Cap: 27 -"Maldito Victor"

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*Camil*

- No te asustes, no muerdo... quizá – Vic sonrió “inocentemente”.

Estaba por responderle, iba a usar mí amada arma: El sarcasmo, pero antes de darle mi lección de: “Cállate Vic”, o “Cierra la boca”, o la nueva que acababa de inventar: “Si vuelves a decir algo de ese estilo te pegare muy fuerte, Fuentes”, pude sentir que puso sus labios sobre labios en un intento de que evitara que proteste como yo tenía acostumbrado, eso me sorprendió.

Espero que él no le diga a todo el mundo que se calle de esta forma, sonrió sobre mi boca inmóvil por la sorpresa, me volví a asombrar, pensé que Vic por lo menos actuaria seriamente, vaya que me equivoqué, él seguía siendo un niño, pero, por sobre eso, sus malditos labios carnosos me ganaron el round, no tuve más opción que ceder, es decir, he besado a Vic antes, pero está vez era distinto, no había ningún tipo de molestia, estábamos ambos: sin ningún problema, yo no estaba enfadada, sorprendida sí, pero no enfadada, estábamos solo los dos… ¡ESTABAMOS SOLOS!

Los nervios se hicieron presentes; mis manos empezaron a sudar frío y a temblar… ¡OH… DIOS… MÍO!, ¡ESTABAMOS SOLOS!, estaba más que nerviosa, es más estaba ansiosa de saber hasta qué tan lejos podría llegar Vic, o aun peor, que tan lejos podría llegar yo.

Vic puso una de sus cálidas manos en mi hombro, mientras yo jugaba con su cabello, aunque sinceramente no estoy segura de que haya echo aquella acción 100% consiente ya que poco después de hacer eso me di cuenta, ¡ESTÚPIDAS HORMONAS ADOLECENTES, TODO ES SU CULPA!, ya que tenía a alguien a quien culpar o a algo, me sentí aliviada, si alguien me preguntase porque hacia eso, yo respondería: Fueron las hormonas.

Estoy consciente que eso no serviría de excusa, no tenía otra, pero por el momento no podía pensar en nada, los besos de Vic eran como un lavado de cerebro, un agradable lavado de cerebro que seguramente volvería a… ¡AHH!, ¡No pienses!,

Y eso fue lo que hice, no pensé, pero que mala decisión fue esa.

- Buen día, venía a… ¿¡pero qué rayos!?  – oí decir tras Vic y yo, me quede helada.

Dios, si alguna vez me amaste has que desaparezca del planeta, por favor, ¡Te lo suplico!, ¡Ten compasión!

Cerré los ojos fuertemente por un segundo y luego los volví a abrir para ver si había cumplido mi petición, pero aún seguía allí.

Gracias Jesús, el amor es mutuo. --->(Noten el sarcasmo)

Ya que Dios no quiso ayudar, porque si él hubiera querido lo hubiera hecho,  me quede como una completa inerte, no tenía ni idea de quien había entrado, pero si en las condiciones que yo estaba.

Me aleje despacio de la cara de Vic, vi poco mientras retrocedía su castaño cabello alborotado… MUY ALBOROTADO.

¿Yo había hecho eso?:

No, no era posible, si apenas pude con besarlo... No podía, no pude, pero aun así, no, ¡Oh, maldito Victor!

Pude ver en su rostro una ligera sonrisa avergonzada que se dirigía a aquella persona, quería saber quién era, pero mi cuerpo seguía estático.

¡A eso se le llama agallas Camil, se nota que tú las tienes!

Mi voz interior estaba gritando sarcásticamente dentro de mí, ¡Oh, como odiaba mi sentido de valentía en este preciso momento!

Luche para que mi cuerpo me hiciera caso, voltee despacio para poder mirar a la joven religiosa con la mandíbula hasta el piso, ¿Ya había dicho que el hospital en donde estaba Vic era manejado por monjas?, ¿No?, bueno pues, el hospital donde esta Vic es manejado por monjas. ¡Monjas!

No es que haya algo malo con ellas, pero no creo que ella piense muy bien con respecto a la escena encontrada.

- Por el amor del Señor – puso su mano sobre su pecho, su señor no me hizo desaparecer cuando lo pedí, así que ahora estaba en una ligera confrontación con él, la cual él tiene una gran ventaja – ¿Qué diantres está sucediendo aquí?

¿Diantres?, ¿Qué seguía?: ¿Truenos?

-¿Alguno me dirá que truenos pasa?

¿Por qué será que no me sorprende?

-Y-Yo – tartamudee aunque no tuviese una explicación.

Esperen, si la tenía, de algo tenía que servir lo poco que pensé hace un momento, ¿verdad que sí?

-Estoy esperando – anunció poniendo sus manos en su cintura.

- Fue culpa de las hormonas – solté rápido, pude sentir a Vic controlando una risa.

- ¡Oh!, esto está peor de lo que pensé – la señora se acercó y me tomo del brazo – tenemos que ayudarte.

- ¿¡Qué!? – pregunte sobre saltada

- No te resistas – continuó insistiendo la señora – vamos

- No yo... – no pude decir nada más.

¡La señora esa tenía una fuerza sorprendente!

Cuando ya salimos del cuarto de Vic, pude oirlo estallar en carcajadas.

Repíto lo que ya dije antes: ¡Maldito Victor!

** UNA HORA LUEGO **

*Vic*

Estaba aburrido, cambiaba los canales buscando algo intersante, pues lo unico que se puede ver aquí era o Barnie o... Barnie.

En verdad aquí la televisón era un desperdicio.

Deje en algun canal al azar, resulto siendo Barnie, pues allí se queda, vería Barnie... denuevo, un repaso sobre las formas y colores no le cae mal a nadie.

Oí la puerta azotarse, gire rapidamente la cabeza.

- ¡Todo es tu culpá! – Camil entró echando fuego por lo oidos.

- Camil, ¿Qué te – no pude terminar la frase, la risa me ganó está batalla.

- ¡Cállate Fuentes! - cruzó sus brasos sobre su traje de monja.

Sip, la habían vestido de monja, si le hicieron eso a su imagen ya me imagino las cosa que le habran dicho. 

- Hemana mía ... –  no termine de hablar y Camil me lanzó el objeto más cercano que resulto siendo un parde esferos

- ¡Que te cálles! – me advirtió.

– – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – 

Eso fue todo, espero que les guste.

Como siempre buen día tarde o noche

Viollet :3

Despertando a los vecinos de abajo (Vic Fuentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora