Nos dirigíamos a las escaleras del hotel. Era de los típicos en donde si tocabas las paredes podría ser mortal. Wayne cargaba a Madeleine en brazos mientras subiamos los grandes escalones.
Entramos a nuestra habitacion 305B, entramos y sólo había una cama, un sillon y un refrigerador. La única ventana que había, era pequeña y se dirigía a la escalera de incendios.
Wayne colocó a Madeleine en el sillón y tomó una silla sentándose frente a ella.
—¿Te encuentras mejor?—dijo Wayne preocupado.
—S...si estoy bien—dijo quejándose del dolor de cabeza.
—Bien, ya estás a salvo, tienes que decirnos que pasó—dijo Wayne tratando de que entendiera todo.
Ella solo asintió. Acomodandose en su lugar.
Estaba en la sala, Alex y yo ibamos a ver una pelicula, pero olvidé mi celular en mi habitacion—dijo controlando sus lágrimas —tenían unos aparatos que no dejaban usar nuestros poderes en ellos— comenzó a llorar.
—¿Ellos quienes?—dije tratando de que hablara más rápido.
—Lo olvidé, no pude ver sus rostros, solo recuerdo a un chico que lo lastimaron en la cocina—dijo mientras sus lágrimas salían.
—Esta bien, tienes que descansar, tú y Kendra tomen la cama, Keith y yo dormiremos en el suelo—dijo Wayne con frustacion ya que la respuesta de Madeleine no fue la que esperabamos.
Me recosté en un lado de la cama, Madeleine estaba en la otra mitad, este día fue mucho para mí, tenemos que encontrar a Alexander, no es tan fácil este juego.
—Kendra..—Madeleine me susurró.
—¿Qué pasa? ¿estás bien?—le susurré, volteando a verla.
—Fue él — se detuvo—Keith lo lastimó—dijo y una lágrima cayó por su mejilla— tenemos que salir de aquí—dijo mientras se incorporaba lentamente.
Tenía razón, pero sin Keith no podremos encontrar a mi madre, se que no tengo que confiar en él, nos a hecho daño, pero no tenía opción de hacerle creer que es aún mi hermano.
—Lo siento Madie, sin el no podremos seguir es muy peligroso lo que Clifford puede hacernos y no se que pasaría si no lo incluimos—dije y pude ver que una sombra estaba sosteniendo el cuerpo de Madeleine.
Tomé la mochila que tenía en mis manos y golpee aquello. Cayó al suelo, me paré junto con Madeleine y Wayne despertó.
Prendí las luces. Era Keith trataba de asfixiarla, estaba en el suelo. Tenemos que irnos de aquí ya.
Tomé la mochila, Wayne detuvo a Keith mientras yo sacaba su cartera y las llaves del auto. Madeleine se encontraba en las escaleras de incendios.
Me dirigí para bajar y en eso Keith tomó mi pie, tomé una de las botellas rotas que había en el piso y la quebré una vez mas en su cabeza.
Me safe de su mano y corrí hacia las escaleras, los 3 bajamos y fuimos directo al auto. Wayne tomó el volante y Madeleine y yo nos sentamos atrás.
No sé por cuanto manejó Wayne, pasaron horas. Pero nos encontrabamos en Corisar, Zeelevium. Teníamos que encontrar a Alex antes que Keith, ya que le podría hacer daño.
Mientras ibamos de camino, comimos de las provisiones que habían en el auto. Nos colocamos los lentes oscuros y las gorras. Aquí hacia calor, era playa. Madeleine por su parte quería broncearse.
En el mapa donde estaban las ciudades, justo en esta había un nombre escrito " La tía Laureth " no se que significaba pero teníamos que encontrarla.
Caminabamos por la ciudad, era pequeña, no habían muchas tiendas sólo casas antiguas pero eran grandes. Nos dirigimos a la playa. Nunca había estado en una. El calor era insoportable, no sé como todos se divertían.
Pude ver a lo lejos un restaurante que en su letrero decía " La tia Laureth".
—¿Será ese?—dije apuntando al lugar.
—Vallamos a ver—dijo Wayne mientras comenzaba a caminar.
Entramos y el lugar era callado, personas comían junto a sus familias. Se sentía un ambiente de paz y armonía.
—¿Kendra? ¿Eres tú?—una mujer de cabello corto y alta edad se me acercó y me abrazó.
—Lo siento pero no se quién es usted—dije mientras sentía su abrazo, era cálido y lleno de paz.
—Vengan pasen—dijo aquella mujer, y nos guío hasta la parte de atrás del restaurante.
—Me llamo Laureth linda, soy tía de tu madre , y Eleanor, que te trae por aquí, pensé que no te volvería a ver—dijo sosteniendo una gran sonrisa.
—No te recuerdo, lo siento—dije y su sonrisa de desvaneció—¿dices que mi madre y Eleanor son hermanas?—dije dándome cuenta de lo que estaba contándome.
—Si, eran muy unidas, hasta que se enamoraron de la misma persona Athan, pero el escogió a tu madre, y Eleanor se casó con Arsen, los dos disgustados. Ya que Arsen tambien quería a tu madre—dijo mientras su rostro se volvía triste al recordar el pasado.
—¿Sabes dónde esta ella ahora?—dije con inquietud, necesitaba una respuesta.
—Arsen la tiene, la trata como prisionera, necesitan que el mismo los guíe hasta donde esta—dijo mientras tomaba mis manos.
—Se que la encontrarás Kendra—dijo y caminó hacía un armario. Sacó una caja y un collar.
—Era de ella, dijo que cuando fuera el momento adecuado debía dártelo y se que es ahora— Puso el collar en mis manos y pude notar que era idéntico al que estaba pegado detrás de la fotografía que vi en un sueño.
—Aquella fotografía—dijo sacando una de la misma caja —eran tú y Zac.
—¿Zac? ¿Quién es él? —dije confundida.
—El era tu cuidador—dijo y sus ojos se cristalizaron—todos lo llamaban monstruo pero tu no.
—¿Monstruo? No lo entiendo—dije aún más confundida. No lo recordaba.
-—Clifford modificó su ADN, tomó a un niño al azar y experimentó con él, se alimentaba de sangre y crecieron alas en su espalda—dijo mientas me veía fijamente.
Es increíble como Clifford no se cansaba de dañar a otras personas, quizá todos fuimos parte de sus experimentos, pero lo encontraré y pagará por todo lo que nos hizo, hallaré a mi madre y a Zac.
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Gracias por leer.
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Secretos a Kendra
Ficção CientíficaKendra, una chica que lleva toda su vida encerrada junto con sus mejores amigos en un horfanato, descubre que hay vida despues de las puertas que dividen el exterior y lo que solo ella conoce. Jamás se había puesto a pensar quienes podían ser sus p...