CONTRATO CON UNA BRUJA

/14/ RITUAL, LA PRUEBA NO SUPERADA

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CAPÍTULO 14: RITUAL, LA PRUEBA NO SUPERADA

HANSSEL

Un molesto ruido me va sacando de mis sueños.

Estaban golpeando algo.

—¡Despierta! —una pausa y volvían a repetirlo —¡Despierta! —una pausa, repetir, pausa y repetir, pausa, repetir —¡Despierta! —era una voz casi robótica, sin ningún tipo de emoción.

Abro mis ojos encontrándome con el cielo del ventanal de vidrio que está en el techo ¿Por qué seguía estando oscuro?

—¡Despierta! —cuando volteo, miro sobre la mesa de madera la cabeza de una calavera, es de donde provienen los sonidos.

Y en un segundo mi sueño se ha ido completamente.

La cabeza de la calavera abre y cierra su mandíbula ruidosamente, cuando me levanto de la cama se detiene.

Que no me vaya a saltar encima.

No saltes encima de mí por favor.

Doy pasos hacia atrás sin darle la espalda, pero esta no se mueve ni hace ningún otro ruido. Cuando al fin salgo de ese cuarto es que puedo respirar en paz.

¡Si!

Todo está en absoluto silencio ¿No había nadie en esta casa? Mi estómago duele por el hambre, ayer o ¿Hoy? Apenas había comido algo que me había dado Millesk, cuando regresamos de buscar a Jariel ¿Aún seguía siendo de noche o era de madrugada? El tiempo parecía pasar muy lentamente.

Registro la casa pero no encuentro nada de interés, llego a la sala donde hay una mesa en el centro, cerca de la puerta atravesando un mural donde hay una especie de cocina a la que no estoy acostumbrado.

Tengo sed.

Me fijo en que en la pared, hay una especie de puerta triangular, cuando la abro miró que está enfriando ese espacio, incluso hay repisas como en cualquier nevera, pero todo está vacío, no hay ni siquiera agua. Cuando vuelvo a revisar la casa compruebo que no hay nadie.

¿Y ahora que hago?

Tengo hambre y sed, miro hacía la puerta que conduce a la salida, pero no me atrevo a salir. En algún momento tienen que venir Mila o Millesk, no es hasta que pasan al rededor de 30 minutos que veo entrar a Mila.

—Hola —le digo en mi idioma, era algo que no quería perder, me había alejado de mi hogar; así que al menos quería seguir hablando mi idioma aunque solo fuera con ella.

—Hola —me responde y mira la pijama que tengo puesta, cortesía de Millesk —hay que empezar con los preparativos para la boda.

—¿Qué? ¿No es muy pronto?  —esto me había tomado desprevenido, y no me gustaba.

Definitivamente aún no quiero casarme.

Mila me mira molesta, pero lo tomo normal, porque ella casi siempre parece molesta conmigo, bueno, quizá con todos, en realidad.

—De echo, han pasado 8 años, tiempo suficiente —para mí no era suficiente, pero no puedo decírselo.

—Bueno, en cualquier caso, revise la nevera y no hay nada ¿Podríamos comer primero por favor?

—No, en ayunas es mejor ¿Y que es una nevera?

—Pero tengo muchísima hambre y ni siquiera hay agua, y bueno una nevera es: ¿Donde se congelan los alimentos?