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—¿El bosque? ¿De verdad que vamos a pasar aquí el día?— preguntó Jeremy con el ceño fruncido.

—Sí, en el bosque, a las afueras de Mystic Falls, es el lugar perfecto.— dijo Alaric con un doble significado que yo no logré entender, pero Jeremy sí, porque asintió comprendiéndolo.

Íbamos charlando de cosas triviales, reíamos y caminábamos sin rumbo, así durante quince minutos; hasta que Oliver se percató de algo.

—¡Mierda! Se me ha olvidado el móvil en la furgoneta. Alaric, ¿me prestas las llaves? Necesito mi móvil.— el hombre lo miró con una ceja alzada, y le lanzó las llaves, mi hermano hizo una seña agradeciéndole que se las diera y se fue.

|• • •|

Y ahí estaban Damon y Stefan, encadenados en su propia mazmorra, aturdidos y débiles.
Entonces distinguieron a cuatro figuras entrando en el lugar. Los Mikaelson.

—Ha sido bastante fácil dejaros fuera de juego. Que decepción.— dijo la rubia original sonriendo.

—Déjalos, aún no son conscientes ni de qué está pasando.— dijo tranquilamente Elijah.

El híbrido se acercó y se agachó para quedar justamente cara a cara con ellos.

—Hasta que no digáis dónde puedo encontrar a mi banshee, no saldréis de aquí.

—¿Y qué pasa si no te lo decimos?— preguntó a duras penas el mayor de los Salvatore.

—Mis hermanos no podrán detenerme a la hora de desmembraros.— dijo con una sonrisa de lado.— Y ahora decidme... ¿Dónde está Cindy?

Stefan y Damon se negaban a hablar. El mayor de los Salvatore nunca diría una palabra, no dejaría que se la volviesen a llevar. Pero Stefan no le daba tanta importancia a la chica, pero no lo decía por el simple hecho de que su hermano se enfadaría, y mucho.

—Bien.— dijo Klaus partiéndole el cuello a Damon. Stefan quedó impactado, no sabía que hacer, quería pelear, no quería rendirse. Pero sabía que de nada serviría.

—La próxima vez será permanente.— dijo el híbrido señalando a Damon con la cabeza.
Stefan se debatía entre decirlo o no, no veía otra opción, pero las consecuencias serían mucho peores.

|• • •|

—¿No creéis que Oliver está tardando mucho?— pregunté no muy alto, por lo que los demás que hablaban entretenidamente no me escucharon, salvo Jeremy, que fue a mi lado todo el camino. Nos detuvimos mientras los demás avanzaban.

—¿Quieres que vayamos a buscarlo? No creo ni que noten que no estamos.— dijo sonriendo y asentí con la cabeza.
E

ntonces Jeremy me cogió de la mano y fuimos a buscar a mi hermano.
Me pareció que fue muy buen amigo ayudándome a buscarle, ya le daría después las gracias.

El camino se nos hacía largo, o por lo menos a mí. Hasta que comencé a escuchar a alguien hablando, era una voz masculina, entonces me giré y pude divisar a un chico tirado en el suelo. Sin previo aviso corrí hacia él, ni siquiera avisé a Jeremy, y ese fue mi error, ya que ya no estaba ahí.

Me coloqué al lado del chico, tenía la camiseta desgarrada y estaba sucio, como si lo hubieran arrastrado hasta ahí.
Cuando abrió los ojos y me vio acercó la mano y la posó sobre mi mejilla.

—Amelia... ¿Cómo es posible que estés aquí?— fruncí el ceño y aparté su mano, entonces agitó la cabeza y su ceño se frunció al igual que el mío.

—Perdona, estaba teniendo una alucinación...— dijo intentando levantarse, al ver que no podía traté de ayudarlo.— No te preocupes, estoy bien.

—Estabas tirado en el suelo, hecho un asco.

—Gracias.— dijo sarcásticamente mientras reía.

—Hablo en serio. No estás bien, ¿qué te ha pasado?— pregunté mirándole a los ojos, y él esquivaba mi mirada.

—Tuve un accidente con mi coche.

—¿Y dónde está el coche?— miré a todos lados pero no había nada.

—... Caminé buscando ayuda, pero perdí la consciencia.

—¿Quieres que llame a alguien?— sin escucharme comenzó a caminar, pero iba cojeando, así que al percatarme de ello coloqué su brazo alrededor de mi cuello y el mío rodeando su cintura para poder ayudarlo.

—No tienes por qué ayudarme, puedo yo sólo.— dijo sonriéndome, intentando hacerme ver que estaba bien, pero no iba a dejarlo en mitad del bosque.

—Dime dónde vives, yo te llevo.

—De verdad que estoy bien, no hace falta que me lleves a ninguna parte.— lo miré con una ceja alzada, entendió que lo iba a llevar conmigo de todas maneras así que decidió dejar de insistir.

—¿Cómo te llamas?— pregunté mientras intentaba ir hacia donde estaba el coche, quería que esperasemos allí a que los demás volvieran.

—Soy Tristán Davis, ¿y tú?

—Cindy Morton... Y dime Tristán, ¿cómo te estrellaste?— al hacer la pregunta el chico se tensó, se hizo un silencio largo hasta que decidió responder.

—Iba hablando con mi madre, me llamó para preguntarme si estaba seguro sobre irme a vivir sólo. Entonces me distraje, perdí el control del volante y volqué.

No creí ni una sola palabra de lo que dijo, estaba claro que mentía, y descubriría por qué.

|• • •|

Jeremy al darse cuenta de que Cindy no estaba entró en pánico, llamó a Alaric y le explicó que fueron a buscar a Oliver, el cual seguía sin volver.
Entonces lo vio, corrió hacia él, estaba cargando a una chica en sus brazos, y estaba llorando.

—Jeremy, por favor, ayúdame. No sé qué he hecho.— dijo mientras las lágrimas caían por sus mejillas, verlo así le rompería el corazón a cualquiera.

—¿Qué ha pasado?—preguntó Jeremy cargando él a la chica y dejándola delicadamente en el suelo.

—Empezó a decirme que se había perdido, se puso histérica, me gritaba, y yo... Me enfadé, le grité y ella me gritó aún más... Le empujé para que se alejase de mí, y entonces cayó y se golpeó con una roca en la cabeza...— sollozaba recordando lo sucedido, Jer colocó su mano en el hombro de Oliver, el cual lo miró a los ojos.

—Tranquilo, amigo. Se pondrá bien.

INEFABLE [I] || «Klaus Mikaelson»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora