Here With Me. ♡ [Jake Bugg]

Capítulo 16

Las llamadas y los mensajes cada vez eran más frecuentes.

-¿Es él?

-Sí, no sé que hacer Víctor.

-Yo contestaré. -me sonrió.

Cuando entró nuevamente una llamada de Jake, extendí el celular a Víctor.

-¡Por fin me contestas! ¡Necesito hablar contigo!

-No va a hablar contigo Jake. No quiero que la sigas molestando más, ¿no crees que ya fue suficiente?

-Víctor, hola, en serio necesito explicarle.

-¿Explicar qué? Que solo querías acostarte con ella?

-No, en verdad no. Por favor.

Víctor bajo el teléfono y colgó la llamada.

-Patético chico.

Tomé el último trago de mi copa. Y me levanté.

-Vámonos Vic.

Cuando llegamos a casa, eran al rededor de las 12:27 am. Mamá no a estaba dormida, abracé a Víctor y le di las gracias.

-Te amo, hermana. -se fue a su habitación. Yo me fui a la mía y me puse una pijama, me recosté en mi cama. Y empecé a llorar.

¿Por qué a mi? ¿Y por que él? Jake en verdad había logrado todo en mi.
Me gustaban sus labios, su sonrisa, su mirada, sus cejas, su cabello, sus sueños, su risa, su llanto, sus molestias, sus palabras, sus ideas, sus sentimientos, me gustaba Jake de arriba a abajo, de largo a ancho, de izquierda a derecha, de todas formas y de todas las perspectivas, me gustaba y me había enamorado de él.

¿Y ahora que tenía? ¿Qué sería de mi sin él? Si mi cuerpo y mi mente se habían acoplado tanto a él. No tenía nada, mi mente se encontraba en el eterno limbo, sin poder salir, sin poder ver luz, sin escuchar su voz, sin tenerlo a él.

Sarah en unos cuantos días viviría con nosotros y eso sería muy bueno. Me encantaba platicar con ella.

Mamá estaba tan distraída que durante esa semana no hablo ni mencionó a Jake.

Por la temporada escolar, salimos de vacaciones con mis tíos, cerca de la playa.

Sarah fue con nosotros, ya faltaba poco para que se aliviará y eso me tenía feliz, eso me tenía pensando en otra cosa que no fuera Jake. Los mensajes de Jake eran durante la tarde, uno diario de mínimo con una llamada. Aunque Víctor al darse cuenta bloqueo su número, creía que era lo mejor para mi, conocer más chicos y olvidarlo. Ya que solo fui un juego para él. Era terrible aceptarlo y a pesar de que ya habían pasado aproximadamente dos semanas de lo ocurrido aún me sentía tan patética, odiaba a Muggle, odiaba a Nick, odiaba a Jake. En verdad creí que cuadraba con ellos. Pero, siendo sincera, ¿cómo pude creer que Jake Bugg se fijaría en mi? Era más que obvio que pasaría algo así, pero, como soy una completa idiota, me cegó el amor.

Los días eran cortos con felicidad, pero las noches se me hacían eternas, el insomnio abundaba en mi, los pensamientos y el llanto, la tristeza hasta sentía pena de no estar tan mal como yo lo estaba.

Pasaron los días y los días. Regresamos a la Ciudad y un día que Víctor salió con Sarah para los últimos ajustes del parto, me decidí.

No recordaba el número de Jake, pero si recordaba su dirección, suplique que siguiera viviendo ahí, pues me decidí a escribirle una carta:

"Hola Jake...

Lamento haber dejado pasar tanto tiempo, sólo que necesitaba asimilar lo ocurrido, creo que es momento de dejar las cosas en claro.

Hace unas semanas pensaba que lo único que me mantenía en pie era nuestro amor, pero claramente eso es patético.

Declarate culpable de mis malestares, de mis desgracias, de mi melancolía. Espero que mi escrito no quedé sin un destinatario. Entiende que si no es hoy, será mañana el día que por fin logre olvidarte.

Hoy es otro día como cualquier otro, pero está vez si te haré llegar esto. Comienzo a entender que el Tú y Yo jamás existió, aún me lamentó el haber sido tan tonta y no darme cuenta que fui una simple apuesta.

Te doy permiso y te imploro que si es posible lo grites, cuéntales a todos lo feliz que era, lo tonta que fui, cuéntales que me rompiste el corazón, que destrozaste mis sueños contigo, porque a cualquier sitio yo te hubiera seguido. Y finalmente termina de avergonzarme.

Esta vez es definitiva, me voy, siendo una simple soñadora, que pensaba que contigo sería feliz. Tú tocaste mi corazón y encontraste el punto débil de mi alma. Se que en cualquier lugar que te encuentres te reconoceré, pues conozco bien, conozco tu olor, conozco tu alma.

No quiero que me busques por un tiempo, pero después de todo, estaré aquí para ti, por si quieres saberlo.

No hay rencores.

Adiós, mi amor."

Firmé la carta y finalmente la lleve a los correos para que se la hicieran llegar, pagué el paquete de emergencia para que fuera más rápido y finalmente volví a mi casa, sin nada, otra vez más, estando sola.