Traición [1] [Sin Editar]

32

Ethan

— ¿Qué averiguaste?.

— No hay relación alguna — Damian se dejo caer perezosamente en uno de los sillones de mi despacho — el rastreador que se encontró husmeando la otra vez no tiene nada que ver con el clan de los vampiros, hasta donde se, la manda New Moon  se odia a muerte con el clan Blood fangs.

— Muy bien... — asenti — pero aun así vamos a poner más vigilancia, nuestros enemigos ahora tienen un nuevo objetivo.

— Leah — aseguró Damian, asentí.

— Y sobre todo que aún no tengo un sucesor — camine hasta llegar frente al ventanal — los vampiros quieren venganza y las demás manadas territorios, hay que estar listo para todo.

(...)

Una furiosa Leah entro a mi despacho, su olor impregnó el cuarto. Alce mi vista de los papeles para mirarla a ella, sus mejillas estaban teñidas de un leve rojo, y no de vergüenza si no de enojo.

— ¿Por qué tengo a ocho guerreros tras de mi?.

— Por tu seguridad, no puedo estar contigo todo el tiempo así que ellos lo harán.

— No soy una niña a la cual deben de cuidar ¿lo sabes, no?.

— Te completas como tal — masajee mi cien — no solo existe esta manada Leah, hay más en el pais y todas buscan más poder, también están los vampiros...

— Lo que faltaba — restregó sus manos en su rostro — ya no quiero ver más vampiros, si al menos fuera Edward Cullen.

— ¿Quién es ese? — la mire con el ceño fruncido.

— Una película — le resto importancia.

— Humanos... — murmuré — aprovechando que estas aquí, hay un tema importante del cual hablar.

— ¿Cuál?.

— La manada necesita un heredero.

(...)

Omnisciente

El cabello color azabache se movía conforme las ráfagas de viento azotaban el rostro de la chica. Sus pasos eran firmes y decididos, su rostro no mostraba emoción alguna, sus fríos ojos azules miraban el lugar a su alrededor.

Se detuvo en el lugar acordado, en el territorio neutro, donde ni hombres lobos o vampiros tenían poder. De entre los árboles apareció una figura, el color pálido de su piel lo delataba.

— Pero miren a quien tenemos aquí — su voz era ronca, los pasos de los años no cobraban factura en el — la futura Luna de Full Moon, pero que despistado soy, tu no seras la Luna porque el perro ya encontró a su mate.

— Te equívocas querido, yo si voy hacer la Luna de Full Moon — dio un paso hacia el vampiro — y para eso necesito de tu ayuda.

— ¿Y qué te hace creer que te voy a ayudar?.

— El tratado — dijo la pelinegra — haré que el tratado este de vuelta y además la satisfacción de ver como Ethan sufre por su mate.

— ¿No era que lo amabas? — inquirió el vampiro alzando una ceja.

— ¿Amar? — su risa sin humor llego hasta los oídos del vampiro — yo no conozco el amor, yo solo quiero poder y ser luna de Full Moon me lo va a dar.