¿Cuánto tiempo había pasado?Eso era lo de menos, lo mejor era la bella niña en brazos del sujeto de cabello lila, su padre.
-Lazuli ¿Has visto a tu madre?- La pequeña de apenas tres años negó con su cabeza.
-Vamos a buscarla- Pero, antes de que siquiera la niña dijera algo al respecto, éste ya estaba caminando por la casa con el objetivo de encontrar a su esposa.
Esposa...
Aquello se oía bastante bien, a decir verdad.
Trunks miró a su hija, de repente recordando los mejores momentos de su vida...
-Los declaro marido y mujer...- Aquella frase hizo que su corazón se detuviera.
¿No estaba soñando? ¿En realidad se acababa casar?
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-¡Tu panza es enorme!- ___ le miró mal-Pero sigues siendo hermosa- Se corrigió soltando una risita nerviosa.
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-¡Veo la cabeza!- El de cabello lila miraba todo con los ojos abiertos al máximo. De un momento a otro, ya mareado, se desplomó.
-¡El padre se acaba de desmayar! ¡Traigan agua!
«Ay, viejos tiempos», pensó Trunks paseándose por la casa, sin encontrar a su esposa. Pero, unos gritos en el patio le hicieron sonreír.
No tardó en salir, y dejo a su hija en el piso para que caminara por sí sola.
-¡Trunks!- Grita ___ al notar la presencia de su marido- ¡Vegeta no quiere abrazarme!
Trunks niega con su cabeza divertido. Discusión de cada día.
-¡Vegeta, tengo una nueva y asombrosa técnica!- El nombrado paró de esquivar y miró a su padre- Si abrazas a tu madre, te la enseñaré.
El pequeño de cinco años sonrió.
-Dejo que me abrace, y trato hecho- ___ emitió un chillido de emoción. Pero había que comprenderle, su hijo nunca le dejaba abrazarle ¡Era un caso...!
Sin hacerse de rogar, la chica lo abrazó con todas sus fuerzas. Lo ojos de Vegeta se abrieron de golpe, para ser terrícola, su madre abrazaba duro.
-¡Abrazo familiar!- El pobre pequeño no pudo preever lo que se venía. Su padre y hermana se habían lanzado a abrazarle a él y su madre.
«Todo sea por aquella técnica».
Rayita
En la noche...
-Te amo- Sentía los labios de Trunks recorrer mi cuello y clavícula. Un escalofrío me recorrió. El moradito sí que me hacía cosquillas...
-Yo más- Susurré suspirando como loca enamorada, mientras disfrutaba de sus caricias.
¿Cómo habíamos llegado a esto? No lo sabía... El tiempo había parecido pasar tan rápido que mi cuenta me di cuando ya era felizmente casada con dos hijos. Bueno... uno es de Vegeta, pero lo amamos de igual manera que a nuestra pequeña: incondicionalmente.
Las caricias de parte de Trunks, comienzan a hacerse más... apasionadas, y busco sus labios para seguido de aquello besarle siguiendo su ritmo.
No tardo en tomar asiento sobre él, y sus manos se posan en mis caderas mientras seguimos con el choque de labios.
Pero, justo cuando nuestra ropa pensaba desaparecer...
-¡MAMÁ! ¡PAPÁ!- No sé cómo lo hice, pero en menos de un segundo ya me encontraba nuevamente acostada junto a mi marido. Ambos con la respiración agitada.
No tardaron en aparecer por la puerta nuestros pequeños.
-¡Mamá, Vegeta no me quiere dejar dormir con él!
-¡Ya déjame dormir, gusana!
Ruedo los ojos, pero me asalta una sonrisa.
-Lazuli, ven y duerme con nosotros- Digo y ésta saca la lengua a su hermano, para venir y acostarse.
-Vegeta ¿Quieres dormir con nosotros?
-¿Con ustedes? ¡Ja! ¿Y qué les hace pensar eso?
-¿Sabes que existe un lugar donde puedes entrenar con más gravedad?- Interrumpe Trunks, y Vegeta no se opuso demasiado; en menos de lo que pensábamos ya estaba acostado a un lado de nosotros.
Me pregunto... ¿Qué hubiera pasado si Vegeta revivía?
No tengo ni la menor idea, pero... aún así, soy feliz.
-¡Abrazo grupal!- En menos de lo que esperaba, mi hijo mayor y yo, ya estábamos siendo aplastados -como en la tarde- por mi queridísimo marido e hija.
Completamente feliz...
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El Retorno
Fanfiction"Al fin y al cabo todo lo que se va, tiene que volver" • Tercera temporada de Acosada por un Saiyajin...