Enamorandome De Ti.

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¿Cómo puedo empezar...? Una vez hace mucho tiempo decidí que no permitiría que mis padres tomaran una decisión tan importante por mí, no como paso con ellos, yo era testigo de su falta de amor, cada noche escuchaba sus peleas, cada día veía como mamá se reprochaba el no haberse negado a un matrimonio arreglado, yo no quería eso para Yuni, jamás podría prometer hacerla feliz porque yo soy incapaz de lograr eso en los demás, yo no quería herirla y sin embargo lo hice.

¿He sido olvidado? ¿Te estoy anhelando? La rutina me perseguía y el miedo me aturdía cada vez mas.

¿Cómo no lo note antes? Estoy tan enamorado de Yuni... Mi Yuni.

-Lamento no haber cambiado. Siento que no puedo llegar a ti. Lo odio.

Daba pasos lentos hacia ella.

-Te amo.

Me acerque a su rostro y lentamente bese su frente, mejillas, nariz y... Labios. Un roce tan leve, tan fugaz que sentí que no fue real. Al alejarme de ella pude ver como tenía el ceño fruncido, cosa que me causo gracia, al parecer alguien esta despierta.

-Eres tan hermosa.

Una vez más bese sus mejillas.

-Tan única.

Bese su frente.

-Tan perfecta.

Bese su nariz.

-Te amo Yuni. Mi Yuni.

Seguía fingiendo estar dormida y ya no resistí reír por su expresión.

-¿Qué haces Yuni? Ya sé que estas despierta.

-No es cierto.

-Ya me contestaste babo.

-¿A quién le dices babo?- Abrió los ojos y de inmediato se sonrojo. Tomo las cobijas y se escondió.

-Vamos déjame verte.

-No... Hoshi oppa se va a enojar.

-... Yuni... Déjame verte.

Con cuidado de no dañarle me puse a horcajadas sobre ella, tome con fuerza las cobijas y descubrí su rostro... Estaba llorando.

-¿Qué pasa?

-¿Por qué...? ¿Por qué debías esperar tanto? ¿Por qué no llegaste?

-Lo siento Yuni... En verdad lo siento.

-Yo ya tome una decisión.- Dijo soltando mas lagrimas.

-Por favor...

-Lo siento.

-No...

Mis lagrimas comenzaron a caer en el rostro d Yuni, por lo que abrió los ojos.

-Jun, ¿por qu...

-No me dejes solo... No me olvides, por favor. Déjame ser egoísta una vez más y mantenerte junto a mí, porque no se vivir sin ti a mi lado, porque quiero ser valiente y aceptar lo que siento por ti. Te amo Yuni, con todas mis fuerzas, te amo como jamás creí amar a nadie.

Cerré mis ojos con miedo, con miedo a ser rechazado.
Comencé a sentir una mano sobre mi rostro, limpiando mis lágrimas. Abrí los ojos y encontré a Yuni con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Babo...- Dijo dando un leve golpe en mi brazo.

-Te amo.

Yuni coloco su mano sobre mi nuca y me halo a ella, cerró los ojos y me beso, nos besamos. Fue el primer beso de amor que di, fue la primera vez que suspire por alguien y fue la primera vez que me sentí completamente feliz.

Besarla me hacía sentir bien, como si sus besos curaran mi corazón y ahuyentaran mis miedos. Los besos no se detuvieron en ningún momento y cada vez eran más profundos, cada vez entregábamos mas de nosotros.

-Te amo.- Susurro Yuni.

-Te amo tanto.- Dije tomando su rostro con mis manos.

Poco a poco comencé a repartir caricias por todo su cuerpo tratando de memorizar cada parte de ella, cada pequeño detalle. Yuni me vio a los ojos y de pronto entendí que mi vida sin ella sería un castigo insoportable.

Me coloque bajo las cobijas y busque en su mirada la aprobación para continuar, una vez que la encontré me dispuse a continuar, empezando por quitar su ropa con mucho cuidado, besando constantemente sus hombros, sus brazos y su rostro. Me aleje un poco para retirar mi pijama dejándonos a ambos únicamente en interiores.

-Eres tan hermosa.

Besé sus labios tratando de demostrarle todo el amor que siento por ella. Me movía con lentitud y procuraba que mis caricias fuesen leves para no dañarle. Una vez que la sentí relajada retire nuestra ropa interior, dejándonos expuestos ante el otro, Yuni se sonrojo y desvió la mirada.

-Eres tan adorable.- Dije riendo con ternura por su acción.

Una vez más comenzamos a besarnos con mucha lentitud y ternura, Yuni comenzó a dejarse llevar y yo aproveche para acomodarme un poco mejor.

-Puedes pedirme que me detenga si no lo resistes.

-Es-está bien... Hazlo.

Comencé a hacerlo con la mayor lentitud que logre. Una vez que Yuni estuvo lista, me moví.

En todo momento m

La observe tratando de memorizar sus expresiones y su vos.

Junte nuestras frentes y le sonreí mientras acariciaba su mejilla con ternura.

-Te amo.- Le dije viéndola a los ojos.

La bese con pasión y así sellamos aquel acto de amor.