Sale de sus pensamientos cuando Will irrumpe en la sala con una cara que expresa claramente el cabreo que inunda su mente y la ira corriendo por sus venas.
- ¿Qué quería ese traidor? – pregunta.
Dylan cierra los ojos resignado y los vuelve a abrir cuando lo siente moverse por la habitación, en busca de algo que obviamente no encuentra.
- Ayuda.
- ¿Ayuda? – su tono de voz es tan brusco que Dylan tiene que ponerse alerta, Will no es el demonio más agradable cuando pierde el control sobre sus emociones.
- Sí, es inspector de policía de Nueva York.
Aquellas palabras dan en el clavo y consiguen el efecto deseado: Will se da la vuelta lentamente para clavar ahora sus ojos confusos en los de Dylan.
- ¡Increíble, ya dejan a cualquiera defender la paz de los humanos! Desde luego... - sigue moviéndose por la habitación mientras suelta una serie de maldiciones.
- Me trajo un caso de un asesino en serie – Will no se inmuta.- Lo acepté – ahora sí que se detiene, Dylan puede sentir cómo lo taladra con la mirada. No está de acuerdo, por supuesto que Will no está de acuerdo, ¿en qué mente cabe que pueda llegar a ser lógico ayudar a un renegado?
- Ya me darás los detalles – susurra, al parecer resignado ante la actitud del que también es su jefe.
- ¿Qué estás buscando? – pregunta Dylan finalmente, cansado de seguir con la mirada sus movimientos.
- La mochila de Thomas – contesta, deteniéndose.
- ¿Para qué? – alza una ceja.- ¿Se ha despertado?
- ¿Qué si se...? – se da la vuelta, como movido por un resorte, y se acerca a él.- ¡Sí, se despertó! Pero no te imaginas de qué manera.
El gesto de Dylan le indica que siga hablando, pero primero debe encontrar la dichosa mochila. El moreno señala un lugar que está detrás suya, por lo que vuelve a darse la vuelta y se encuentra cara a cara con un perchero en el que hay una mochila azul.
- ¿Qué te sucede? Estás muy alterado.
Abre el bolso y coge el móvil que resulta ser nada más y nada menos que un iPhone, Will recuerda el primitivo aparato que descansa en sus bolsillos y se siente derrotado por la tecnología. Con resignación busca entre los contactos a Kaya.
- ¿Qué vas a hacer? – pregunta, curioso.
- Voy a llamar a Kaya, la amiga de Thomas, para que lo venga a buscar.
Entonces, no puede aguantarlo más, se levanta del sillón y va hasta Will, le arrebata el móvil de las manos, ganándose una mirada interrogante de su leal guerrero. Percibe el desconcierto y la angustia de Will al estar más cerca y consigue descolocarlo por completo.
- Se despertó, Dylan, gritando que no lo tocara y que me alejara de él. Sus ojos estaban desubicados, no me reconocía – se deja caer sobre una silla.- Luego comenzó a llorar, con el rostro desencajado por el miedo y me pidió... - cierra los puños al recordar las palabras de Thomas, ¿quién le había hecho tanto daño como para que reaccionara de forma tan violenta?
- Estoy esperando que continúes, Will.
- Me pidió que no dejara que le hiciera daño otra vez.
Will no espera que aquellas palabras causen un impacto mayor del que en él, pero cuando ve las facciones del rostro de Dylan contraerse debido a la ira, supo que se equivocó al suponer.
Dylan respira profundo varias veces.
- ¿Y ahora? ¿Cómo está?
- Dormido. He aprovechado para bajar y avisar a su amiga, contarle lo que sucedió para que lo venga a buscar y, a ser posible, pase la noche con Thomas.
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Un ángel en el infierno #DylmasNewtmasAwards
FanficUniverso Alterno. Thomas se ha mudado a Nueva York con la esperanza de escapar de un pasado oscuro y ha encontrado trabajo como ayudante del detective más famoso del país: Dylan O'Brien. ¿Encontrará por fin la tranquilidad y estabilidad que está bus...