El Pasado de un Inmortal
"Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro." ―René Descartes.
― Soy un inmortal Alexandra. ―susurró Zayn.
― ¿Qué has dicho? ―la voz profunda de Harry hizo que ambos, Zayn y Alexandra dirigieran la mirada hacia donde provenía la voz.
Al fondo del pasillo, alto y pletórico vestido con su ropa de siempre: pantalón, camisa de vestir y el sobretodo color crema que le llegaba por las rodillas estaba Harry, el "amigo Inmortal" de Zayn con el ceño fruncido. Cruzó la estancia en dos pasos llegando hasta donde estaba la pareja imponiéndose con su presencia.
Alexandra nunca había visto alguien tan hermoso y al mismo tiempo con un aura de peligro como lo tenía aquel chico, que según su deducción era contemporáneo en edad con el moreno.
― ¿Qué haces aquí? ―preguntó Zayn sin ningún tono de asombro en su voz.
― Me enteré que salvaste a esta chica de su muerte ―miró por lo que pareció un segundo a Alexandra y volvió la vista al frente― ¿Y ahora le dices quien eres?
― No es de tu incumbencia, yo lo resolveré.
― Claro ―Harry alzó una ceja divertido― Puedes comenzar empujándola por uno de estos ventanales.
Alex abrió los ojos de par en par. ¿De verdad pretendían acabar con ella de esa forma? No podía ser y aun no entendía quienes eran ellos, quien era Zayn en realidad.
― No, ya te dije que era mi problema, no el tuyo Harry. ―la advertencia estaba presente, pero ninguno de los dos retrocedía hasta que Harry pestañeó.
― Bien, pero sabes que tarde o temprano tendrá que pasar, ella ya no pertenece aquí.
―¿Ya no pertenezco? ―Alexandra no sabía de donde había sacado el valor para hablar y al hacerlo las palabras apenas se escucharon. Ninguno de los dos respondió a su pregunta.
―Me encargaré de adelantar la lista ¿Qué debo hacer para que te encargues de ella?
Zayn pidiendo un favor, Harry no lo podía creer y por muy cuidadoso que siempre fuera de sus acciones no pudo reprimir un bufido de burla; pero su compañero seguía igual de serio. Si quería saber cuáles eran los verdaderos intereses de este debía seguir el juego, aunque todos terminarán en problemas al final.
― Está bien. Yo me encargo.
Zayn asistió en agradecimiento y desapareció del lugar dejando a un Harry resignado y a una Alexandra con la boca abierta por lo que acababa de pasar, antes de que la chica pudiera preguntar Harry comenzó su andar fuera del edificio.
― Vamos ―dijo autoritario sin voltear a mirarla, segundos después Alex lo seguía escaleras abajo hacia un rumbo desconocido.
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Seguirle los pasos a Harry no era tarea fácil, no solo porque sus piernas largas se lo permitían sino porque estaba caminado más rápido de lo común. Alexandra apenas podía seguirle, a un paso que él daba significaban cuatro de ella, por lo que optó al final dejar de ir a la par y caminar detrás, mirándole todo el camino su ancha espalda y la montaña de rizos castaños que formaban su cabello. Intentó también entablar una conversación en la calle cuando salieron de edificio, luego en el metro y por ultimo en el autobús, pero al parecer no era un hombre de muchas palabras o peor, de ninguna.