Ah, sí... una conversación pendiente. ¿Con Dios y Lucifer?

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A Thomas le cuesta un mundo pasar saliva a través de su garganta y, por un segundo, cree que se ha vuelto loco ya que está viendo triple. Delante de todos se encuentran Dios y Lucifer, ambos curiosamente iguales que Dylan en físico, quizás con alguna minúscula diferencia como la ropa de colores y la ropa negra, pero aparte de eso...

- ¿Puede explicarme alguien qué está pasando aquí? - susurra con un hilo de voz, aunque hay tanto silencio que todos lo escuchan.

- Simple, somos trillizos - Lucifer se encoge de hombros como si fuera la noticia más normal del mundo.

Los ojos chocolates de Thomas se abren como platos, el grupo de élite lo entiende a la perfección. También reaccionaron igual la primera vez que los vieron juntos.

Dylan suspira con resignación, su pequeño gran secreto a punto de salir a la luz.

- ¿Qué estáis haciendo aquí los dos?

- Tenemos una conversación pendiente - Dios ladea la cabeza.- ¿Es que no piensas presentarnos? Por favor, usa nuestros nombres humanos. Será divertido.

Dylan los fulmina con la mirada.

- Thomas, ellos son mis hermanos mayores. Por orden: Dios, cuyo nombre en el mundo humano es (curiosamente) Caleb y Lucifer, su nombre es Mieczyslaw - trata de evitar una sonrisa vengativa, pero no puede hacer nada con la leve curva de sus labios.

- Sabía que harías eso, maldito crío, eres tan predecible. Prefiero Stiles, muchas gracias.

- ¿Ves? - Caleb se gira hacia Stiles.- Su doncel se llama como yo cuando era más joven, soy su hermano favorito.

- De eso nada, prepotente, es pura casualidad.

- Oh, hermanito, las casualidades no existen.

- ¡Basta ya los dos! - la voz de Dylan se alza sobre Caleb y Stiles.- Tenéis a todos flipando en colores.

- A casi todos, nosotros ya pasamos por esto una vez - Will alza las manos y se sienta junto con Jackson y Ki que asienten a su vez. Lydia, Scott, Theo y los Argent los imitan por lo que en realidad el único alucinando es Thomas.

- Yo... - el mencionado no es capaz de articular palabra.

Dylan se acerca a él comprensivo.

- Es sencillo: nacimos de padre Cielo y madre Tierra por la necesidad de establecer un orden. Caleb es el mayor por lo que se quedó con el Paraíso, Stiles es el segundo y le tocó el Infierno, yo soy el último y en teoría tengo que sustituir al primero que se jubile o la palme - se encoge de hombros, no puede evitar sentirse ligeramente divertido, siempre es alucinante explicar sus orígenes.

- Es difícil que la palmemos así que Dylan, hermano querido, coge el trono del Paraíso.

- Por supuesto que no, escogerá el Infierno donde se ha criado.

- Si por esas fuera en realidad debería quedarse con la Tierra donde ha pasado más tiempo - Caleb se cruza de brazos.

- Pero no puede, ¿verdad? - Stiles se horroriza ante la posibilidad de que no exista jubilación.

- Ahora que lo dices...

- Chicos, lo estáis haciendo otra vez y seguimos todos aquí - Dylan se acaricia las sienes.

Los dos entes superiores se miran entre ellos y por fin se ponen serios, todos en la sala tensan su postura cuando ambos se acercan a la pizarra de Thomas.

- Ya os lo dijeron Jackson y compañía el otro día: somos omnipresentes lo sabemos todo - Stiles observa las conexiones hechas con los hilos.

- Todo menos que tu prometida es una psicópata - masculla Thomas, molesto.

Un ángel en el infierno #DylmasNewtmasAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora