El inicio de la creatividad

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Meses de vivir en una rutina monótona, en donde ya los gritos y las discusiones eran una charla del día que no podía faltar, las horas de clases lograban saturarme la mente, pero igual mis pensamientos se dejaban volar, la cabeza me explotaba pero yo podía manejar todos ellos, noches sin dormir por culpa de ellos, imágenes de que sería mi futuro, que pasaría si eligiera esta alternativa, y si fracasaba, el miedo a lo desconocido a no poder triunfar, las escenas de muchos momentos felices que podría vivir, si el tiempo pudiera retroceder, sería tan fantástico.

Mis imaginaciones siempre volaban al chico perfecto que alguna vez pudiera darme una fortaleza extra, que me quisiera y me haga sentir importante aunque ya para nadie lo era, que me hiciera sentir única, amada...

Las redes sociales nunca fueron lo mío, pero cuando decidí indagar en una, no solo me puse en contacto con personas que hace mucho no sabía de ellas, pude buscar al chico del que siempre estuve enamorada, pude ver que él era feliz, y que a pesar de todo siguió adelante aunque yo no fui la chica que lo acompañaba en las fotos, sería mentira decir que yo no seguí adelante, lo hago pero él siempre formando un pedazo de mi corazón. Mientras pasaban los meses tanto aburrimiento me enloquecía quise explorar, mientras conocía nuevas personas de diferentes lugares, hice muchos amigos y amigas a distancia, los cuales me animaban en las tardes, me sacaban una sonrisa en las noches, y otras conversaciones más profundas con chicos, cuando hablaba con alguno no le escribía a otro, era como si lo estuviera traicionando a pesar de no ser nada, pero las conversaciones melosas que mantenía era suficiente para que mi corazón sienta un poco de paz, las charlas duraban ciertos meses, luego acababan por ambos lados, puesto que yo no podía ofrecer nada, no quería un compromiso, mis estudios requerían todo mi tiempo, y lo siguen haciendo, pero hubo una persona entre todos esos chicos con los que me tope por las redes, que me hizo mantener en mi rostro una sonrisa de colegiala enamorada, palabras tan dulces, deseándonos los buenos días, preocupándonos por el otro, fue la persona que más me dolió dejar, pero el destino quiso que nos separemos y aunque podía volver a tenerlo, a intentar aunque sea en la distancia, no lo hice, era mejor así cada cual por su lado, siguiendo nuestras vidas, él y yo le dábamos mucha prioridad al trabajo el estudio, y por eso respetamos el dejarnos ir, y respete no volverlo a buscar, desde ese momento ya no encontraba un amigo virtual con el cual charlar por un rato, tampoco lo buscaba, ni me dejaba encontrar...

Una noche de sábado, un día de relajación entre amigos, una nueva persona estaba por entrar en mi vida sin siquiera esperarla, solo éramos cinco personas ese día, fue algo planeado en el momento, mi amigo quería que conozcamos a alguien, era una especie de triángulo amoroso pues él quería ver con que chica se quedaba su amigo, "un buen partido dijo él", yo estaba enterada de la situación pero no me intereso en lo más mínimo, aunque no niego que sentí ciertos nervios, el chico elegiría a mi amiga, ella es más suelta que yo, menos vergonzosa y quizás la idea de un novio no le producía preocupaciones como a mí.

La noche fue larga, el chico era muy divertido, y renegó toda la noche con mi amiga, se peleaban mucho, y por un instante me sentí frustrada porque quería algo con él pero a la vez no, nuestras miradas se cruzaban de vez en cuando, varias veces en realidad, me ofrecían alcohol, aunque sabían que lo detestaba, pero por esa vez deje todo de lado y tome no de una forma exagerada, pero lo suficiente para sentirme acalorada, por un momento fui a tomar aire a la ventana y él se colocó a mi lado, nos reíamos durante el juego de cartas y teníamos algunas peleas, pero sabía que no me elegiría y tampoco quería ser una opción, le dije que se vaya afuera me devolvió lo mismo, como si fuéramos dos niños jugamos piedra papel o tijera para ver quien salía de la casa, mi suerte es este juego siempre fue pésima, estaba por salir afuera cuando me detuvo, era un reto así que lo tenía que cumplir, intente tres veces por la ventana y el me detuvo en cada una de ellas, hasta que salió afuera, yo lo hice igual, una brisa fresca nos recorrió el cuerpo, decidida a dejarlo afuera me volteé para entrar, pero el sujeto mi brazo y me giro, quedamos de frente y mientras él se acercaba yo corrí mi rostro, y negué con mi cabeza, le explique que yo no hacía las cosas así, pero antes de dejarlo botado le dije como si fuera un rayo de esperanza que podríamos conocernos, la noche siguió de lo más normal, fingimos que no ocurrió nada, a veces podía sentir el calor de mis mejillas, cuando él me observaba, nuestras miradas se cruzaban por instantes, el juego continuo y una apuesta hizo que por dentro sintiera un poco de malestar, él tenía que besar a mi amiga, pero ella se negó, mi rostro solo mostro una sonrisa divertida desde el inicio, como si los estuviera incentivando a que lo hagan, cada facción las tenía tan bien practicadas, que era como si realmente nunca hubiera intentado besarme hace unos minutos, pero mi mente como siempre hacía estragos por dentro, él se veía incomodo, me miro por un instante, pero ella se negó, si no lo hubiera hecho él la habría besado, o hubiera detenido todo, por un lado quise creer que pediría otro reto, pero el negativo que siempre gana en mi interior decía que el habría cumplido, él "no" era lo único que se lo impidió, un cierto alivio me alcanzo, pero solo era un engaño, me sentía tan confusa podría haberla elegido a ella, mis amigos esperaban que lo hiciera pero me eligió a mí, y eso dolió, porque nadie esperaba que lo hiciera, ni yo, en ningún momento le coqueteé, o quise llamar su atención, la que más hablaba era ella, pero si me di cuenta que con las preguntas que hacía nos estaba poniendo a prueba, él de verdad estaba interesado en alguna de las dos, pero no se percató que yo también lo estaba probando...ya era tarde, todos me acompañaron a mi casa, no hablamos entre los dos en ningún momento, los despedí, pero no pude dormir, la voz de ese chico no salía de mi cabeza, me encantaba, él era divertido, pero no podría decir que quisiera estar con él, ya era muy tarde pero antes de dormir entre en Facebook, y me sorprendió ver la solicitud de él, cerré todo tan rápido como lo abrí, una sonrisa se dibujó en mi rostro, pero fue tan involuntario, que no pude deshacerla tan rápidamente, no me podía gustar, no debía pero por otro lado intentar no lastimaba a nadie...

El chico que me imagineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora