INEFABLE [I] || «Klaus Mikaelson»

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—Chicos, he estado investigando tu problema, Oliver. Y eres uno de los pocos hombres lobo que puede medio transformarse cuando quiere.— dijo Tyler con un portátil apoyado en su brazo.
Jeremy miró a Oliver con una sonrisa y colocó su mano sobre el hombro del chico.

—En ese caso serás de gran ayuda cuando necesitemos aniquilar vampiros.

De pronto alguien pegó freneticamente a la puerta y Elena bajó corriendo las escaleras y abrió la puerta, dejando ver así al Salvatore de ojos azules.

—Necesito vuestra ayuda, la de todos.

—¿Qué es lo que ha pasado?— preguntó ella muy preocupada.

—El hermano de Tristán, secuestró a Bonnie, y si no le entregamos a Cindy la matará.

—¿Qué? No vamos a entregar a Cindy, ni de coña.— dijo Andrew entrando a la sala.

—Cálmate, obviamente no le vamos a entregar. Tenía pensado algo más divertido.— dijo sonriendo.

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Me quedaba poco para llegar a la casa de los Mikaelson, estaba cansada de andar, si tuviese la velocidad de un vampiro todo sería más fácil.
Entonces oí un sonido tras de mí, sabía que había alguien. Rápidamente me giré y vi a los dos hermanos brujos.

—Os doy 5 segundos para marcharos, u os reventaré los tímpanos.— se miraron entre sí, y yo me sentía algo tonta quedándome ahí quieta sin hacer nada.

—No vamos a llevarte con nuestro hermano.— dijo Tristán. Se iban acercar pero yo retrocedí y entonces se detuvieron.

—¿Entonces por qué estáis aquí?

—Para explicarte qué es lo que está ocurriendo. Porque para poder buscar una solución necesitamos que sepas lo que ocurre.— dijo esta vez su hermano.
Por unos momentos dudé, pero luego pensé como lo haría alguien que sabe cuidarse sólo, y les escuché.

—Comenzad.

—Ander, Elliot y yo somos del aquelarre Escorpio. También estaba nuestra hermana, Amelia. Nosotros y nuestro aquelarre entero servíamos a un grupo de vampiros que amenazaron con matarnos a todos si no hacíamos lo que ellos querían. A veces nos tenían semanas sin comer, encerrados, y otras veces nos soltaban, pero no dejaban que hiciésemos nada. Una noche el hambre me pudo y fui sigilosamente a la cocina...— vi como Tristán detuvo el relato por culpa de sus lágrimas, se dio la vuelta y alzó la cabeza, supongo que no quería que le viésemos así de deprimido. Elliot me miró y luego lo miró a él, su mirada expresaba tristeza.— Perdón, continúo. Bajé a la cocina y cogí un trozo de una tableta de chocolate. Horas después los vampiros nos despertaron muy enfadados, sabían que alguno de nosotros había cogido el chocolate. Amelia vio el miedo en mi rostro y supo al instante que fui yo, nos miramos y ella asintió con la cabeza... Y entonces dio un paso al frente y dijo que fue ella...

Volvió a agachar la cabeza, yo no tenía palabras, era como si estuviese sintiendo ahora mismo toda la empatía del universo.

—Ya puedes imaginarte lo que le pasó.

—Y ahora entremos en el tema principal. Eres una híbrida, Cindy.

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Ander abrió la puerta encontrándose con un Damon bastante sonriente.

—¿Dónde está Cindy?— preguntó el brujo muy serio.

—Si me dejas pasar hablaremos civilizadamente, porque si no...

—Si no, ¿qué?— preguntó él sonriendo cínicamente. Y Damon colocó sobre su rostro una sonrisa similar.

—Si no las cosas se van a poner muy feas.

Al decir eso detrás de Damon apareció una silueta, era Oliver, enseñó sus colmillos de hombre lobo mientras rugía. Al brujo se le borró aquella sonrisa tan molesta de la cara, dio un paso hacia atrás y volvió a mirar al Salvatore.

—Queréis que os de a Bonnie, ¿no?

—Muy bien, creo que ya comprendes el problema.— dijo Damon con su sarcástica voz.

—Teníamos un trato, Bonnie por Cindy y Tristán.

—Ese trato se rompió cuando mandaste a tu hermanito a por Cindy, así que danos a Bonnie antes de que me arrepienta de estar hablando en vez de estar arrancándote el corazón.— de pronto Ander cambió su expresión seria a una sonrisa, entonces comenzó a reírse mientras se adentraba en la casa.
Damon y Oliver se miraban confusos, lo que hizo que el hombre lobo se enfadase más. Corrió hacia el brujo.

—Motus.— dijo haciendo que Oliver se estrellase contra la pared y cayera al suelo.
Entonces Damon lo miró con rabia, en menos de un segundo ya estaba frente al brujo, pero entonces se repitió la acción anterior y Damon cayó al lado de Oliver.

De repente alguien desde atrás colocó su brazo alrededor del cuello de Ander para asfixiarlo, era Alaric.

—¿Creéis que podéis luchar contra mí? Bien, pero, ¿y contra todos?— preguntó sonriendo. Entonces todos dirigieron sus miradas hacia la puerta donde se encontraba Cindy con los otros dos brujos, uno a cada lado.

—No vamos a luchar contra ellos Ander, no son nuestros enemigos.— dijo el hermano pequeño, Elliot, dando un paso adelante.

—Y tampoco vamos a hacerle daño a Cindy, porque ella no tiene la culpa de ser quien es.— continuó Tristán dando un paso adelante igual que su hermano.

Damon miró a estos con el ceño fruncido.

—No le habréis dicho lo que es, ¿no?

—No te preocupes Damon, no permitiremos que le pase nada, la entrenaremos.— dijo Tristán respondiendo a su duda.

—Esperad, ¿por qué no deberíais de habérmelo dicho?

—Porque al ser mitad Banshee mitad bruja tienes muchísimo poder acumulado, el cual si no utilizas bien podría llegar a colapsarse, y morirías.

—Pero para eso estamos nosotros, para ayudarte y enseñarte.— concluyó Elliot acercándose a ella y mirándola a los ojos.

—No, no, ¡tenemos que matarla! Si no, ¡no recuperaremos a Amelia! ¡Vatos!— gritó en dirección a Cindy, entonces todo lo que estaba alrededor de ella explotó, los cristales, los objetos, todo.
Pero antes de que nada pudiese herirla alguien la abrazó de manera que nada pudiera hacerle ni un rasguño.