IV 🌙

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Scarlett se despertó en esa habitación, la cual se había hecho creer que era un sueño, que los mas seguro era que despertaría en un hospital internada por un intento de suicidio, que capaz su madre se digno en prestar atención a su única hija y haberla encontrado sumergida casi muerta en su bañera. Aun que esta irónica idea solo era un sueño el cual tenía por seguro que nunca se cumpliría. 

Si darse cuenta ya estaba llorando quería simplemente desaparecer y dejar de molestar a todo el mundo.

O mas bien lo que quería sentir era PAZ o TRANQUILIDAD, cosa que no había tenido desde los últimos casi nueve años los cuales había vivido con su progenitora.

Una curiosidad de saber lo que estaba viviendo era real o no, la hizo pensar, de que tal si todo esto es un sueño, una alucinación una fantasía que su perturbada y culposa mente le estaba brindando para distraerla.

Se levanto de la cama con esa idea fija en su cabeza y con paso firme se encamino hasta la puerta de la vieja habitación, al agarra la perilla de la misma un escalofrío le recorre su espalda hasta su mano lo que la hizo dudar de salir, con un miedo abre la puerta y observa un pasillo.

Salió temerosa y se camino hasta donde ella creyó que eran las escaleras pero solo se topo con el final del pasillo el cual tenía una ventana con una pequeña mesita y un jarrón con una flores secas, frustrada volvió sobre sus pasos, quitando interés al exterior que se reflejaba a través de la ventana, porque según ella aun creía que era un  sueño o algo por el estilo.

Llego hasta las escaleras y el mismo escalofrío seguido por la inseguridad y miedo le recorrió el cuerpo rápidamente, así mismo se repitió varias veces en su cabeza que todo esto era un sueño solo un SUEÑO.

Bajo con sigilo las escaleras pero antes de llegar a los últimos cinco escalones se detuvo al escuchar dos voces desde la plata baja,una de ellas la relaciono con el joven que había visto anteriormente en aquella habitación del cual había olvidado su nombre, en cambio la segunda voz no supo quien era.

De un momento a otro ambas personas se quedaron mudas.

-Sabes que espiar, es de mala educación- hablo aquella voz que no conocía- mas te vale salir por que sabemos que estas ahí- aclaro.

sin otra opción termino de bajar las escaleras y hablo algo temerosa.

- Yo no los estaba espiando- acota mirando a lo que sería la sala de la casa que contaba con unos sillones en y donde estaba aquella persona que le había hablado sentado dando la espalda, mientras que a su costado en otro sillón estaba aquel muchacho de tez gris.

-Veo que despertaste marioneta- hablo dando una pequeña sonrisa.

-con que esta es tu nueva victima amigo- se para y da la vuelta mostrando su rostro, o mejor dicho su mascara blanca con una sonrisa roja dibujada.

-¡Si! ella es Scarlett- sonríe aun sentado.

- para que la dejes aun viva debe de ser importante- la mira detalladamente de pies a cabeza- sería una perfecta modelo para pinturas del renacimiento ingles y mas con ese vestido- continuo hablado mas relajado.

- Oh no comiences con tus numeritos artísticos Bloody- se queja 

-Usted se calla que tengo muchas ideas en mi cabeza, esa musa me ha inspirado ha recrearla en un delicado lienzo- no le quitaba la mirad de encima- ¡ven acércate!

La muchacha que hasta el momento no hablo tímida y con miedo se acerco a paso lento al chico con chaqueta azul de pintor. 

- por cierto me llamo Bloody Painter- hablo cerca de su oído al tenerla enfrente, mientras la seguía examinando con su mirada. 

-¿ahora no hablas?- interrogo aun sentado, pero ella no respondió, por lo que río.

-¿eres tímida?- pregunto Bloody mientras se volvía a sentar de su bolsillo saco una pequeña libreta donde comenzó a dibujar.

-Estas pálida- acota Puppeteer, levantándose del sillón- ven aquí así te sientas- la tomo del brazo y guió a un sillón individual donde la sentó.

- no entiendo nada- murmuro bajo.

-Pronto entenderás mis motivos querida marioneta- hablo sonriendo.

-Pero antes me dejas pintarla- se interpone Bloody sonriendo bajo su mascara. 

Suspira pesado- pero solo una vez- se volteo a mirarlo.

-Es lo único que necesito- se levanta- ahora me voy a preparar unas cosa nos veremos luego, adiós Puppeteer, nos vemos niña- se retiro de la sala y salió de la casa por la puerta principal.

- Al fin algo de tranquilidad- se acuesta en el sillón. 

- ¿me puedes explicar que es todo esto?- hablo luego de un momento largo de silencio.

- ¿A que te refieres marioneta?- la mira aun acostado.

-Me refiero a que porque me trajiste aquí, no entiendo el porque- habla temerosa.

-mmmm pues no se una noche entre a tu habitación para matarte pero preferí dejarte viva para luego llevar a cabo otra cosa- habla sentándose.

-sigo sin entender- mira sus manos que descansaban sobre sus piernas.

-Pues tómalo así, si no logras lo que tengo pensado tu sufrimiento sera mayor, sino veras algo magnifico aunque pensándolo de todas formas el final es el mismo- se levanta- Si tienes hambre hay comida en la cocina me tengo que ir- camino hasta la puerta- antes que me olvide ¡que no se te atreva pensar en escapar! ¡sino todo terminara peor!- la amenazo y salió de la casa cerrando la puerta a su espalda.

Scarlett quedo sentada en aquel sillón sin saber en que pensar estaba confundida, aturdida.

La simple idea de que eso fuera un sueño había desaparecido en el instante que Puppeteer le había tocado el brazo, se sentía asustada y algo mareada, no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor por lo que solo prefirió levantarse del sillón y caminar hasta donde suponía que era la cocina, lugar donde aserto y sonrío débilmente. 

Reviso todo el lugar y consiguió algo de comer, eran unas galletas con jugo y también había frutas frescas, tomo un poco de todo y se lo puso a comer en la mesa de la cocina. 

My Fair Lady || The PuppeteerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora