My Fair Lady || The Puppeteer

✨ IX 🌙

Puppeteer se encontraba observándola dormir en su cama dónde llevaba ya varios minutos, luego de pensar en como castigar a sus marionetas se levantó decidido en irse pero se detuvo al escuchar hablar, se dio la vuelta encontrándola con sus ojos abiertos mirándolo.

El se le acercó y le acarició la cabeza— duerme todo estará bien.

—¿Donde estamos?

—Es mi habitación —le sonrió.

—Te quedas hasta que me duerma—Le pido temerosa.

—¿Tienes miedo? —Ella asintió.—Esta bien pero hazme lugar—ella con una leve sonrisa se movió en la cama dándole lugar, para que después el se acostara.

Ambos estaban con la cabeza en la misma almohada donde ella poco a poco fue cerrando sus ojos, pero los abrió al sentir una suave caricia en su mejilla seguido por los fríos labios de Puppeteer sobre los suyos.

Estaba sorprendida tanto que no correspondió, él al darse cuenta de ello le mordió levemente el labio inferior y fue recién cuando ambos comenzaron a besarse.

Ambos estaban sorprendidos por sus acciones pero así mismo ya no podía parar aquellos sentimientos extraños para Puppeteer lo tenían segado con la sola idea en su cabeza de sentirla más, no era que el no hubiera estado con otras antes pero nunca se sintió de esta forma.

En cambio Scarlett estaba confundida y bastante asustada como para rehusarse pero le gustaba, como iba a negar algo tan obvio ella solo se quería sentir querida y amada, aun que ya lo era nunca se lo demostraron de esta forma.

Ninguno de los dos se percató cuando a ese beso se le unieron las caricias de ambos hacia el cuerpo del contrario, en un momento él se le subió encima sin dejarla de besar, donde comenzó a desvestirla primero desprendiendo el vestido para después deslizar la tela sobre la suave piel de ella hasta llegar hasta sus pies, causando miles de sensaciones en el cuerpo de ella seguido por muchos escalofríos.

Sonrió ampliamente al verla agitada y totalmente sonrojada, se quitó su largo saco y la remera para volver a subirse encima de ella mientras que acariciaba lentamente las piernas hasta llegar a la cadera y seguir hasta sus cuello dónde la tomó y beso agresivamente mientras que buscaba la forma de desprender el brasier negro que llevaba puesto, consiguiéndolo al poco tiempo, sin despegar sus labios se desprendió el pantalón y se lo quito quedando solo en bóxer los cuales dejaban ver su gran bulto queriendo salir.

Se separaron unos centímetros con un hilo de saliva uniéndolos, ella se sentía agobiada por la oleada de sentimientos y sensaciones que sentía en ese preciso momento, al sentir como sus bragas fueron bajando supo que estaba pasando pero así mismo no quería parar estaba totalmente segada por la excitación.

Puppeteer por su lado quedo encantado mirándola sonrojada y con una pequeña sonrisa en sus labios, se colocó entre sus piernas dónde se bajó su ropa interior dejando ver su gran erección, lo que hizo que un gimoteo saliera de los labios de ella.

Ríe bajo y volviéndola a besar comenzó a penetrarla despacio, bajo sus labios hasta el cuello dejado que respire y que pudiera quejarse, al estar completo dentro de ella se detuvo por un momento sin dejar de morderle el cuello y hombro mientras que ella solo lo abraza clavando un poco sus pequeñas uñas en los hombros de el.

Al paso de unos minutos el comenzó a mover sus caderas de atrás a adelante provocando que ella solo soltará gemidos y lloriqueos seguidos por unas lágrimas que tanto le había costado retener.

Comenzó a embestirla con fuerza y rapidez logrando que ella solo lo nombrará una y otra vez entre esos sonidos tan obscenos y vergonzoso que salían de entre sus labios rosas, pero que le encantaba escuchar a Puppeteer y mucho mas le gustaba por que el era quien lo estaba provocando, mas le gustaba sentir lo que sus voz causaba en su cuerpo.

La vio tirar su cabeza para atrás seguido de varios gimoteos que solo sabia que había llegado a su ponto sensible, sintiendo como su interior se humedecía continuo penetrándola con rapidez hasta logras que el respaldar de la cama chocará contra la pared, rechinando.

En otras circunstancias esa acción daría vergüenza de hablar, pero a ellos no les importa ni un poco solo querían sentir mas y mas.

Puppeteer solo gruñía y aveces gemía al sentir como la estrechez de ella lo rodeaba, le gustaba, le encantaba y nunca pensó y menos aún planeo que esto llegara a pasar; apoyándose en sus codos continuo haciendo su trabajo observándola con los ojos cerrados y sus labios separados gimiendo con cada penetración que llegaba mas profundo en ella, deben en cuando la voz se le iba dejando escuchar como respiraba agitada hasta lograr tomar el suficiente aire para gritar o gemir o lloriquear por todo lo que le hacía sentir.

Él agachó la cabeza no podía aguantar más era demasiado para su cuerpo pero así mismo quería continuar, quería seguir sintiéndose bien a gustó con ella, lograba sentirse de nuevo vivo, levantó la cabeza al sentir como las manos de ella le acariciaron y jugaron con sus cabello.

Al momento que sus miradas se encontraron pudo ver a través de sus ojos el cariño que estaba tomando por ella, cariño que podría poner todo patas para arriba, borró todos aquellos pensamientos al sentir como lo jalo así el frente y beso.

Se separaron tiempo después para poder respirar y continuó en lo suyo sintiendo que pronto acabaría, la tomó de las caderas clavando sus dedos en la suave piel de ella y dando cada vez embestidas mas fuertes y profundas, haciéndola gemir alto.

Continuo unas embestidas más sintiendo como su cuerpo ardía, la observó como volteó su rostro a un costado gimiendo alto, y agachó la cabeza sintiendo como se humedecía cada ves mas, se había corrido.

El aun así siguió más y al poco tiempo cayó en la lujuria y excitación dando al paso a uno de sus mejores orgasmos conseguido, se corrió por completo en ella, viendo como lloriqueo al sentirlo llenarla.

Sus cuerpos quedaron exahutos y sudados, el cayo sobre ella sintiéndola temblar y respirar cada ves mas tranquila mientras que el la miro y le dio un corto beso para salir despacio de su interior y acostarse a su lado, donde una vez la abrazo por la cintura y la tapó con las sábanas de la cama, donde al poco tiempo ambos quedaron profundamente dormidos.