Cap: 25-Un buen mago no rebela sus secretos

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*Camil*

- Êtes-vous sérieux? (¿Hablas enserio?) - mire a Kelly perpleja 

- Très au sérieux (Muy seriamente) - sonrió inocente

- Mais... il? (Pero... ¿él?) - mire a Tom por la cornisa de mi ojo, note que él estaba escuchándonos con atención, es una suerte que no nos entienda

- Si ce n'est pas... mignon (Si, no es... lindo) - se mordió el labio inferior

- ¡NO! 

- J'étais aussi frances (Yo también se frances) - dijo Tom sonriendo triunfante

*Tom*

Vi como ambas giraban su cabeza y me miraban fijamente, sentía sus miradas clavadas en mí, intente ahogar una carcajada, lo cual logre con éxito.

- No me subestimes hermanita - la mire mientras ella fruncía el ceño 

- ¿Qué escuchaste? - pregunto Camil

- Lo suficiente como para saber que soy "lindo", aunque yo - mire a Kelly que tan solo se sonrojo y me miraba sorprendida- hubiera considerado más la palabra sexy - le giñe un ojo

-¿Quien dijo que hablamos de ti? - respondió Kelly a la defensiva, estaba más que seguro que ellas no iban a aceptar el hecho de que ella dijo que era "lindo"

- ¿Quien más puede ser lindo? 

- Pues... el profesor de biología - mención Camil 

- Tiene 40 y está calvo - entrecerré los ojos

- Pero está mejor que tú - respondió mi amada hermanita

- No, nadie está mejor que tú hermano - me apunte con los pulgares - solo mírame

*Camil*

Como siempre pensé, nadie tiene el ego más grande que el de Tom, según él, era el ser más guapo y hermoso del universo

- Hay muchas personas que están mejor que tú - dije cruzando mis brazos

- ¿Cómo quién?... - levanto una ceja divertida 

- Como... Jack - dije como ejemplo, aun siendo mi primo tenía que admitir que estaba guapo

- Y yo soy una supermodelo Europea - hiso una exagerada pose gay - aléjense chicas que llego la competencia - no pude evitar reír de su afeminada vocecilla

- Claro que lo eres Tom - dije con sarcasmo, volteé para ver a Kelly mirarlo fijamente, 100% embobada, me di cuenta de que ella no sabía fingir.

- Kelly – la llame para que me preste atención. Ella sacudió su cabeza y me miro avergonzada, con una pequeña sonrisita inocente, lo cual se me hizo tierno – vienes con nosotros, creo que es hora de regresar a clases

Ella asintió con la cabeza, algo intimidada por la mirada de Tom sobre ella, era muy tímida con respecto a chicos… o lo que sea que fuese mi hermano. Salimos de la enfermería, Tom quería ayudarme a caminar, pero se lo negué, personalmente odiaba mucho la idea de ayudar a alguien por pena de su estado, Kelly dijo que tenía literatura así que se tenía que apurar si no quería ser gritada por una vieja menopaúsica.

Nos dejó a Tom y a mí a solas, seguimos caminando mientras él me preguntaba sobre mi “hermosa y carismática” amiga, yo solo reía por lo bajo cada vez que él comenzaba una nueva pregunta cada vez más personal que la anterior.

- Lo sabes o no – dijo por tercera vez

-  No lo sé, ¿Por qué no se lo preguntas a ella? – respondí con mi paciencia a punto de acabarse

- Y luego yo soy el insensible

- No, no tiene novio, o eso hasta donde sé – nos encontrábamos frente al aula en la cual me tocaba clases – solo no la acoses, ¿puedes hacer eso?

- No prometo nada – dijo con una blanca sonrisa – nos vemos chiquilla – me sacudió el cabello

- No me digas chiquilla – quite su mano de mi cabeza

- Perdón – elevo los hombros – es la costumbre

- ¿Sí?, pues que esa costumbre se te desaparezca Tomias

- No me digas Tomias – ceño el entre cejo

- Perdón la costumbre – dije imitándolo – tengo que entrar, tengo unas cosas que haces después de clases, así que no te preocupes si no me ves a la salida, como sea. Nos vemos en casa

- Ok, Adiós chiqui… Camil

- Más te vale – lo apunte con el dedo – ahora me voy – ingrese a la clase de teatro

“Romeo y Julieta”, ese era el nombre de la obra que representaríamos, la típica historia de amor, que es tan clásica como cualquier obra de William Shakespeare, la clase paso rápido, lo cual agradecí mentalmente, sonó el timbré que anunciaba la salida, tomé mis cosas ágilmente y corrí través de la puerta ignorando todo lo que pasara, tenia un compromiso importante y a ese no iba a faltar.  

- MEDIA HORA LUEGO -  

- Hola – dije entrando por la puerta y cerrándola tras mío  

- Hola – dijo él despistadamente mientras revisaba los canales de la tv  

- ¿Cómo estás? – le pregunte mientras deje mi mochila sobre el sofá, él no se molestó ni a responder ya que estaba en un raro tipo de trance debido a la Tv - ¡HEY! – le dije mientras movía mi mano en su cara para que me preste atención  

- Mike, basta – respondió sin voltearme a ver, ¿Mike?  

- Bueno, hasta esta mañana me vi como una chica – Vic volteo a verme con los ojos bien abiertos mientras se acomodaba en la camilla del hospital  

- Hola Camil, lo siento – sonrió dulcemente  

- Está bien  

- Mira esto - tomo algo de la mesa que estaba a su lado y me lo enseño, solo era una moneda – mira bien  

- ¿Qué harás Vic?, no creo comprender

- Es un truco de magia, ¿puedes creerme?

- Bien

- Mira – puso la moneda en medio de sus manos y las agito, luego las abrió y esta despareció, me mostro sus palmas que estaban vacías y luego paso su mano por mi oreja y saco la moneda - Tada

- ¿Cómo lo hiciste? – le pregunte, ya sabía como pero no quería decirle que conocía el truco

- Un buen mago no rebela sus secretos

- Genial, tienes que enseñarme ha hacer eso - sonreí un poco

- Cuando quieras bella dama - hiso una reverencia con sus brazos

- Si amable caballero - le respindí de igual manera, luego reimos ligeramente - ¿Cuándote dan de alta? 

- No sé, dicen que en unos dias - me miro con sus marrones ojos -

- Pues hasta entonces, vendre todos los dias, así que no me confundas con Mike - me sente en la misma silla de ayer

- Aquí estare - acaricio mi cabeza mientras.

Sus ojos me absorvian de poco a poco, me sentí desvanecer en ellos, el silencio goberno por un buen rato, pero no fue incomodo, ya que casí ni nos dimos cuentas, no podia de dejar de mirarlo, sentí como mi pulso salio disparado, mientras que los latidos de mi corazón no ayudaba que se diga, sentí la necesidad de besar a Vic, pero no lo haria, no porque no quisiera, era porque no tenia las agallas suficientes, carecia de ellas. Vic tampóco me la puso tan facíl, él se acercaba peligrosamente a mi, nuestras narice quedaron a milimetros una de la otra, pero no podia, alce la cabeza, cambie mi posición anterior y le bese la punta de la nariz

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Espero que les guste

Como siempre buen día / tarde o noche

 Viollet :3

Despertando a los vecinos de abajo (Vic Fuentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora