Secretos a Kendra

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—El joven Arthur Thrussell y su querida Hope Legrand, si vaya nombres, Jacob Stevenson pobre chico, y creo que ya conociste a Bernie, ahora me presento, Lauren Dufort madre de Vanessa Dufort—No conocía a las anteriores personas, solo sabía que esto se volverá muy personal, debí saberlo antes, ella estaba detrás de esto.

—No sé quiénes son esas personas, y me interesa poco saber porque sigo aquí, si busca venganza no es conmigo sino con Clifford él hizo todo eso—dije enojada, estaba cansada que los demás quisieran herir a mi familia y a mí, los únicos responsables eran Clifford y sus ganas por dominar el mundo.

—¿No conoces a tus suegros querida? Pensé que lo sabrías—Lauren habló con voz burlona—son los padres de Wayne, y sus hermanos, Arthur y Hope grandes personas que sufrieron mucho por culpa tuya y de tu madre. —continuó diciendo—y eso no es todo, Jacod hermano mayor de Zac Stevenson—terminó de decir saliendo de la habitación.

Mi cuerpo se paralizó, era imposible. Me sentía culpable por todo lo que pudieron haber pasado esas personas. Pero sé que no tuve nada que ver con eso, Clifford lo fue.

El metal que sujetaba mis manos se abrió de repente. Justo después el seguro de la puerta se abrió. Decidí levantarme y ver el lugar.

Las paredes eran blancas, se veían bastantes puertas, decidí ir por el lado izquierdo, en cada habitación había una pizarra indicando el nombre y el horario de la persona que estuviese ahí, Daiana, Patrick, Ela, Katherine.. Su puerta estaba abierta, lo que llamó mi atención fueron los dibujos que estaban pegados en la pared. Entré.

Tome uno era idéntico a mí, no podía conocerme esta chica nunca había escuchado el nombre de Katherine. Era muy raro todo esto. La puerta se cerró.

—Ya has llegado— una voz aguda me distrajo del dibujo— ¿Qué tengo que hacer ahora?— continuó aquella voz. Volteé hacia atrás y me sorprendí al ver a una pequeña niña, quizá es ella.

—No lo entiendo— dije desconcertada, todo era muy extraño — ¿Me conoces?

—No lo creo, y ese dibujo si eres tú, mi amigo Athan lo dibujó —dijo Katherine mientras sacaba de su closet una sudadera rosa.

—¿Dijiste Athan? —repetí.

—Si, me dijo que...olvídalo, ten ponte esto— contestó Katherine tendiéndome la sudadera, unos pantalones negros y unos tenis.

Me dirigí al baño, me coloqué todo y me ví en el espejo, todo esto mi mente no lo podía asimilar mi padre se llama así, será que está vivo.. No Clifford lo asesinó.

—Es hora de almorzar, ven te presentaré a mis amigos, y por favor no menciones a Aty es un secreto—la pequeña niña mencionó antes de salir de su habitación.

Seguimos los pasillos iluminados hasta llegar a un comedor largo. Estaban sentados niños y jóvenes todos voltearon a verme. Claro era la nueva.

—Dejen de verla, regresen a sus asuntos— Katherine gritó, vaya niña, ya me cae bien—vamos— me indicó.

Comencé a seguir su paso, había demasiadas personas ahí. Todos caminábamos apretados hasta que llegamos a una mesa en donde estaban 5 personas.

—Chicos ella es...— Katherine me introdujo.

—Kendra— dije observando a todos. Había un chico como de 12 años con pecas, otra pequeña niña con ojos celestes, una chica a su lado con cabello rizado, un chico con cabello blanco, era genial, y otro pequeño niño con ojos grisáceos como los de Wayne.

—Soy Patrick, ella es Sophie, Lynn, Jayden y Owen—dijo el pequeño con pecas nombrándolos a todos en orden.

—Bien ahora háganle un espacio con nosotros— dijo Katherine sentandose alado de Sophie, yo estaba alado de Owen.

—¿También te separaron de tus padres?— el pequeño que estaba a mí lado habló, era imposible no mirar sus ojos sin recordar a Wayne.

—Es algo dificil pero parecido —dije recordando la voz de Wayne antes de desmayarme aquel dia en el baño.

—A mí si— dijo algo triste, era muy feo saber que todos estaban por su cuenta aquí, que bien que Katherine estaba para ayudarlos aunque sólo fuese una niña.

Owen siguió tomando su batido de moras, yo por el momento no tenía hambre así que me dispuse a ver todas las mesas.
En ese momento una chica iba pasando hacia su mesa en eso un chico tomó su charola y la tiró. Mi enojo se elevó. Me levanté y fui a su dirección , sólo escuché la voz de Patrick decir que se despidieran de mí.

—Niña tonta, ¿no entendiste que no debes pasar por aqui?— dijo aquel chico. Carraspé para que notara mi presencia, me encontraba detrás de el, se giró y me examinó. Yo igual a él, su cabello era castaño y sus ojos azules.

—La nueva salvando el día, vuelve a tu silla si no quieres morir en tu primer día chica— dijo volteando a ver en donde estaba la niña pero ya se había ido.

—La ahuyentaste, me debes una— dijo acercándose a mí. Tocó mi cara y la apretó. Quité sus manos y lo agarré del cuello rapidamente levantándolo llevándolo hacía la pared que se encontraba cerca. Chocó su cuerpo en la superficie sólida y me miró con miedo, sabía que mis ojos ya estarían rojos.

— ¿No te dijeron que debes mantener la distancia? Porque no sabes si la persona es peligrosa o no, en este caso si lo soy así que ten miedo. Y si vuelves a molestar a alguien, vendré a buscarte— dije sintiendo por mis venas correr adrenalina.

Lo solté y salí del comedor dirigiéndome a la habitación donde me tenían.

Lauren se escontraba ahí. Estaba desesperada, y recién mi ira fue descargada, tenía que saber porque estoy aquí .

—Dímelo ahora, que quieres de mí—dije enojada, no llevaba ni un día y ya estaba desesperada.

—Creemos que tu padre está vivo, eres la única que puede conectarse con él para encontrarlo—dijo mientras acomodaba sábanas en la camilla—y el sabe donde esta el libro Sagrado, escrito por tu bisabuelo—terminó de decir.

—¿Libro sagrado? ¿Bisabuelo? ¿Mi padre?— dije sin entender ni una sola palabra.

—Relata la entrega de los poderes, tu madre no los adquirió por naturaleza querida, alguien se los regalo— dijo mientras me veía directamente—a todos estos niños incluso a ti alguien tuvo que habérselos dado—dijo saliendo enojada de la habitación.

Tenía que saber más de ese libro, espero que Katherine pueda decirme donde esta su querido amigo Athan.

Graciaaas por leeer❤. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo en escribirlo. Voten y comenten.