Cap. 4

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Touristik Alliance International

Martes, 11 de marzo de 2008

Mila

Desperté muy temprano para ser un día en el que mis clases empiezan luego del mediodía. Había tenido el sueño demasiado ligero, aunque me quedé dormida al terminar de leer los mensajes de mi amigo español, un par de veces tuve que ir al baño a mojarme la cara y tratar de volver a dormir.

Sin embargo, por fin puedo quitarme esta ansiedad de encima. Hoy empezaré con mi propio juego en el que la leona española no podrá escapar.

En una de mis caminatas nocturnas en esta solitaria casa, me puse a pensar en si Arantxa también planeó al milímetro cada movimiento antes de hacerlo. Estaba tan segura de que con unas cartas me iba a atrapar, el amor despertaría en mi corazón y me llevaría hasta el límite de no poder vivir sin ella.

Quizás sí o quizás no... Me cuesta creer que todo lo tenía previsto, más probable es que al darse cuenta de que su propia estrategia se le iba de las manos optó por lo más fácil: romperme en mil pedazos. Nunca estuvo entre sus planes decirme esas mentiras, creyó que la olvidaría o hasta que la odiaría.

¡Ja! Solamente hiciste que aprendiera de mis errores y fortaleciera mis habilidades, y te lo tengo que agradecer española. Hoy comprobaremos si la alumna pudo superar a la maestra.

Siempre he sido supersticiosa con todo lo que me rodea y vaya que hoy tendré buena suerte, ya que al correr las cortinas me recibe un cielo despejado que enaltece a esta ciudad que me ha cambiado tanto en poco tiempo. Veo mi reflejo sonriente en el vidrio y me doy ánimos.

Tengo tiempo de sobra por lo que trato de hacer mi propio desayuno. Sigo siendo una inútil en la cocina, pero al menos en Barcelona aprendí cómo funciona el microondas, la cafetera y prender una cocina sin riesgo a quemarme. Abro una alacena para sacar los últimos tres panes fríos y ligeramente suaves que habían sobrado desde el domingo. Pongo a hervir un poco de agua para prepararme una taza de leche con chocolate (rara vez tomo café) y coloco en la mesa un trozo de mantequilla.

¡Vaya el desayuno más simple que existe!

Por un momento me río porque mi ego me felicita por tan "increíble" logro. Pero en ese instante un fugaz recuerdo regresa a mi mente. La conversación que tuve con la mamá de Arantxa cuando estuvo de visita. Ese fin de semana había sido tan perfecto, por un momento creí que nada podría cambiar entre mi española y yo. Iríamos juntas a la boda de Valeria, su hermana, hasta me imaginé cómo nos fastidiaría con el comentario de que nosotras seríamos las siguientes en casarnos.

Sin dudarlo te hubiese dicho que sí Arantxa, así de enamorada estuve hace dos años, pero tú lo tenías que arruinar. Muy dentro mío sabía que me ocultabas secretos, primero fue tu mamá la que me dio indicios de que te sucedía algo malo y luego tu hermana por fin había confirmado mis temores.

Antes de despedirme de Barcelona tomé la decisión de que intentaría rescatar eso que nos unió alguna vez. Si de verdad fue tan fuerte para que cada lágrima que derramé me desgarrara el alma, entonces revivir esa llama será suficiente para provocar un incendio que nos derrita este par de corazones orgullosos.

El sonido del silbido de la tetera no es el que me rescata de estos pensamientos, sino el sendero húmedo en mi mejilla derecha. Me seco la lágrima y prometo que es la última que derramaré por ti. Solo quiero saber hasta qué punto estarás dispuesta a luchar por mí, ¿de verdad nuestro amor significó algo en tu vida?

***

Cruzo la puerta principal de los imponentes rascacielos que conforman la sede principal de la empresa Touristik Alliance International a las nueve en punto, jamás pensé que regresaría a este lugar y menos con una sonrisa de oreja a oreja. Hoy tengo que lucir radiante más que nunca para que mi presencia llegue de manera indirecta hasta Arantxa y por "casualidad" nos crucemos.

¿Jugamos? EnamórameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora