CONTRATO CON UNA BRUJA

/03/DESPEDIDA

CAPÍTULO 3:
DESPEDIDA

HANSSEL

Lo primero que mis ojos ven es el oscuro cielo lleno de estrellas acompañando a la luna. Mi cuerpo pica debido a que estoy sobre el césped del parque. La mujer sigue en el columpio observándome desde su posición.

Es la misma mujer de mi recuerdo, sigue igual, como si los años no pasaran por ella, no parece haber envejecido ni un poco y eso es lo que más me sorprende.

—Ahora lo recuerdo todo, pero incluso así es tan difícil de creer, pasé muchísimo tiempo convenciéndome de que eso no había ocurrido, ya ni se cuando dejé de pensar en ello, simplemente lo olvidé.

—Los humanos suelen olvidar demasiadas cosas en el transcurso de sus vidas, muchas de ellas suelen ser muy importantes.

—¿No eres acaso un humano tú también? —preguntó.

—Creo que ya debería ser bastante obvio que no. Soy una bruja, estoy bastante lejos de ser humana.

—Gracias —ella me mira con confusión por lo que he dicho.

—¿Por qué me agradeces?

—Porque gracias a ti mi hermana sigue viva.

—Lo hice a cambio de algo, y tienes una deuda que pronto tendrás que pagar, no hay por qué agradecerme.

—Indiferentemente de porque lo hayas hecho, si tú no hubieses llegado, ella no estaría viva.

—Puedes tomarlo como quieras, importa poco —dijo desinteresada —tienes hasta mañana para despedirte de tu familia, dudo que puedas volver a verlos —fue todo lo que dijo antes de desaparecer.

Normalmente cuando alguien está desesperado, lleno de problemas o agobiado, quiere huir, esas ganas de empezar de nuevo con personas que no saben de ti, ni de tus errores y tienes la oportunidad de cambiar y tratar de no cometerlos mismos,  sin que alguien vaya a criticarte por algo que hiciste; eso era lo que yo quería en este momento, huir, pero lamentablemente no podía, quien sabe que podría pasarle a mi hermana, y aunque huyéramos con ella ¿Qué sería de ella si nos encontraba? Era una bruja ¿Se le haría fácil no? Pero, aunque no nos encontrara, yo no tenía derecho a incumplir el trato cuando ella había cumplido su parte, mi hermana estaba viva y yo estaba dispuesto a pagar el precio por ello.

Empiezo a caminar para llegar a mi antigua casa, cuando llego toco el timbre, al ver que no abrían vuelvo a tocar, mientras espero a que abran miro la hora en mi reloj: 7:36 pm.

"Tienes hasta mañana para despedirte de tu familia"

Recuerdo las palabras de la mujer; horas y ya no los podré volver a ver.

La puerta se abre dejando ver al señor que reconozco como mi padre, no puedo hablar, mis emociones son un caos y al pensar en no volver a verlo se me hace un nudo en la garganta ¿Cómo les explico a mi padre y a mi hermana que dentro de unas horas desapareceré de sus vidas? ¿Debo siquiera decirles? No quiero pasar a ser solo un recuerdo, deseo compartir más con ellos, sé que siempre pasa, pero ahora quisiera haber compartido aún más con ellos.

—¿Qué haces aquí a esta hora?

—¿Te molesta que venga? —eso no fue con intención de ser grosero simplemente no sé qué decirle. No sé si se habrá dado cuenta de lo extraño que se escuchó mi voz, pero espero que no lo haya hecho.

Mi padre sonríe cálidamente, y eso solo me recuerda que tengo que irme, no quería irme, no quiero irme.

—Claro que no me molesta, solo no es normal que nos visites a estas horas.