Después del asunto de los poderes, Keith nos dijo que tenía una sorpresa. Tarde de películas. Madeleine y Keith habían ido a comprar dulces y comida deliciosa que nunca había probado, Alexander se había encargado de las cobijas y unas almohadas.
Estaba tan emocionada, las películas eran geniales. Jamás había visto una en realidad. Estaba tan concentrada en la pantalla, hasta que sonó el timbre de la puerta de entrada.
—No habrán la puerta!— gritó Alexander desde el piso de arriba.
Por mí estaba bien, no me daban ganas de despegar mis ojos de la escena final.
—Es mi casa, yo decido quién entra y quién no— dijo Keith levantándose para ir a abrir la puerta.
— Escuché que estaban contigo—sonó una voz familiar, giré hacia la entrada y no sabía si eran los efectos secundarios de ver muchas películas o era que Vanessa estaba parada justo ahí.
—Wayne, estás bien, me preocupe mucho por ti —Vanessa se dirigió directamente hacia él y depositó sus labios en los de Wayne.
Todos nos volteamos a ver. En eso Alexander que se encontraba en el último escalón, me vió y formó un " Lo siento" con sus labios.
—Ohh, maratón de películas— gritó emocionada Vanessa mientras se sentaba en medio de Wayne y de mí.
Sí, cuando sucedió lo de su beso lo ví muy de cerca. Estaba a su lado, espero que no haya escuchado mi corazón rompiéndose.
Continuamos viendo la película. No sin antes ir a la cocina por más comida.
Escuché que alguien me seguía.
— ¿Cómo nos encontró?—Alexander preguntó mientras rellenaba su vaso con refresco.
Su pregunta quedó flotando en mí mente.
—Quizá Keith la conoce—dije sin ánimos.
—Hey tranquila, él no siente nada por ella—dijo tratando de animarme.
—No siente nada por nadie—dije mientras terminé de servirme helado.
Me di la vuelta para salir de la cocina y en eso Vanessa entró.
—Graciaaas Kendra, lo necesitaba—dijo con su horrible voz mientras tomaba mi helado y desaparecía por la puerta.
Mi helado...
—¿Quieres salir de aquí?—dijo Alexander mientras le daba el último trago a su refresco.
No pude negar su oferta. No quería estar con Vanessa.
—Vamonos—dije mientras salía directo a la puerta principal. Traté de que no me vieran. Aunque no fue difícil, todos veían fijamente la pantalla.
Salimos y me iba a subir al auto de Keith cuando Alexander salió del garage con una motocicleta.
—¿De dónde la sacaste?—dije emocionada. Siempre había querido subirme a una.
—Hace rato la encontré y quería usarla—dijo mientras se montaba y me tendía la mano para ayudarme a subir.
—¿Lista?—dijo Alexander, y la verdad ya me había arrepentido.
No le importó mi opinión y la encendió. Más nervios llegaron. Espero que sepa como usarla. Porque hoy no quiero morir.
Arrancó invadiéndome de mis pensamientos y de inmediato me aferré a su cintura.
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Secretos a Kendra
Ciencia FicciónKendra, una chica que lleva toda su vida encerrada junto con sus mejores amigos en un horfanato, descubre que hay vida despues de las puertas que dividen el exterior y lo que solo ella conoce. Jamás se había puesto a pensar quienes podían ser sus p...