Marcaban en el reloj de la pared 12:35. Me encontraba bajando las escaleras de la inmensa casa. En eso alguien pasó su brazo por mi cintura. Me giré para ver de quién se trataba y era Wayne.
—¿A dónde vamos?—me miró curioso dándome una sonrisa cálida.
—Tengo sed, iré por un vaso de agua—dije devolviéndole la sonrisa.
—Te acompaño entonces—dijo tomándome del la mano.
—Ya lo estas haciendo—dije mientras me introducía a la cocina tomada de la mano de Wayne.
Encendí las luces y fui en busca de un vaso. Lo llené en el grifo y de un solo trago bebí todo el agua.
Wayne se encontraba buscando comida en el refrigerador.
—¿Así que tu madre ya conocía a Antonie?—dijo mientras se servía jugo de naranja.
—Eso parece, los últimos meses han estado saliendo y jamás me habló de nada— dije mientras abría la puerta que daba al jardín.
—Creo que iban a la misma escuela, en las escaleras hay una foto antigua colgada y tu madre estaba en ella— dijo mientras los dos salíamos de la casa.
—Eso lo explica todo, se volvieron a encontrar y se enamoraron— dije sentándome en el césped— una gran historia de amor— terminé de decir.
—No te molestes con ella, es bueno que encontró a alguien que en verdad la ame—dijo y se sentó a mi lado.
—No es eso, es el hecho de que hayan inventado todo su plan y yo me lo haya creído— dije mientras colocaba mi cabeza en el hombro de Wayne.
—Lo sé, aunque al menos ya sabemos la verdad— dijo mientras veía un punto fijo.
—Wayne.. Le has dicho a Vanessa.. Lo de..— me interrumpió.
—Antes de que hablara contigo en la tarde la dejé, creo que lo tomó bien— dijo y me miró directo a los ojos.
—Te extrañaba Wayne— dije y lo abracé fuerte.
—Y yo a ti— dijo y besó mi frente— es hora de dormir, mañana iremos a conocer la ciudad— dijo y se levantó .
—No puedo levantarme— mentí, era una escusa para que me cargara.
Me tomó en sus brazos, y recosté mi cabeza en su pecho, podía escuchar sus latidos. Subió las escaleras y me recostó en la cama.
—¿Sabes que dormiré contigo cierto?— susurró.
—¿Te echaron de la cama?— reí bajito. No quería que todos se despertaran. Asintió y se metió en las cobijas.
—Key, sabes que te quiero verdad..— dijo mientras me veía directamente a los ojos. Esto era demasiado para mi pequeño corazón.
—Ahora lo sé, y quiero que sepas que yo también te quiero Wayne— dije y me besó. Nunca olvidaría este momento. En verdad extrañe tanto estar con él, es con el único que me siento segura.
Se separó de mí y nuestras frentes se juntaron—deberíamos dormir..—susurró y sus ojos se cerraron.
—Descansa, Wayne—dije y mis ojos pesaron, me dispuse a dormir.
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Una luz invadió mis ojos, provenía de la puerta que estaba mal cerrada, me incorporé en la cama y vi que nadie estaba en sus camas, quizá ya se encontraban almorzando.
Me dirigí al baño, me lave la cara con agua tibia y me sequé con una toalla que estaba alado del lavabo. Quería bañarme antes de bajar entonces cerré la puerta no sin despegar mis ojos del espejo, al parecer tenía unas ojeras muy marcadas.
La puerta se cerró.
Detrás se ella se encontraba el mayordomo con la cicatriz en su cara con una barra de luz en sus manos.
—Si gritas o haces algo mal juro que no volverás a ver a tu familia— dijo enojado, asentí lentamente.
—Colócate esto en el brazo— dijo y me extendió una jeringa con un líquido morado —y si piensas inyectármela, no funcionará, es especial para ti— terminó de decir.
No quería hacerlo, que pasaría después de esto, no sé que me haría.
—¿Qué vas a hacerme?— dije asustada. En ese momento no podía usar mis poderes, pues la barra que sostenía no dejaba que le hiciera nada, y quizá abajo tenían atados a los demás, no quería arriesgarme, solo obedecí.
—Te he observado aquella vez en la piscina, además alguien me contó que eres valiosa— dijo y no podía creerlo que tonta fui al usar mis poderes.
—Te han mentido, no soy valiosa, para nada— dije y su cara cambio rápidamente.
—Hazlo de una vez, o te arrepentirás— dijo y solo miré la jeringa.
—No lastimes a nadie, ya me tienes a mí—dije y me inyecte aquella sustancia.
—Solo nos faltas tu Key, ¿ya despertaste?, recuerda que estaremos juntos recorriendo la ciudad—la voz de Wayne fue lo último que escuché.
Miré a aquel señor, me había mentido mi familia estaba bien, aunque era demasiado tarde por más que quería gritar mi voz no salía, mis ojos se cerraron poco a poco.
++++++++++++
Mi cabeza ardía, me removí en mi lugar, mis manos estaban atadas. Era casi imposible abrir mis ojos, se sentían tan pesados.
Cuando conseguí abrirlos todo estaba borroso. No podía distinguir nada.
—Despertaste—dijo una voz de mujer, no pude reconocer quién era.
—¿En dónde estoy? Y ¿Quién es usted?— dije aún sin poder ver nada.
—Tranquila, una cosa a la vez— dijo y en eso se sintió que se levantó de donde yo estaba acostada.
Recobré la vista, podía ver todo más claro. Se encontraba de espaldas a mí.
Me encontrada rodeada de cables, estaba atada a una camilla.
—¿Qué vas a hacerme?—dije con un hilo de mi voz, no podía gritar.
Su cuerpo giró y queda frente a mí. Su cabello era negro ondulado, tenía facciones finas, su cuerpo estaba bien cuidado.
—Lo que me hicieron a mi... Fui de las primeras pruebas de Clifford— dijo y levantó su cabello, tenía una cicatriz en su cabeza, solo que el cabello lo escondía.
—¿Hay mas de nosotros?— dije y ella negó.
—Hubieron 5 personas, fuimos usados para que Clifford pudiera entender el cerebro de tu madre— dijo con enojo en su cara.
—Lo lamento..— dije con sinceridad, sabía que Clifford estaba loco. —¿Quiénes fueron esas 3 personas?—dije con curiosidad. Obviamente el mayordomo junto con ella pertenecían a los 5.
Ella sólo comenzó a nombrarlos.. Y mi rostro cambió por completo.
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¿Quiénes piensan que son las personas?Graciaas por leer.❤️
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Secretos a Kendra
Ficção CientíficaKendra, una chica que lleva toda su vida encerrada junto con sus mejores amigos en un horfanato, descubre que hay vida despues de las puertas que dividen el exterior y lo que solo ella conoce. Jamás se había puesto a pensar quienes podían ser sus p...