—Ni en broma.
—¡Nunca hacemos lo que yo quiero!
—Sabes que eso no es verdad.
—¡Sí que lo es! —acusó—. ¡Eres un amargado! ¡A-mar-ga-do!
—Giotto, de verdad que no...
—¿Es porque estás con esa? ¿Es eso? —preguntó, y Alaude rodó los ojos—. ¡Lo admites! ¡Infeliz!
—Que no estoy con nadie, Giotto. Simplemente no...
—¡Esto no te lo perdonaré, Alaude!
—¿Puedo hablar un maldito...?
—¡No sabía que fueras así! ¡Papá tenía razón! ¡No debí meterme contigo!
—No metas a ese...
—¡Es mi padre!
—¿Me vas a dejar terminar una...?
—¡No! ¡No quiero oír tus excusas!
—Giotto, tranquil...
—¡No quiero tranquilizarme! ¡Te odio!
Y con eso, se fue dando un portazo y sollozando.
Alaude suspiró. Por Dios, su novio era una auténtica reina del drama. Y lo peor era que sabía lo que pasaría...
Nada, tendría que enfrentarse a su suegro.
—¿Problemas con el amor, alondra?
—No tantos como los tuyos, herbívoro melón —respondió.
—Nufufu, agradezco entonces el no tener un suegro como el tuyo.
—Agradece que esté lo suficientemente agotado para pelear contigo.
Bostezó. Ayer no había dormido demasiado, estaba demasiado... ocupado.
—¿Y bien? ¿Qué piensas hacer con lo de tu infidelidad?
—¿Sabes con quién cree Giotto que le fui "infiel"? —Daemon negó con la cabeza—. Hmm, supongo que él solo vio su pelo. Es rubia, tiene ojos azules...
—¿¡Elena!?
—Hmm, creo que así se llamaba.
—¡Te juro que como la hayas...!
—No he hecho nada, joder —bufó—. Pero Giotto cree que sí. Y más cuando me he negado a ir al cine con él.
—¿Al cine?
—Quiere ver una película de estreno.
—¿Y qué tiene de malo?
—Que es una película para niños de siete años. Y está recién estrenada. ¿Tú sabes la de pequeños y ruidosos herbívoros que habrá ahí?
—Ajá, y piensa que estás siéndole infiel con mi Elena.
—Más o menos.
—Ya puedes ir a pedirle perdón y llevarle al cine.
—Ni en broma pienso ir a ese lugar.
Daemon bufó. Alaude no sabía bien lo que era un Giotto enfadado con su novio. Claro, el rubio platino se encerraba en su habitación o se iba por la ciudad, peleaba un buen rato con su suegro (destruía en ello media ciudad) y pasaba hasta que decidía que había pasado un buen tiempo y el enfado de Giotto, volátil como era, se le había pasado.
Alaude no era de disculpas, pero pese a todo, siempre terminaba por hacer lo que su novio le había pedido y se reconciliaban.
Sin embargo, el de ojos dorados hacía sufrir a todos con su mal humor durante el tiempo de furia. Un Giotto enfadado era como un demonio sádico salido de la cara B de su amabilidad. Ni G lo soportaba.
![](https://img.wattpad.com/cover/117611954-288-k437142.jpg)
ESTÁS LEYENDO
30 Days: OTP Challenge
FanfictionTreinta momentos de una de mis OTP's de KHR: Alaude y Giotto (AG) ¡Pasa y lee! » Nominada por: LittleBrokenStory