En tus brazos
"Recostándote en mis brazos porque la vida no es un párrafo y la muerte yo creo, no es ningún paréntesis." ―E. E. Cummings
Alexandra despertó sobre mullidas almohadas y sábanas de seda color plateado, sentía que había dormido mejor que en toda su vida y tuvo esa sensación de cuando somos niños, nos dormimos en un sitio y despertamos en otro pensando que es algo maravilloso e increíble. Lo mismo le había sucedido a ella, solo que no recordaba haberse quedado dormida, todo se desvaneció entre desesperación al ser sostenida por dos largos, delgados y fuertes brazos, los de Zayn.
Se quedó un instante boca arriba observando el techo blanco mientras intentaba despertar su cuerpo como había hecho con su mente segundos antes, luego giró su cabeza y encontró al pelinegro recostado en la misma cama, apoyando su mejilla en la palma de la mano con tranquilidad y sin moverse, por un momento le recordó a los zorros, con rasgos finos y delicados, al mismo tiempo que agudos que desprenden una personalidad atractiva.
― Lo siento ―dijo Zayn a modo de saludo matutino mientras la observaba, Alex solo asintió con pereza― No debí ponerte en esa situación anoche.
―Nunca me obligaste a ello en realidad y ahora que lo pienso con detenimiento, siento mucha tristeza por ti. No me imagino cómo has podido vivir tantos años solo, sin ningún amigo, sin nadie a tu lado.
Zayn se encogió de hombros y comenzó a jugar distraído con un mechón de pelo castaño de Alex con la mano que tenia libre.
―Con el tiempo te acostumbras a dejar las emociones a un lado y te enfocas en tu trabajo, no es tan difícil como parece y el tiempo se vuelve algo efímero. ―suspiró.
―¿Nunca te has vuelto a enamorar en todos estos años? ―no pensó en la pregunta, simplemente la hizo como algo casual y fue respondida de la misma manera.
― No, he salido con chicas muchas veces pero nada formal. ¿Qué hay de ti? ¿Algún chico en tu vida? ―sonrió de lado dejando de jugar con el cabello de Alexandra.
― No, estoy...bueno, estaba enfocada en mis estudios cuando apareciste.
Zayn no lo demostró, pero algo en su interior hormigueó de entusiasmo y luego recordó el nombre que había pronunciado ella entre sueños.
― ¿Quién es Ashton? ―demandó.
No pudo reprimir una sonrisa al recordarlo― Es mi compañero de universidad, vive en el mismo piso que yo.
Zayn hizo una mueca y se puso de pie con rapidez.
―Por aquella puerta está el baño si deseas asearte y he comprado el desayudo por si tienes hambre ―comentó mientras tomaba la chaqueta de cuero negra que tenia sobre el espaldar del sofá, se acomodó el cuello a y salió por la puerta del apartamento sin decir nada más.
Alexandra solo murmuró un "Gracias" al verlo salir, mientras pensaba si se había ido por algo que ella había comentado o solo porque el pelinegro era bipolar.
///
Al salir de su departamento Zayn vagó por las calles de Londres como solía hacerlo cuando quería pensar, no fue hasta que llegó a la estación ferroviaria de Cannon Street que notó que había llegado muy lejos; a diferencia de Harry que aparecía en un lugar y otro a su conveniencia, para Zayn era mejor caminar, tomar el metro o el autobús mientras observaba la actitud de las personas y se preguntaba "¿acaso él o ella será el próximo en mi lista?", pero ya no tenía sentido hacerse esas preguntas.
