Rosalie

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Estaba emocionada porque la fiesta estaba yendo perfecta, había muchos invitados, la música estaba a todo lo que da y lo mejor de todo estaba divirtiéndome demasiado viendo como algunos bailaban tratando de hacerse los guapos.


Cuando la canción cambio a una mas movida y divertida fui a la pista y empece a bailar sola al compás de la música, moví sensualmente mis caderas haciendo que varios me empiecen a mirar y yo le guiñe un ojo a los que me miraban.


¿Estaba coqueteando con los invitados? Pues si, tenia que vengar mi orgullo herido porque mi monito se fue de viaje y quien sabe todas las zorras que se le han acercado. 


- ¿Te gustaría bailar conmigo?- un chico me pregunto.


Tengo que admitir que me sorprendió bastante el hecho de que parece que no es el único que esta pasado de copas o que me diga rubia como unos cuantos imbéciles lo hicieron. 


- Estoy bailando acaso no ves - le dije levantando una ceja.


Pensé que con mi tono de vos lo espantaría, pero en vez de eso siguió allí y de la nada empezó a bailar conmigo, aunque no quisiera hacerlo me reí al ver lo ridículo que bailaba. No pude contenerme y empece a reírme el sonrió al ver eso. 


Cuando la canción termino salimos de allí y el chico me siguió, fuimos afuera para que pudiéramos hablar yo le dije que estaba casada y el asintió con la cabeza para luego guiñarme el ojo y alejarse de mi, tengo que admitir que ese pequeño coqueteo me levanto un poco el animo que tenia y eso me gustaba.



A/N: ¿Que les parece? Espero que les guste y me dejen su opinion.

Mientras no estabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora