Capítulo 3

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Pov Steven Johnson

Cuando llegue al hospital me informaron que a la chica la habían podido identificar y no tenía seguro médico. Estaba estable, pero no se podía quedar allí.

No sé por qué, pero les pedí y pague para que la trasladarán a la clínica privada, en la que yo me atendía.

Cuando yo, Steven Johnson, hacia algo así por alguien que no sea yo y encima una desconocida. Supongo que me sentía con algo de culpabilidad y por eso lo hice.

Una vez en mi clínica le hicieron estudios para comprobar que no tuviera fracturas o hemorragias internas.

Los estudios dieron que tenía ningún hueso fracturado, pero seguía inconsciente por el golpe.

Me habían dado a mi sus pertenencias, su móvil no paraba de sonar y tome la decisión de apagarlo, no me importaba meterme en su vida.

Ahora me encontraba sentado al costado de la camilla, mirando mi inicio de Instagram.

La enfermera no ha dejado moverme de al lado de la chava, porque piensa que fue mi culpa que terminará aquí. No entiendo porque todos piensan eso.

Sentí un gemido de dolor. Ahí estaba la tipa que había atropellado intentado sentarse. Bruta.

-Yo que tu no haría eso.- Dije de mal modo. Ya estaba cansado de estar aquí. Tendría que estar en mi gimnasio personal o follando con alguna puta.

Saben todo este tiempo que estuve aquí sentado la observe mejor y era linda. Tenía un cabello rojizo y ahora podía apreciar que tenía ojos azules.
Que digo. Pasar tiempo aquí me ha vuelto una nena.

-Ya era hora.- Dije molesto

Como la chica no recordaba que yo la pase por arriba, le di unos dólares a la puta enfermera para que no dijera nada, aparte de que tuve que hacer lo que ella me decía.

No me sorprendió en donde trabajaba. Tenía aspecto de puta.

Cuando salí del hospital decidí primero llamar al dueño del antro y luego ir por la niña.

Busque el número del dueño del antro y llame. Él era un viejo amigo mío, me ha conseguido buenas putas.

Luego de tres pitidos, contesto.

-Diga.- dijo con voz autoritaria.

-¿Así le hablaras a un viejo amigo?

-¿Steven? ¿Steven Johnson?- Dijo luego de unos segundos.

-El mismo. Oye te llamo por lo siguiente. Una de tus putas ha tenido un accidente, por eso no pudo llegar a su reunión.- Dije en resumiendo lo que había pasado

-¿Francesca?- Dijo con voz de sorprendido- ¿Ella está bien?- Su tono de voz era preocupado.

- ¿Desde cuándo te preocupas tanto por una empleada?¿Te estas acostando con ella? Y si está bien.

- Creo que eso no te incumbe Steven. Me dio gustó hablar contigo, dile que cuando pueda me llame.- Y sin más corto.

Eso fue extraño.

Me monté a mi coche y fui hacia la puta guardería, que por suerte no estaba tan lejos. Entre a la guardería y era un pasillo largo donde habían varias puertas. Lo que me llamo la atención fue una pequeña niña rubia sentada un banquito de madera.

Me acerqué a ella y le dije - ¿Tu eres Sara, verdad? - Ella levantó la vista y me miró con su sueño fruncido.

Era una niña linda, igual que su mamá. Que digo. No jodía cuando decía que estar encerrado en esa habitación me había hecho mal.

-Sí. Mi mami dice que no hable con desconocidos. - Dijo con voz tímida y mirando hacia la puerta.

- ¿Usted quién es? - Subí mi mirada y me encontré con unos grandes pechos.- ¿Sara lo conoces?- Volvió a decir ella sacándome de mi embobamiento por sus tetas. Sara negó con su cabeza, maldita niña.

-Soy un amigo de Francesca, ella me ha pedido que venga por Sara.

-Lo lamento señor, pero su madre no nos ha dicho nada que mandaría a alguien más por Sara.-Maldita maestra.

Luego de seducir un poco a la maestra me pude llevar a Sara y su número celular. Juro que tenía que conocer a esas tetas.
¿Era legal ser maestra con ese cuerpo?

Subí a la niña al auto y le coloque el cinto. Una vez que subí yo al coche note que tenía una mirada triste.
-¿Que pasa cariño?- Maldita niña Me hacía decir cosas que lo quería.

-¿Mi mami ya no me quiere? - Dijo al borde del llanto.

- Oh, claro que si. Ella te quiere mucho sabes, sólo no ha podido venir por ti porque tuvo un problema.¿ Tienes hambre?- Pregunté intentando cambiar de tema.

- Si - Dijo tímida

Pasamos por McDonald's y le compré una hamburguesa. ¿Qué? La niña tenía hambre que querían que le diera. Cuando termino de comer partimos a la clínica.


Sara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora