Look at ME

15.

Advertencia

Las siguientes escenas corresponden al lado oscuro y pervertido de mi imaginación.

Totalmente Yaoi, boylove, con escenas explícitas.

Espero les guste

——

— ¿Quieres que te haga venir con mi boca solamente? ¿No quieres mi lengua?

Hakyeon me miró fijamente y como toda respuesta bajo el cierre de su pantalón, mostrándome piel desnuda  y llamando mi atención.

— Quiero menos palabras y más acción, Woonie~ — Hakyeon detuvo mi movimiento dando un mordisco juguetón en mis labios y empujandome hacía abajo. — Sólo puedes parar si te lastimo.

Su cintura plana ganándose unos mordiscos antes que un templon en mi cabello exigente me posicionará frente a su miembro.

Yo quería jugar, pero Hakyeon estaba mortalmente serio y erguido, tener mi respiración sobre él, lo había terminado de despertar, a él le encantaba tenerme aquí abajo.

— No uses tus manos, ni para tocarte.

Con esa oración Hakyeon me invitó a aferrarme a su cintura, se inclinó hacia mí, dándome un beso en la frente.

— Quiero que disfrutes y te corras — me dijo susurrando y mordiendo sus labios nervioso.

Sentía sus deseos de que ese susurro fuera real, como si ya no estuviera a punto de correrme con él dándome órdenes.

Le dí un dulce beso en los labios y lo recosté en el mueble, aún sentado pero con su espalda al espaldar y sus piernas abiertas para mí.

Apoyando mis manos en sus caderas me alze a la altura de su pecho y metí en mi boca uno de esos botones color café que adornan su pecho y lo hacían temblar con cada lameton.

Cuando ese pezón estaba ya rosado y fruncido, aplique el mismo trato al otro lado, sintiendo a Hakyeon removerse e intentar callar sus gemidos, mirándome desafiante, como si me preguntará si eso era todo.

Hakyeon estaba aún molesto conmigo y sabía que estaba nervioso de que no le encontrara atractivo, por una supuesta nostalgia hacia el sexo femenino que yo sentía.

No era así.

Me tomé mi tiempo en hacer un camino húmedo hacia abajo y hacerlo temblar soltando mi respiración en la punta de su miembro.

Hakyeon era más grande que yo, y eso no me molestaba, al contrario, me daba más espacio para jugar.

Lo complicado del asunto era no usar las manos, pero Hakyeon  estaba atento y con una de sus manos se sostuvo a si mismo y con la otra acariciaba​ mi mejilla.

Me sentía tan caliente con sus acciones, su atrevimiento que tuve que tomar una respiración profunda para controlar mi libido.

Hasta el momento siempre fui yo el que iniciaba cualquier momento sexy, y el cambio me encantaba.

Mi lengua salió a jugar por toda su extensión, humedeciendo cada centímetro antes de torturar el glande.