VI 🌙

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Scarlett estaba atemorizada ante Puppeteer, llorando sin efectuar sonido y menos movimiento, el muchacho la tenia agarrada de la cintura fuertemente mientras que la tenía apoyada contra la pared de la cocina para comenzar a besarle el cuello.

—¡Por favor no!—súplica.

—Shhh, no hables querida—hablo apartándose y mirándola.

—¿Que es lo que quieres de mi?

—todo mi marioneta, pero lo entenderás a su tiempo—le sonrió malicioso.

— ¿Porque me trajiste aquí? — insistió.

Gruñó por lo bajo y la miro molesto— ¡pronto lo entenderás te he dicho!

Ella asintió temerosa y se intentó apartar de el muchacho pero solo gano que la acorralara contra la pared y le sostuviera las manos sobre la cabeza, le comenzó a besar y lamer el cuello, con lo que la joven comenzó a llorar y retorcerse asqueada.

Scarlett no entendía el porque le estaba pasando esto, aunque la idea de que fuera un sueño se había desvanecido que esta mas que segura que estaba viviendo una pesadilla de la cual no podía despertar.

Solo se dejó caer en las manos de aquel asesino por el sentimiento de culpa e incertidumbre que colmaba su alma completa, lo estaba tomado tranquila y bastante tolerante ante los cambios de actitud de el chico aceptando todo lo que el le hacía, afrontándolo como el castigo que nunca recibió, la condena que nunca juzgaron todo por uno un crimen del cual no tuvo culpa alguna.

Lloraba en silencio mirando a la pared contraria, de un momento a otro Puppeteer se detuvo y la observó a los ojos, solo para sonreír al verla con la mirada vacía, triste, desolada.

—Es tu momento marioneta— la tomó de la mano y encaminó hasta la sala donde la sentó en el sillón.

Ella por su lado seguía con la mirada perdida en la nada llorando en silencio, no se había dado ni cuenta de que ya no estaba en la cocina.

El muchacho le hablaba pero ella no escuchaba lo que el pronunciaba solo se quedo observando los labios como se movían acorde con las palabras que decía.

°°°

Scarlett se encontraba corriendo por el bosque totalmente asustada y afligida buscando ayuda de cualquier persona o criatura que se encontrará allí.

Corrió, corrió y corrió sin descanso buscando el camino de regreso a la civilización pero era en vano con cada paso que daba se perdía mas y mas.

Llorando y cansada se detuvo a tomar un respiro le dolía el pecho, el cual subía y bajaba rápidamente acorde a su respiración agitada junto con los latidos alterados de su corazón.

No tardó mucho en volver a correr necesitaba ayuda urgente, era de vida o muerte aquella situación, pero entre tanta desesperación y junto a su vista nublada por las lágrimas no vio la rama de un gran árbol.

Fue un golpe seco en su cabeza que la hizo frenar de golpe y sostener su cabeza la cual comenzó a sangrar, seguido una oleada de dolor que la mareo y provocó que cayera al suelo sin soltar su cabeza.

Su vista se nubló por completo el dolor la había segado y al poco tiempo quedo inconsistente.

Se despertó en aquella habitación vieja y fría, donde el joven la observaba con una sonrisa maliciosa.

—¿Te encuentras bien querida?— pregunto afligido, acercándose.

Negó con la cabeza llorando.—¿que fue lo que sucedió?

—¿Que es lo ultimo que recuerdas?— se encogió de hombros.

—son cosas borrosas—aclaro.

—bueno emm, te estaba hablando en la sala me di la vuelta hablando de lo que tenias que hacer, cuando me di cuenta de que no contestaba te mire y estabas inconsciente en el sillón— explico angustiado—y desde anoche que no despiertas.

—¿Como dijiste?

—lo que escuchaste, tuviste un poco de fiebre pero creo que es normal— colocó su mano en la mejilla de la joven.

—¿Como que normal?

—si me hubieras escuchando cuando te hable todo sería distintos y entenderías lo que quiero hacerte—le pellizca la mejilla.

Ella solo agachó la mirada y suspiro pesado.

—no te desanimes todo tendrá sentido dentro de poco—le sonrió.— por cierto ¿Tienes hambre?

Ella lo miro con una leve sonrisa y asintió.

—bien, te traeré algo para que comas, no te levantes aun estas algo pálida— aclaro con gentileza y salio de la habitación.

Scarlett se quedo sola en la habitación algo confundida, no recordaba haberse desmayado, tampoco estaba segura si lo que había vivido o soñado fue real, decidió dejar de pensar en aquellos recuerdos abrumadores y deprimentes, que solo conseguían que ella se sintiera mas triste.

Al poco tiempo Puppeteer regreso con una bandeja en las manos, se aproximó hasta la joven que seguía acostada, le deposito dicha bandeja sobre las piernas de ella, donde pudo observar lo que tenia que prácticamente era un plato con sopa, un vaso de agua y una manzana, en general la comida se veía apetitosa.

—Come pequeña Scarlett, te hará bien—le sonríe observándola

—gracias— fue lo único que dijo para después sonreír y comenzar a comer.

—por cierto marioneta, me voy a tener que ir por un día o dos a la casa de un amigo por lo que te quedaras sola, no cabe mencionar que no te puedes ir—aclaro sentándose a los pies de la cama sin dejar de mirarla.

—¿entonces estaré sola?—el asiente

—va de hecho no— acotó pensativo— por supuesto que no eres mi primera víctima tampoco seras la ultima— sonrió malicioso.

—¿que es lo que quieres decir?— lo miro con cierto miedo reflejado en sus ojos.

—bueno se podría decir que tengo otras marionetas pero no es nada de lo que te debas preocupar, ellas ya están arregladas, pero por si acaso no las molestes y menos entres a su habitación, solo debes de quedarte aquí en esta habitación y en la planta baja—le sonrió.

—esta bien— continuo comiendo— ¿cuando te irás?

— está misma noche — le sonrió.

My Fair Lady || The PuppeteerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora