Me encontraba en la ciudad, caminando por una plaza junto a Wayne. Me trajo hasta aquí en el auto de Keith. Tardamos en llegar una hora. Tomamos asiento en una banca frente a una estatua.
—Dilo ahora Wayne—me digné a decir, pasamos todo el camino sin hablar.
—Esta bien—dijo mientras suspiró de frustración—la razón por la que estoy con Vanessa—pausó—no confío en ella y necesito saber que pasa—terminó de decir y vió directamente hacia el suelo.
Como podía creerle. Se supone que ellos ya se conocían. Porque desconfiar hasta ahora.
—Puedes estar con la persona que desees Wayne, solo estas ayudándome, no puedo prohibirte nada de tu vida—dije viendo las palomas caminar enfrente de nosotros.
—Sabes que siempre te protegeré Kendra—dijo volteandome a ver fijamente.
—Lo sé —dije suspirando mientras veía sus ojos.
No puedo simplemente desconfiar de todos o si?. Wayne me ha salvado muchas veces. Quizá puedo confiar en el. Ya que si me hubiese traicionado lo hubiera hecho desde hace mucho tiempo.
—Tuv..tuve un sueño—pausé—mi madre no es Eleanor— cayó una lágrima por mi mejilla, la aparté rápidamente—y Keith no es mi hermano—terminé de decir y mis ojos se llenaron de lagrimas.
Hubo silencio. Solo me rodeó con sus brazos.
—Mi madre está en peligro Wayne, tengo que salvarla, no puedo esperar más—dije en un susurro mientras mas lágrimas salían.
—La encontraremos Key, te lo prometo—dijo mientras me apretaba mas hacia él.
Me dijo Key... Sonreí.
— Confío en que guardaras todo esto, y actuaremos normales—me incorporé lentamente—seremos un equipo Wayne, compartiremos nuestras dudas, inquietudes y todo lo que vallamos descubriendo—terminé de decir. Él solo puso su meñique en frente de mí.
—Es una promesa—dijo mientras juntábamos nuestros meñiques en signo de acuerdo. Yo solo sonreí.
— Está oscureciendo es hora de irnos, ¿lista?—dijo mientras observaba el cielo.
—Siempre—dije tomándolo del brazo empezando a caminar hasta el auto.
La hora que viajamos estuvimos cantando casi todas las canciones de la radio. Me sorprendió esa parte de Wayne. Era genial volver a conectar con él.
Llegamos y las luces estaban apagadas. Ni un mínimo ruido se escuchaba. Wayne y yo nos volvemos a ver y me tomó de la mano.
Caminamos tratando de no hacer ruido. Adentrándonos a la casa. La luz de la cocina estaba parpadeando. Fuimos a investigar.
Era él. Tendido en la cocina. Teñido de rojo. Me solté de la mano de Wayne y fui a ver si estaba bien.
—Me due..—dijo retorciéndose por el dolor. Tenía en su vientre una cortada profunda. Hice presión. Dejó de salir un poco de sangre.
—Sean, quien hizo esto? Como encontraste la casa?—dije mientras ví que Wayne iba por el botiquín al baño.
—Ellos me encontraron—dijo quejándose otra vez del dolor.
Wayne regresó y me ayudó a vendarlo. Lo levantamos y nos dirigimos al auto para llevarlo a un hospital. Necesitaba ayuda.
—Lo último que recuerdo fue ese día que te vi en el parque, cuando me fui—se quejó del dolor—una camioneta me seguía, no le hice mucho caso, hoy en la mañana me subieron y me trajeron aquí, como no entendía nada quería escapar pero me cortaron y se fueron—dijo casi sin aliento—no puedo recordar los rostros—terminó de decir.
Ví de reojo que Wayne me veía, no le había contado lo del parque, pero no tuve oportunidad.
Wayne encendió el auto, nos dirigíamos a la carretera. Yo iba atrás con Sean. En eso un cuerpo se atravesó y quedó en el parabrisas. Era Keith.
Abrió la puerta y se subió. El nos diría todo.
—Keith ¿te hicieron daño?, ¿qué paso?—dije fingiendo estar asustada. Wayne sabía que estaba por hacer.
—Unos tipos llegaron, se llevaron a todos, yo alcancé a correr, estaba en el jardín—dijo rápidamente volteandome a ver.
—¿Los viste?, ¿quiénes eran?—dije aún asustada. No creo que haya sido el único que no se llevaron.
—No los reconocí, pero dijeron algo de ir al lago—terminó de decir. Eso era lo que necesitaba escuchar.
—Llevemos a Sean al hospital, y después nos pasamos al lago—dijo Wayne viéndome por el retrovisor.
Después de una hora en llegar a la ciudad. Una camilla salió en busca de Sean, cuando lo registramos dijimos que sus padres estaban fuera de la ciudad y Keith pago con una tarjeta los gastos del hospital.
Wayne y yo fuimos a la habitación de Sean. Ya lo habían suturado. Estaba descansando.
—No confío en Keith, hay que tener cuidado—dijo Wayne preocupado.
Tenía razón pero era una vía para encontrar a mi madre.
—Ni yo Wayne, pero siento que nos llevará hacia mi madre o al menos a Clifford y recuperaremos a tus hermanos—dije dándole una sonrisa de que todo iba a estar bien.
Me despedí de Sean. Habíamos pasado poco tiempo juntos pero se había convertido en mi amigo.
Volvimos al auto y fuimos directo al lago. Tardamos 15 minutos en adentrarnos en el bosque.
Paramos cerca del lago. No se escuchaba nada. Bajamos del auto y me aferré a la mano de Wayne.
En uno de los árboles que estaban cerca, había una mochila negra colgando de una rama rota. Fui por ella.
En su interior había una brújula y un mapa, marcaba muchas ciudades con plumón rojo.
En una bolsa oculta en la mochila había un papel doblado, lo abrí y decía:
"Bienvenida al juego. Llego la hora de que me conozcas"
*Para encontrar a la siguiente victima con sus gustos deberás contar*
Me quedé paralizada.
Era Clifford, la nota que envió al orfanato era cierta. Keith me llevaría a mi madre.
—¿Qué gustos tienen tus hermanos Wayne?—dije mientras analizaba el mapa.
Había 5 ciudades marcadas. Quizá sería tardado encontrarlos pero por ahora lo único era seguir su juego.
¿Los encontrarán?... ¿Que piensan?
-Nota-
Les agradezco mucho a los que están leyendo esta historia, me emociona mucho seguir escribiéndoles, me gustaría que votaran y comentaran, así sabría si les gusta.❣
Gracias por leer.❤
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Secretos a Kendra
Science FictionKendra, una chica que lleva toda su vida encerrada junto con sus mejores amigos en un horfanato, descubre que hay vida despues de las puertas que dividen el exterior y lo que solo ella conoce. Jamás se había puesto a pensar quienes podían ser sus p...