¿Se fugó? ¿Mi hermano? Bueno... Suena a algo que haría él.
—¿Es verdad? —Merlín asintió—. ¿O nunca estuvo aquí?
—Lo estuvo —dijo Mérida regresando algo agitada.
—¿En serio? —ella asintió—. ¿Podemos buscarlo?
Miré a Merlín, quien alzó una ceja.
—¿Buscarlo? ¿Para qué? —interrogó.
—Ya me tienes, al menos déjame estar con mi hermano.
—Exacto, ya te tengo, así que él ya no me sirve.
Su sonrisa hacía que quisiera golpearlo justo ahí.
—Entonces lo haré yo.
—Ah, ¿sí? —se acercó un poco a mí, riendo—. ¿Cómo?
Sentía cómo la sangre hervía en mis venas. Estaba furiosa y quería descargar todo ese enojo en él. No quería matarlo, solo que sufra, aunque sea un rato. Comencé a sentir cómo toda esa energía que había sentido en aquel juicio empezaba a fluir por todo mi cuerpo. Mérida y Merlín también lo notaron y retrocedieron un poco. No parecían asustados, al contrario, parecía que se estaban preparando.
—Castiel... —murmuró Mérida.
Él llegó enseguida y eso me hizo enojar aún más. ¿Uno contra tres? Eso sí que es justo. De repente me quedé ciega y cerré fuertemente los ojos, pero poco después los abrí y podía ver mejor que antes. Mi cabello ya no pesaba. Mis manos se prendieron fuego un segundo, y ese segundo fue suficiente para destrozar las esposas.
—¿Es mitad bruja? —le preguntó Castiel a Merlín, pero él no contestó—. ¡¿Lo es?!
—¡No lo sé! —exclamó él.
Mis ojos se fijaron en aquel brujo que, según él, era el más poderoso. Incluso más que yo. Comencé a acercarme a él, pero él retrocedía cada vez que yo daba un paso.
—¿Me tienes miedo? —cuestioné sonriendo.
—Claro que no.
Empezó a mover sus manos en círculos para preparar una esfera roja.
—Oh... Juegas sucio —le dije mientras reía—. El muerto se asusta del degollado.
Me lanzó la esfera, en vano. La detuve por acto reflejo y gruñó. Mis manos eran mi muro. La bola roja seguía flotando frente a mí, pero recibí otra por parte de Mérida, la cual no vi venir. Caí al suelo junto con la que el muro estaba sosteniendo e hizo un hoyo en el suelo; justo al lado mío. Sea lo que sea que me haya lanzado, me aturdió muchísimo. Mi cabeza latía y mi corazón bombeada a toda velocidad.
—¡¿Eso es lo mejor que tienes?! —gruñó Merlín.
—¡Lo siento! No recordaba otro más potente —explicó Mérida.
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La Isla del Destino © #1 [ COMPLETA ]
Fantasía¿Y si te dijera que existe una isla donde las decisiones que tomaste en el pasado te convierten en algo más? Todo aquel que se atreva a pisar esta desconocida isla tendrá que aceptar su destino, o el karma. Un día llega alguien nuevo que, sin quere...