13.

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El día de hoy se fue en un parpadeo, lo único que he sabido de Taekwoon ha sido estas dos cajas pequeñas de regalo que me han sido entregadas por terceras personas, y que además, han venido con una nota de él donde me ha prohibido abrirlas, junto a un sobre con una dirección.

Las cajas llevan el número 1 y número 2 respectivamente y a pesar de que las he sacudido no he podido descubrir su contenido.

A las 7:30pm tomó un taxi desde mi casa rumbo a la dirección inscrita en el sobre,  Taekwoon ha prometido que estará allá al llegar, pero apenas me bajo del auto me encuentro con un edificio residencial en el que todo está cerrado.

Al llamarlo y pedirle explicaciones me dice que va a abrir la puerta de abajo y frente a mí la reja suena al abrir.

El edificio por dentro es realmente muy hermoso y me distraigo con la vista mientras llega el ascensor, una mujer sale con una niña en brazos y me pregunto que clase de sorpresa tiene pensado Taekwoon aquí, pulso el piso 5 y apenas la puerta se abre, Taekwoon me sonríe tímidamente.

Toma mi mano y besa mi pulso.

Enseguida todo este tiempo sin verlo se borra mientras me mira con deseo, esos ojos entrecerrados de forma imposible y esa mano que me toma de la cintura acercándome a él y baja a mis nalgas apretando.

Estoy avergonzado, pero también muy caliente, solo hemos estado juntos en dos oportunidades y de la última vez hace ya mucho tiempo. Taekwoon sonríe ante mi reacción y yo meto mi cabeza en su hombro, dejando que sus manos me recorran sin importar que seguimos de pie frente al ascensor.

Sólo importa que Taekwoon me toca, me desea, y que mis inseguridades no tenían cabida.

Sus caricias solo despiertan mi cuerpo, no inicia un beso y luego de tanto tiempo sin estar juntos estoy nervioso ante su secretismo.

Taekwoon se separa de mi, y abre una puerta que no había notado antes, justo detrás de él, y me doy cuenta que solo hay un departamento en el piso, ahora entiendo su descaro al tocarme, nadie más que nosotros saldría por ese ascensor.

Una vez dentro del apartamento, un camino de pétalos de rosa se pierde en dirección a un pasillo en donde estoy seguro que debe haber una cama al final del camino, las luces se apagan y puedo observar una mesa alumbrada con luces de velas que antes no ví por estar distraído con los pétalos.

Una sonrisa enorme se planta en mi rostro cuando sus manos rodean mi cintura desde atrás.

Me aferro a sus manos y hundo mi cuerpo hacia atrás. Disfrutando esa sensación inundando mi cuerpo sintiéndome amado de una manera tan inmensa que me hace sentir muy afortunado.

— ¿Tienes hambre? — me pregunta besando mi hombro, llenandome de escalofríos.

— Demasiada — le susurro y no estoy hablando precisamente de comida.

Él ríe y me empuja hacia la mesa que está alumbrada por las velas mientras busca comida que por lo que veo, acaba de preparar.

La cena está cargada de sonrisas y miradas, el ambiente de la noche me hace sentir muchas cosas, cosquilleos intensos. Anticipación a que otra cosa traerá.

¿Como habrá conocido este lugar, tan cerca de la universidad y a la vez en un sector tan tranquilo? Definitivamente quiero que nos citemos aquí a menudo.

Esta vez no hay apuro, así que nos dedicamos a flirtear mientras dejamos todo limpio.

Mis regalos permanecen en la mesa de recibo y por más que los miro, Taekwoon no hace intento de abrirlos.

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