Daños colaterales o cómo Vlad obtiene lo que quiere

El problema

Notese mi poca imaginación para el título del capítulo, mi cerebro esta seco en ideas por el momento pero seguramente mañana andaré mejor, este es el último capítulo que tengo escrito así que probablmenete tardaré un poco más en actualizar, lean, voten, compartan y los amo, sin más que decir ¡disfruten la lectura! Dejen comentarios de cómo me está quedando esto ^^

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Danny no tenía tiempo para sí, mucho menos para la escuela o sus amigos, se estaba volviendo descuidado en todas las esferas de su vida, sabía que debía encontrar alguna forma de tener el tiempo suficiente para equilibrar su vida escolar con la fantasmal, pero simplemente no encontraba el cómo.

El timbre de fin de clases sonó y todos gritaron alegremente mientras salían corriendo del salón de clases, los únicos que se demoraron fuero Sam, Tucker y Danny, éste último apenas teniendo fuerza para ponerse de pie, incluso el profesor ya que había retirado, sus dos amigos estaban realmente preocupados.

―Danny, ¿estás bien? Te vez pésimo―habló su amiga gótica preocupada

―Oye viejo, ¿acaso no duermes? ―cuestionó Foley, aunque podía ver sin problemas la respuesta

―Estoy bien chicos, es solo que los fantasmas no han dejado de aparecer hasta tarde y no me han dejado mucho tiempo para dormir―se sinceró suspirando cansinamente

―Deberías darte un descanso, déjalo a tus padres―la pelinegra se cruzó de brazos

― ¿No les dije? ―la mención hizo que alzara la cabeza de su butaca, mostrándose asombrado, había pasado una semana desde entonces ¿cómo no pudo decírselos? ―Mis padres salieron de viaje por toda la Costa Oeste, y por lo que sé, tardarán, están en busca de la universidad perfecta para Jazz y me dejaron al cuidado de Vlad―de solo pensarlo dejó caer la cabeza en la paleta del asiento de nuevo, ni siquiera sintió el golpe

― ¡Viejo, eso es terrible! ―exclamó Tucker horrorizado

― ¿Y cómo pasó? ―dijo Sam sorprendida

―Nada, sólo hemos convivido pocas veces y hasta donde se no ha intentado nada raro―concedió suspirando una vez más, la cabeza ligeramente ladeada para poder mirar a sus amigos, estaba tan jodidamente cansado

Sus amigos se dedicaron una mirada preocupada y no dijeron nada por un tiempo, mismo que Danny estaba aprovechando para dormitar.

―Vamos Danny, te llevaremos a casa.

Sam y Tucker le hicieron levantarse, con las pocas fuerzas que tenía guardó sus cosas, echándose la mochila al hombro, pero al momento se activó su sentido fantasma, una explosión se escuchó fuera de la escuela y no le quedó de otra más que quejarse mientras se transformaba en Danny Phantom, emprendiendo vuelo para buscar el origen del problema, encontrándose una vez más con el Acechador, al principio se mostró extrañado por el simple hecho de que ¡no hacía ni una semana lo había atrapado! ¡¿Cómo demonios había escapado otra vez?!

Claro que sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando un ataque con una soga le inmovilizó los pies, lanzándolo de cabeza contra un árbol en la lejanía, su espalda resintió el daño haciendo que soltara un alarido de dolor, pero como pudo se volvió intangible y se fue volando a un lugar menos concurrido pues aún quedaban varios estudiantes por ahí gritando asustados, incluso Dash como una niñita, cosa que le dio gracia a Danny.

Volviendo al punto, un rayo de ectoenergía le dio de lleno en el hombro provocando que desviara su vuelo y lo hiciera caer en un callejón, directo a un contenedor de basura "¿Por qué siempre me pasan estas cosas? " pensó frustrado quitándose una cascara de plátano de la cabeza, sobando su hombro adolorido donde su traje estaba roto mostrando parte de su piel lacerada, una plasta de ectoenergía fue lanzada a su rostro tapándole la boca, le parecía un deja vu de hacía un par de meses, otra soga le fue arrojada pero esta vez a las manos, que estaba conectada a un lanzador, Skulker tiró de la soga jalándolo hacia él.

Danny estaba demasiado cansado de todas esas noches casi en vela luchando contra fantasmas que le estaba pasando la factura y sus fuerzas estaban mermadas, sin embargo, no se la dejaría fácil al fantasma y cuando estuvo lo suficientemente cerca mientras Skulker daba su aburrido discurso sobre "Soy el Acechador y por fin he atrapado al chico híbrido...." Dio un salto y le propinó una patada en el rostro aventándolo hacia atrás con bastante fuerza como para hacer que la soga se rompiese liberándolo del arma del otro fantasma, pero aun uniendo ambas manos.

Aprovechó la distracción para salir volando en dirección de su hogar, no sin antes recibir tres bolas de ectoplasma en su espalda la cual ardía un poco, esperaba poder llegar a su casa antes de perder su transformación, le costaba bastante mantenerla, estando tan cansado y herido, un último ataque le hizo perder la concentración haciendo que "volara" contra la puerta de su casa, entrando gracias al cielo, sin romperla aunque no podría decir lo mismo sobre la mesa de centro que terminó hecha trizas con él sobre los restos, terminando inconsciente y destransformándose.

. . .

Hizo una mueca de simpatía por el posible dolor que debía estar sintiendo el pobre chico.

Sería una gran mentira que dijera que no había visto nada, cuando él mismo había mandado al Acechador por el muchacho, pero bueno, él era ¡Vlad Plasmius! Tenía en su poder a casi toda la Zona Fantasma, o la gran mayoría de ella le debía favores que cobraba con respeto y lealtad para él, aunque bien sabía no todos los fantasmas lo tenían, dejando eso de lado, había estado observando todo desde su lugar privilegiado (a unos diez metros de distancia) como se desarrollaba la pelea de su pequeño tejón, es decir, del pequelo tejón porque ese niño no era suyo ¿Qué cosas pensaba? No tenía idea.

Como pudo adivinar, el niño tenía talento innato que no alcanzaba a desarrollar con esa pobre práctica que tenía solo enfrentándose a fantasmas de vez en cuando ¡ni siquiera tenía una rutina real de ejercicios porque la clase de educación física una vez a la semana no contaba! así nunca podría alcanzar todo su potencial, quería verlo convertido en el poderoso fantasma que podría ser si tan solo siguiera las indicaciones adecuadas.

Soltó un suspiro audible de fastidio, "tonto niño fantasma" pensaba mientras descendía al suelo, traspasando el techo de los aAboratorios Fenton no sin antes ordenarle al otro fantasma irse de una buena vez a buscar algunas de las cosas que le había pedido, mismo que se encogió de hombros con recelo y se fue.

Una vez dentro, en la planta baja y con la puerta cerrada, se posicionó justo al lado del menor, con las manos detrás de su espalda, observando al menor atentamente, las heridas que tenía tardarían poco más de un día en sanar, inhaló profundo, ese mocoso le sacaría canas a su forma fantasmal, lo tomó en brazos al estilo nupcial sintiendo cierto cosquilleo agradable al tenerlo entre sus brazos, se veía tan cansado, esas ojeras bajo sus ojos hacían contraste perfecto con su piel, quizá había exagerado un poco al mandarle tantos fantasmas para pelear.

En fin, voló hacia arriba traspasando el techo para entrar al primer piso donde sin tocar el piso y flotando, se dirigió al cuarto del menor, una vez dentro lo acomodó en la cama con cuidado, para como lo veía estaba seguro que no despertaría hasta la mañana, o al menos así lo esperaba, así que fue por el botiquín médico para atender las heridas del más joven.

Se dedicó primeramente a las visibles a simple vista, le quitó la soga de las manos, pero cuando terminó lo que venía a continuación lo puso bastante nervioso pues según la mueca que hizo el joven al recostarlo, tenía una herida en la espalda, así que con cuidado le quitó la camisa dejando ver su torso desnudo y su espalda donde efectivamente, se mostraba una herida circular como si le hubieran quemado.

Tomó el algodón poniendo alcohol en este para pasarlo por la herida escuchando el siseo adolorido del muchacho pero sin tomarle importancia siguió limpiando la herida, una vez terminó le puso una gaza, quizá Skulker se le había pasado un poco la mano al atacarlo, aunque el mismo lo había dejado peor en su primer encuentro ya que si no hubiese sido por que se dio cuenta que era eñ hijo de Maddie, sin duda alguna lo hubiera matado.

Pero las cosas estaban cambiando y no podía estar seguro sí era para bien o para mal, pero sentía ciertas alteraciones, justo como minutos antes había sentido, negó con la cabeza y despejó esas ideas raras de su mente, tenía cosas mejores y más importantes en las cuales pensar, como por ejemplo, detener por el día de hoy los fantasmas que atacarían Amity Park para darle un poco de descanso aunque mañana habría el doble de trabajo para el menor, esperaba por su bien que pronto se decidiera en aceptar su oferta para entrenarlo.