de la hermana de el chico que la llevó a tomarse una malteada. Pacífica agacha la cabeza, haciendo que su cabello caiga como una cascada en su rostro, cubriéndolo. El castaño sólo se límita a desviar la mirada, con notorio nerviosismo.

—Cállate, Mabel —Le dice el joven Gleeful a su hermana.

—Ambos se mueren por hacerlo, lo sé — Pensó la castaña.

—Bien, bien. Entren rápido que pronto lloverá —Dice la joven Gleeful abriendo la puerta por completo, dándose la vuelta, para darle paso a su hermano y a la casi novia de éste.

—En el clima decía que... —Dice la rubia, levantando la mirada hacia Mabel Gleeful, pero al instante se ve interrumpida por un chasquido de dedos y un trueno.

—¿Decías? —Mabel mira a Pacífica de reojo, sonriendo triunfalmente.

—Olvídalo —Contestó la chica de cabellos rubios mientras se adentraba a la mansión que tantos recuerdos le traía. Sintió un escalofrío recorrer por su espalda, y al instante su rostro tomó un tono carmesí.

—Señorita...Digo, Pacífica —Dijo un voz masculina, proveniente de las escaleras.

—Oh. Hola, Will —La antes mencionada saluda al chico de cabellos azules con una sonrisa, colocando un mechón de cabello tras una de sus orejas. En un chasquido de dedos, proveniente del lugar en el que se encontraba el peliazul sirviente de los Gleefuls, Will se encontraba al frente de Pacífica, tomando su mano para depositar un beso en los nudillos de ésta.

—No hace falta tanta formalidad, Will—Pacífica retiró la mirada de Will, notando como el calor subía por sus mejillas, al sentir los labios de Will presionados en sus nudillos.

—Quita tus sucios labios de demonio y sirviente de mi chica— Pensó Dipper, refunfuñando, al ver la escena que el peliazul y la rubia estaban formando.

—Bien, como quieras —Will soltó la mano de la rubia. Pacífica al instante sintió una alivio recorrerle el cuerpo.

—¿Qué era eso tan importante que tenían que mostrarnos? —Dijo Pacífica para librarse de aquel incómodo momento, jugando con sus dedos.

—¡Ah! Se me olvidaba, siganme —Mabel empezó a subir las escaleras, casi corriendo. Pacífica la siguió en silencio, con Will al lado.

—A díez metros de distancia, demonio—. Volvió a pensar Dipper Gleeful, convirtiendo sus manos en puños. Estaba celoso, y no había duda alguna de eso. Él se limito a seguirlos por detrás, sin quitarle la vista en ningún momento a Will, su sirviente.

—Oh, lo olvidaba —Will golpeó la palma de su mano contra su frente. La mirada de Pacífica se dirigió hacia él—. Muy linda pijama, Pacífica —Pacífica, por cuarta vez en menos de treinta minutos, se sonrojó. Pero no fue por el cumplido, fue por que se había olvidado de lo que llevaba puesto aquella noche.

—Gracias, supongo —Soltó una pequeña risa—. Debo parecer una niña de cinco años.

—Para nada, Pacífica —Negó Will, sonriendo divertido—. Sinceramente, te ves muy bien.

—Gracias —Pacífica rió, negando con la cabeza.

—No es nada —Sonrió Will, y miró de reojo al castaño. Sonrió triunfal, al ver que su plan estaba funcionando.

Al pasar de unos pocos segundos, caminando en un incómodo silencio, llegaron a una habitación con variadas computadoras.

—Qué lentos son —Se quejó Mabel una vez que todos estuvieron en la habitación. Se levantó de el sillón en el que estaba sentada, para tomar una lap-top y adquirir una actitud seria. —. Sin más preámbulos, Will ha descubierto que su hermano de otra dimensión está siendo controlado, y es nada más y nada menos que una persona de esta misma dimensión.

—¡¿Qué?!— Exclamó Pacífica al escuchar la noticia proveniente de Mabel.

—Pues eso —Mabel se encogió de hombros mientras tecleaba algunas palabras en su computadora—. No hemos logrado diferenciar bien de quién se trata, pero lo único que tenemos de esa persona es que es de sexo femenino —Pacífica empezó a morderse las uñas, analizando a cada una de las chicas que viven en el pequeño pueblo de Reverse Falls—. ¡Oh por Dios! —Exclamó de repente la castaña, ocasionando que todos en la sala dirigieran su mirada hacia ella, alarmados —. Estoy en segundo puesto de las chicas más lindas en Reverse falls —Comentó Mabel haciendo un puchero, haciendo que todos soltaran un suspiro de alivio.

—¿Quién es la primera? —Curioseó Will, y al instante todas las miradas se posaron en él—. ¿Qué? Solo tengo curiosidad.

—Bien, —La castaña vuelve su vista hacia el computador, tecleando rápidamente—. No me lo creo...—. Mabel abrió su boca como si de un plato familiar se tratase. Pacífica frunció el ceño, observando tal reacción de la chica.

—¿Es muy fea? —Preguntó Pacífica, intrigada por los resultados.

—No... —Negó Mabel, aún sin poder creerse a la persona que la ha superado en belleza—. Compruebenlo por ustedes mismos —Acto seguido, Mabel giró su computador, dejando ver la foto de una rubia con ojos azules, nariz pequeña y labios rosados. Pacífica abrió su boca por completo, observando la imagen que proyectaba el aparato tecnológico

—¿Esa no es... —Habló Dipper por primera vez desde que pusieron un pie en la mansión.

—Sí, ella es —Le contestó Will con precipitación—. Ahora Pacífica es la más hermosa y deseada de Reverse Falls.

Eso a Dipper no le gustó para nada.

N/a:

Hola, hola, hola.

SURPRISE.

Si, si, si. He decido por fin continuar la historia. Me costó un dedo tener ideas. :'D

¿Qué les pareció este capítulo salido de la imaginación de su nueva escritora?. Espero sus  respuestas, preciosuras.

Tengo que dejar de ver a la Katie Ángel. Me está afectando. :'v

Bueno, eso es todo.
Airam fuera.

(Lamento si tiene faltas ortográficas)

¿Me enamoré de mi enemigo? •Reverse Falls•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora