Capítulo 16

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Pov Emir Borkan

Sentía a móvil un poco lejano, no paraba de sonar.

Joder.

Mi cabeza dolía, mi mal humor era ahora aun peor.

Ahora recuerdo porque había dejado toda esta mierda. Si digo que no extrañaba esta vida, estoy mintiendo. Drogas, alcohol, putas, sexo.

Me había pasado toda la madrugada consumiendo y me había follado alguna que otra puta.

Había sido una buena noche, aunque no la recuerde toda.

Comencé a sentir besos en mi cuello y un beso sobre mi.

-Bebe despierta, tu móvil no para de sonar. -Dijo con voz seductora.

Mis ojos se abrieron rápidamente, joder esta no era mi cama.

Frente a mí se encontraba una chica de cabello morocho, con unas tetas de muerte. Hasta drogado tenía buen gusto, esto es increíble.

Ella comenzó a besarme, no era un beso dulce como los de Fran. Era un beso desesperado y bruto.

Mierda, Fran.

La había olvidado por completo y un sentimiento de culpa apareció en mí.

Era un maldito egoísta.

Agarre a la chica de las caderas, ella creo que pensó que íbamos a pasar a otro nivel porque comenzó a frotarse sobre mí. Pero con mucho auto-control la saque de arriba mío.

-Lo siento, debo irme. -Dije con una sonrisa inocente. - ¿Mis cosas?- Pregunte buscándolas con la mirada.

-Ahora te las traigo. - Dijo un poco molesta, levantándose de la cama, totalmente desnuda. Maldición, era una maldita zorra no podía provocarme así.

Emir concéntrate, recuerda que debes ir a ver a Francesca. Decía una voz en mi interior.

-Toma. - Dijo, mientras me daba mi ropa, mi móvil y las llaves de mi coche, las cual mire confuso no recordaba a ver manejado. -Espero volver a verte pronto, guarde mi numero en tus contactos.- Dijo guiñándome el ojo y tirándose de nuevo en la cama.

-No lo creo- Dije más para mí que para ella.

Seguía sin saber cómo había llegado mi coche hasta aquí, pero estaba y eso era lo que me importaba en ese momento.

Apenas tome mi móvil, este se apagó. Maldición, estaba meado por un elefante. No se podía quedar sin batería en otro momento. Por suerte existen los cargadores para el auto y siempre tenía uno en mi coche.

Una vez que lo pude prender, miles de mensajes y llamadas comenzaron a caer.

-Maldición.- Dije golpeando el volante. Eran las 3:00 P.M, y yo debía ir a la clínica más tardar las 10 A.M.

Pov Francesca Harris.

Desperté alrededor de las 9 a.m. porque Sara estaba un poco inquieta en la cama, seguramente mi princesa este teniendo una mal sueño. La iba a despertar pero se dejó de mover, supuse que ya había pasado.

Me pareció un poco extraño que Emir no este aquí, el prometió venir temprano. Pero pobre, debe estar ocupado con su trabajo que no puede descuidar.

En este momento me sentía una carga, una molestia para él.

La verdad es que aparte de la cama ser un poco pequeña para las dos, nos acomodamos bien.

Tengo que admitir que había sido una de las noches que había pasado mejor. Supongo que se debía a la presencia de mi hija, extrañaba muchísimo compartir estos momentos con ella.

Estaba hipnotizada con la belleza de mi bebe, mientras acariciaba su frente.

Cuando Jimena una de las enfermeras entró a la habitación. Era una de las enfermeras que tenía menos relación, no tenía ningún problema personal con ella pero a veces solía mirarme o contestarme mal. Por suerte, casi siempre le tocaba su turno en otro piso y no tenía que ver su cara mal humorada.

-Sabes que ella no puede dormir allí, la cama es sólo de los pacientes. - Pronunció un poco molesta.

-Lo sé, por favor habla más bajo la despertaras.- Le susurre, lo más amable que pude. No quería una pelea en este momento.

Ella no respondió mas, solo saco mi intravenosa. Cosa que me pareció extraña, pero ignore.






Sara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora