Lo operan con prioridad y urgencia, así que apenas tres horas más tarde Thomas es llevado a una habitación en la UMI y ahí está él, a punto de entrar en un verdadero ataque de pánico. Los médicos no han sabido decir si despertará pronto o si está fuera de peligro.
Ellos pueden salvar a los humanos con su sangre, pero no pueden revivir a los muertos. Deja caer la cabeza hacia atrás, guarda la esperanza de que la sangre de Nogitsune sane los daños físicos, pero no para de preguntarse cómo se encontrará mentalmente al despertar.
- El primer error que cometo con los humanos y casi le cuesta la vida - deja caer la cabeza sobre el cristal de observación, con la vista clavada en la gran figura de Dylan que le da la espalda.
Dylan aparta con delicadeza los cabellos rubios de su rostro, perdiéndose en sus suaves rasgos siempre resplandecientes y que ahora están cansados y magullados. Recuerda lo hermoso que es desnudo y siente que su corazón humano es estrujado por una mano invisible y un sentimiento tan grande como abrumador.
Es la segunda vez que siente ganas de matar a aquel bastardo, es la segunda vez que intenta quitarle lo que ama, pero también es la primera vez que ha llegado a tiempo para salvarlo y la primera vez que puede estar a su lado sosteniendo su mano mientras le ruega en silencio que abra los ojos y se recupere.
- Te juro que haré todo lo que haga falta - acaricia la mano que tiene entre las suyas.- Te vigilaré las veinticuatro horas, te protegeré con mi propia vida, soportaré tus gestos infantiles e incluso que me obligues a comer - le acaricia el rostro, con una sonrisa rota.- Te llevaré el desayuno a la cama todos los días de mi vida, que no son precisamente pocos, me haré el dormido cuando te quedes leyendo hasta tarde, te enseñaré todo lo que quieras saber sobre mi mundo y sobre mí, pero a cambio solo te pido que salgas de esta. Podré soportar que no me ames, Thomas, pero no podré soportar perder de nuevo a quien amo. Me habías devuelto la vida, no me hagas pensar que solo eran falsas esperanzas - se inclina sobre él, depositando con suavidad un beso sobre su frente y se levanta mientras lo observa por última vez antes de salir de la sala.
- ¿Nada? - pregunta Will.
Dylan niega con la cabeza.
- Tengo que ir a El Claro con Kaya, voy a movilizar al grupo para que encuentre a ese cabrón - cierra su puño.- Y, esta vez, no podrá escapar de mí - se dirige a la salida.- Porque hace cincuenta años fui la víctima, ahora soy el cazador.
- Ten cuidado - recibe una sonrisa confiada de su jefe.
- Will - le llama, antes de salir del todo.- No voy a renunciar a Thomas, haz lo que tengas que hacer pero, aunque Thomas me rechace, conseguiré que me ame - luego desaperece.
El demonio rubio no respira hasta que siente la presencia de Dylan salir del hospital, acompañado por Kaya. Un suspiro escapa de sus labios mientras entra a la habitación y se sienta junto a la cama de Thomas.
Deja caer su cabeza sobre la palma de sus manos, derrotado por completo a la culpa que le oprime las entrañas sin compasión. Sabe que no desaparecerá a menos que él despierte, se recupere y vuelva a ser el joven alegre de siempre. Y, aun así, está seguro que seguirá sintiéndose culpable mientras su corazón lata y su memoria recuerde.
Cuando el sol ya está en lo alto del cielo, cerca de la una de la tarde, Will lo intenta otra vez, como ha hecho a lo largo de toda la noche.
- Thomas - le llama, sin ninguna esperanza de recibir respuesta alguna.
Siente el siseo de las sábanas antes de escuchar un suave carraspeo.
- ¿W-Will? - aunque su voz está un poco ronca y adormilada, es su voz.
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Un ángel en el infierno #DylmasNewtmasAwards
FanficUniverso Alterno. Thomas se ha mudado a Nueva York con la esperanza de escapar de un pasado oscuro y ha encontrado trabajo como ayudante del detective más famoso del país: Dylan O'Brien. ¿Encontrará por fin la tranquilidad y estabilidad que está bus...