Oportunidad imposible

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Los primeros mensajes fueron de disculpa y de lo que disfrutamos la noche, eso es lo bueno de un celular, la persona al otro lado no sabrá nunca la expresión que pones al escribir el mensaje, pues yo tenía una sonrisa la cual él nunca debería ver, al día siguiente fuimos a recoger unas cosas que nos dejamos en la casa, y a los cinco minutos el entro por esa puerta, mi amigo tenía mucho que ver con esa coincidencia, él se sentó a mi lado y quería sacar temas de conversación, pero mi personalidad tan fría no se lo permitía y más con dos pares de ojos observando, mi cara debía estar de todos los colores, ellos sospechaban de algo, decidimos pasear los cuatro en la noche y fue algo tan incómodo, escucharlos hablar de cómo sería su pareja, prácticamente él de la manera menos sutil posible, me estaba describiendo, si la tierra se abriera en ese momento me tiraría sin dudarlo, bromeábamos y reíamos, él se acercaba mucho y yo buscaba seguridad en mi amigo, hasta que la noche acabo y todos tomamos rumbos diferentes.

Los mensajes llegaban con más frecuencia, la idea no me molestaba pero en cierto modo me incomodaba, él ponía corazones y me trataba de una forma tierna, pero yo solo le hablaba como si fuera un amigo más, mi amigo me decía que le dé una oportunidad, yo pensaba que no quería distracciones en mi vida, y buscaba miles de excusas para dejarlo al margen, ese día que se ofreció a buscarme a la escuela fue algo muy dulce, la primera vez que alguien lo hacía, y no fuera un amigo por decirlo así, me escribía para decirme que me iba a secuestrar porque todavía no salía, me disculpe, los días eran fríos pero cuando salí, él estaba apoyado en una pared esperándome, tuvimos una charla algo casual, de pronto se frena, se inclina para besarme, y mi error fue no detenerlo, lo abrace para esconder mi rostro, seguimos caminando y nos besamos de nuevo, desde ese instante los mensajes continuaban, sus buenos días con corazones, y los míos a secas, el siempre iniciaba las charlas, nuestros horarios no coincidían, su trabajo, mis estudios, desde ese día solo fueron mensajes, hasta el punto en que todo termino, un día solo paso, ya no nos escribíamos, a pesar de que no sentía amor por él, la compañía que me brindaba me gustaba, pero fue mi culpa que se vaya, él esperaba más de mí algo que yo no podía darle, no podía ser tierna, o una chica de rosa para que se sienta bien, y se lo advertí le dije que yo no era esa clase de persona, le dije el futuro que se iba a cansar y luego ir, con una sonrisa él dijo que no, yo acerté, y no lo culpo porque él se merecía alguien que de verdad le prestará atención, quizás no se dio cuenta yo lo hacía, pero a mi manera, la cual él no estaba acostumbrado y no entendió, por ello lo deje ir, como al resto...

En las noches mientras duermo recuerdo su voz, todavía conservo los audios que me mandaba deseándome dulces sueños, sus brazos que por un instante me abrazaron y me dieron calor, en esa noche fría, recuerdo nuestra pelea por un último beso la cual gane, sus últimas palabras que fueron "la próxima vez voy a ganar yo", prometiste ir a correr conmigo, pero no lo cumpliste, con miedo me preguntaste si aceptaría un peluche de tu parte, te dije que quizás sí, te pusiste feliz y no parecía pero en mi interior sonreía, no lo sabrás nunca pero cuando te fuiste te quise volver a tener, te extrañaba, pero no iba a buscarte, porque no tenía nada que ofrecer, solo inseguridades y el corto tiempo de un camino a casa, al principio del año ya tenía mis prioridades en mente, llegaste en el momento equivocado, y a la persona equivocada, fuiste un lindo recuerdo...

El chico que me imagineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora