/06/ ¿PRIMERA PRUEBA?

33 3 8
                                    

Nota de autor: luego de mucho
tiempo y mucho estancamiento al fin tengo inspiración y vuelvo a estar motivada para esta historia, acá está el nuevo capítulo, por favor
si les gusta voten y comenten no
saben lo feliz que me hacen solo
con eso.
--------------

CAPÍTULO 6: PRIMERA PRUEBA

HANSSEL

—Gracias por salvarme —toda
respuesta que me da el niño es
una mueca tratando de contener
un sollozo ¿Porque iba llorar? no lo sabía pero no esperaba nada bueno, la suerte nunca había estado de mi
lado.

***

—Perdón, lo siento mucho, perdón —y luego todo fue de mal para peor.

El cuerpo de niño residía sobre el
barro, toda su hermosa carita
embarrandose de barro, sus ojos
sin vida mirándome, evocando recuerdos que no quería de vuelta, y atrás de él la persona que le había dado muerte, todo fue cuestión de segundos; en un momento momento el niño
estaba pidiéndome perdón no sé
porque razón, y al siguiente había aparecido está persona y había quebrado su cuello como si de una simple frágil rama se tratara, y sabía que incluso con todo el esfuerzo esa no era una
imagen que iba olvidar tan
fácilmente.

—Es el problema de los niños, no
saben callarse, no te sientas mal,
merecía morir, de otra manera iba contar cosas que no debían ser contadas, aunque pensandolo bien no debería haber importado
porque... ¿De cualquier manera
vas a morir no?

No sentí miedo, no me importó lo que el pudiera decir yo solo quería acercarme al niño y tomar su mano, agarrar su cuerpo y acurrucarlo junto
al mío y que esa alma no volviera a sentir miedo ni dolor, y supe que de nada serviría porque ya estaba muerto, pero igual lo hice. Sin importar que la persona que había ocasionado esto estuviera tan cerca mío, sin importar nada, incluso si fué uno de los actos más tontos que he hecho; deseé con todo mi ser y alma que quién hizo esto tuviera la más
cruel de las muertes.

—Pensar que alguien haga semejante acto por esa cosa es incluso vergonzoso —comentó y para enfatizar su desprecio escupió el cuerpo sin vida del niño, por más que trate de
contenerme no pude evitar que mis ojos se empañarán, y lloré, por impotencia, por rabia, por la vida que no volvería, lloré y fué como si la vida entendiera mi dolor.

La tierra se abrió y se lo trago, nunca oí alguien gritar con tanta
desesperación y dolor, supe que
sus gritos sería otra de las cosas
que jamás olvidaría, no me
permití sentirme mal por ello. Para mi sorpresa el cuerpo que tenía entre mis brazos se movió y escuché su voz.

—¿Señor? —yo solo lo abrace con
todas mis fuerzas, por segunda vez en mi vida había tenido que presenciar la muerte de un niño, y por segunda vez había visto una vida renacer de maneras inexplicables, podría sentirme desafortunado por esto,
pero opté por sentirme afortunado por que no todos tenían la suerte
de poder ver alguien que creías
muerto vivir, en cualquier caso no estaba en mi ser negativo...

Un momento después el niño arrugó la cara dolorosamente y se tocó el cuello haciéndome entrar en pánico, olviden lo del positivismo, se va morir, estoy seguro.

—¿Te duele? ¿te sientes mal?
—pregunte preocupado, tomé su
cara entre mis manos, nunca me
miro, y esperé por una respuesta que no llegó.

—¿Porque no hablas? ¿Te sientes
mal? ¿Afecto tus cuerdas vocales?

La respuesta no fue más que un
débil susurro.

—No debo hablar —murmuro dejándome confundido —¿Porque no deberías
hablar?

—Las reglas

—¿Que reglas?

—Las reglas, no debo hablar —no
aclaró nada más y yo no pregunte, así que decidí cambiar de tema.

—Yo deseo que me hables, por favor hazlo ¿A qué te referías con que no tienes un nombre?

—Las personas como yo no tenemos un nombre, eso significaría que
tenemos valor alguno —por más
que tratará solo surgían más dudas,me dolió la seguridad con la que afirmó esas cosas, no hubo dolor,rabia, rencor o insatisfacción, solo expresaba un hecho.

—Yo te daré un nombre entonces
—afirme

—No entiendo —y eso fue todo,
no pregunto, no reclamó, o aprobó.

—¿No te gustaría un nombre?

—Yo... no lo sé —se veía tan
confundido, estaba claro que nunca nadie había tomado en cuenta nada de lo que quisiera o necesitará.

—Creo que todos necesitamos un
nombre, eso indica quién somos, puedes elegirlo tú mismo, no tengo que ser yo —el
niño ya estaba pálido —yo no soy
nadie —me dijo asustado, como si en cualquier momento alguien se acercaría alguien a reprenderlo solo por
la mención de ello; no insistí más, y así, de alguna manera y sin darme cuenta creo que había pasado la primera prueba.




CONTRATO CON UNA BRUJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora