Capítulo 7

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Vuelven las fotos!!! En esta ocasion tenemos a Alex y a Chayna.
Feliz lectura 💙💙💙

Parpadeo sorprendía una, dos, tres veces, deseando con todas sus fuerzas haber imaginado las últimas palabras que había escuchado.
Ella, la líder de los Elegidos. Que no tenía ni idea de lo que estaba pasando ni de cómo usar sus dones fueran los que fueran, ni de cómo pelear. Que se encontraba tan asustada cómo el resto pero luchaba con todo en su interior por no hacerlo notar.
No, aquello sin duda tendría que ser una equivocación.
— ¿Li…, líder? No, yo no podría…
—Puedes y lo harás, conozco tu alma Lizbeth, se bien que podrás con esto, cómo ya te lo he dicho antes, eres digna de liderar esta batalla— La interrumpió Miguel.
—No, esto tiene que ser una equivocación— Contradijo ella.
—Los ángeles no cometemos equivocaciones.
—Siempre hay una primera vez para todo ¿No creen?— Intervino Alex.
— ¿Disculpa?
— ¿Acaso no vieron lo mismo que nosotros? Chayna estuvo genial en su prueba ¿Por qué no la líder es ella?— Preguntó Sarahi.
—Porque no es mi destino— Respondió Chayna.
—Esa decisión se tomó desde mucho antes de que ustedes fueran llamados, cada uno observo entre todos los mortales e hizo su elección, decidimos sus talentos y no se permiten cambios respecto.
— ¿Y por qué ella no hace prueba igual que nosotros? O ¿Por qué no tiene condena? ¿Qué es lo que la hace tan especial?— Agregó Janet.
—Enfóquense únicamente en culminar con su entrenamiento, es realmente lo único por lo que deben preocuparse— Ordeno Miguel.
—No van a decirnos que hacer— Para la sorpresa de la mayoría fue Aaron el primero en responder, avanzo con paso firme hasta donde los ángeles se encontraban y se colocó justo frente a ellos.
—Claro que sí— Respondieron ellos y acto seguido fijaron su mirada en el resto de los Elegidos —Nos veremos mañana a primera hora para iniciar con el entrenamiento, por ahora pueden disponer del resto del día como mejor les parezca. Ya pueden irse, todos excepto tu Lizbeth, necesitamos hablar en privado contigo.
—Ya lo oyeron, larguémonos de aquí—Dijo Alex y al parecer la mayoría estuvo de acuerdo, porque lo siguieron cuando comenzó a caminar fuera del lugar.

***

— ¿Por qué yo?— Preguntó a los ángeles, después de que sus compañeros ya no encontraran en la habitación —Ellos tienen razón, Chayna estuvo excelente en su prueba, sabe todas esas cosas, pelea de una manera impresionante ¿Por qué no podía ser ella?
— ¿Alguna vez has escuchado que a cada quien se le otorga aquello con lo que tiene la capacidad de cargar? Es un dicho muy popular entre los mortales— Asintió en respuesta —Bueno, pues es justamente eso. Chayna es impresionante, es la única entre todos ustedes que conoce la leyenda de los Elegidos y sabe por qué están aquí, su alma y su mente son fuertes, es por eso que Gabriel ha considerado que tiene la capacidad necesaria para soportar el peso de ver lo que ocurrirá sin vivir con miedo al futuro— Se acercó a ella —Tú por otro lado, eres valiente, dura, fuerte, tu corazón es noble, capaz de dar la vida por cualquiera de ellos sin si quiera pensártelo dos veces y sin importar cuanto te esfuerces en negarlo, eres la única con la capacidad de hacer que se sientan a salvo ¿No es verdad?
—Yo…
—Puedes negarte a creerlo las veces que quieras Lizbeth pero eso no nos beneficiara ni a nosotros ni a ti, en este momento tu eres la única persona en la que ellos confían, incluso si aún no lo saben, lo sienten— La interrumpió.
— ¿Confían en mí? ¿Es chiste no? ¿Acaso no vieron cómo salieron de aquí? Estoy bastante segura de que deben estar odiándome en este momento— Señaló ella.
—Actúan de esa manera porque no comprenden lo que está pasando, están asustados, igual que tú fueron arrojados a este sitio sin tener conocimiento de porqué, lo cuestionaran todo, incluso su entrenamiento.
—No, ellos…, ellos….
—Puedes comprobarlo por ti misma si quieres, mira el interior de tu antebrazo, en los puntos de unión— La imagen de los puntos que había visto aparecer en su piel el día anterior vino a su mente de inmediato y casi sin darse cuenta hizo lo que el ángel le pedía —Cada uno representa a un Elegido, media vida suya te corresponde, puedes tener acceso no solo a sus mentes sino también a lo que sienten como en este momento ¿Tienes idea de porque parpadean?
—No.
—Es miedo— Explicó Miguel —Como líder tendrás acceso a otro tipo de habilidades que es necesario aprendas a dominar cuanto antes, la conexión a los pensamientos de cada uno de ellos, los puntos de unión, tu don, entre otras cosas.
— ¿Me dirán cuáles son?— Preguntó.
—Con el tiempo— Contesto él y por un momento Lizbeth creyó haber puesto los ojos en blanco. Aquella respuesta no le convencía en lo más mínimo, no era lo que había deseado escuchar pero supuso que protestar no sería precisamente su mejor idea — Por ahora nos enfocaremos en tu don.

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