First Love

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Kun estaba tranquilo, posponer esa conversación era innecesario y molesto para ambos. Una vez terminado todo, cada quién seguiría su respectivo camino en compañía de quién quisieran.

Después de tanto pensarlo, decidió que dejar libre a Sicheng sería lo mejor.

Saludó a su pareja con una leve sonrisa en el rostro y le indicó que tomara asiento junto a el en el sofá. Trataría de actuar lo más relajado posible, por el bien de su larga amistad.

—¿Sales con Yuta?

Esa pregunta tomó con la guardia baja a Sicheng, estaba preparado para cualquier clase de reproches que tuviera Kun, sin embargo nunca espero eso.
Kun quizo reír al ver la expresión de Sicheng, recordó aquellos días en los que respondía de la misma manera al ser atrapado con sus travesuras.

—No.

Sus sentimientos por el menor no eran los mismos, pero una traición seguía siendo lo mismo al final de cuentas. Dolorosa, solitaria, decepciones e impotencia. ¿No fue lo suficiente para Sicheng? 

Incluso negó sus sentimientos hacía Hansol por el bien de su relación.

Estaba molesto, pero no por el hecho de ser traicionado de esa manera pues era algo que había asimilado, no obstante Sicheng se atrevía a mentirle.

¿Lo creía estúpido? No había manera de que no se enterara sobre su relación.

Las constantes señales estuvieron ahí, Sicheng nunca fue bueno ocultando lo que hacía y esa vez, no fue la excepción. Cuando no llegaba a dormir, las veces que lo escucho decir "perdón" mientras creía que dormía, incluso ese día que fue a la casa de Yuta por las cosas de Hansol ayudó a comprobar sus ideas.

Era su error.

Trato de aferrarse a la relación y por consecuencia mantenía alejado a Hansol. No contaba con que el mayor de alguna manera terminaría por ocupar su mente todo el día y provocaría sensaciones desconocidas en su organismo.

Kun si respetaba. No importaba si el amor desapareció en su relación, Sicheng simplemente tenía que decirle "terminamos, me gusta alguien mas", en lugar de traicionar su confianza.

Tampoco podía culparlo del todo, incluso el mismo había comenzado a gustar de alguien más mientras aún estaba en una relación, pero no podía evitar pensar en todas las veces que el se sintió culpable por lastimar a Sicheng de esa manera cuando al menor no le importaba. 

—Por favor, no mientas—rogó con un tono cansino—Es suficiente.

—Kun, no entiendes.

El mayor dió un fuerte suspiro antes de continuar, necesitaba calmarse o de lo contrario perdería la paciencia.

—Las cosas cambiaron, ¿Cierto?—con cautela levanto su mano y acarició con dulzura la mejilla de la persona frente a el, no estaba el habitual cosquilleo en sus manos, una señal más de que todo debía terminar.

El menor asintió con sus ojos brillosos, producto de las lágrimas retenidas.

—Por favor no llores—le suplico con una sonrisa a pesar de que el tal vez estaba en el mismo estado—Sicheng, terminemos bien, ¿Si?

—Amo a Yuta—confeso con lágrimas cubriendo sus mejillas.

Pronunciar esas palabras significaba un gran peso sobre sus hombros, no quería seguir lastimando a Kun.
Su vista estaba nublada por las constantes lágrimas que caían descontroladas, a pesar de la obscuridad y falta de visibilidad pudo ver como el mayor articulo con sus labios "Lo se" sin producir algún sonido.

¿El también estaba llorando? No lo sabia.

—Para ser honesto—murmuro Kun—Yo también encontré a alguien más. Alguien que me gusta mucho.

Estrecho al castaño entre sus brazos pudiendo sentir la calidez que desprendía. ¿Hasta cuando sería bueno? No había ningún reclamo, ningún comentario despectivo hacía Yuta y el. En el fondo, deseaba que Kun también fuera feliz al igual que el lo era con Yuta.

—Si nos fijamos en otras personas, tal vez deberíamos salir con ellas.

Sicheng escondió su rostro en el cuello de Kun, aspirando su embriagante aroma tratando de guardarla para siempre, pues no creía ser capaz de encontrarse con ella en un futuro.

—¿Te arrepientes de viajar a Corea?—cuestiono en un murmullo inhalando sonoramente.

—No lo creo—respondió con simpleza—El único error que cometimos fue confundir amor con admiración. Aún recuerdo a ese pequeño niño que me veía practicar, aun recuerdo a ese delgado niño que tenia que defender de los mayores por ser torpe.

Separó su rostro del cuello de Kun, lo miró a los ojos perdiéndose en esos orbes oscuros que en su niñez y adolescencia le brindaron la calidez que necesitaba para sentirse en paz.

Rozó su mejilla con los labios temblorosos en un beso efímero cargado de sentimientos, con ese beso le pedía perdón por todo el daño que le pudo hacer, con ese beso le daba las gracias por los cuidados, con ese beso le decía adiós.

—Amigos, siempre—murmuró al terminar el contacto.

—Antes de ser pareja, fuimos amigos—aseguró el mayor mientras le mostraba una gran sonrisa.

Aquella a la que se acostumbro a ver todos los días, esa que le gustaba sentir al besar sus suaves labios. No obstante, la ensoñación se había terminado.

—Siempre seras mi primer amor—musitó antes de besar su frente.

—Te ame de verdad Kun.

—Yo también lo hice Sicheng. 

El mayor se puso de pie no sin antes decir adiós. Sicheng vió su silueta caminar hasta llegar a la puerta y salir del departamento.

Todo había terminado.

De alguna manera, su corazón se sentía liberado.

Podía amar sin restricción alguna a Yuta. 

A pesar de todo, las lagrimas seguían ahí. Había perdido a su mejor amigo, había perdido a la única persona que estuvo con el en todo momento.

—Adiós—sollozò al ver la puerta cerrarse.

Pensó que no sería escuchado, sin embargo no contaba con que Kun estaría apoyado del otro lado de la puerta cubriendo su boca con fuerza tratando de callar su sonoro llanto. 

Algo dentro de el parecía haberse perdido.













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