Opuse resistencia, pero mi cara ardía. Estaba adolorida y cuando abrí los ojos a la quinta cachetada, me di cuenta de que solo mi ropa negra de Gama me cubría. Mi pelo corto estaba pegado a mi frente sudada. Parpadee y vi como el hombre que me abofeteaba mientras estaba inconsciente se alejaba de mí y me insultaba después de reírse. El piso se movió después de un extraño sonido de engranajes. Forcejé y las esposas con puntas filudas hicieron que soltara un grito desgarrador.