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—Eleanor, así es como se llama, se enamoró de un chico llamado Athan, nuestro padre. Pero no solo él estaba enamorado de ella. Habían tres mejores amigos. Eleanor, Athan y Arsen Clifford. Los dos enamorados de la misma chica, aunque había un inconveniente, los dos chicos eran hermanos. Los hermanos Athan y Arsen Clifford.—

Después de unos años de relación entre nuestros padres, nuestra madre quedo embarazada. Y eso llego a los oídos de Arsen. Como los tres en un pasado eran mejores amigos. Eleanor compartió que su mente era poderosa y Arsen como se volvió científico le prometió que la ayudaría a entender su mente y poder controlar sus poderes. Pero cuando supo que se había embarazado. Asesino a nuestro padre.

Quedando vulnerables ante Arsen. Mi madre accedió a que cuando naciéramos nos estudiarían a nosotros. Pero por más que me hicieron exámenes yo no tenía poderes mentales. Solo tú. También estudiaron a otros chicos eramos seis en total. Pero después solo eran cinco. Pasaron cuatro años y nuestra madre decidió llevarnos a un orfanato, diferente para que estuviéramos a salvo. Ateniéndose a las consecuencias de Arsen.

—No sin antes dejarme muchas cartas con esta historia y una fotografía de cuando nos separamos.terminó de decir y mis lagrimas no paraban se salir. Me había quedado paralizada solo escuchando sus palabras ya que no podía interrumpirlo, si no dejaría de hablar. Me dijo que al final hiciera mis preguntas y bueno comencé.

Limpie mis lagrimas y me digné a preguntar.

—Soñé con esa foto, eras tú entonces—dije conteniendo mis lagrimas. Él solo asintió.

—Ella está bien?—dije preocupada.

—La necesitan viva, por eso no le han hecho nada—dijo volteando hacía el suelo.

—Que quieren hacer conmigo?, no sé como hacer funcionar mis "poderes" que tal si es mentira—pregunté ya que era verdad, no sé que quieren en realidad de mí.

—Quieren clonar tu cerebro y el de nuestra madre, para juntarlos y colocarlos en sus prototipos, creando según ellos una raza perfecta.—dijo soltando sus lágrimas que hace rato tenía acumuladas.

Fui en su dirección y lo abrazé tan fuerte. Pasamos un rato llorando y cuando nos tranquilizamos , me separé de él y le sonreí.

Era hora de buscar mi habitación e instalarme en ésta casa gigante.

Mientras subía las escaleras me encontré con Wayne.

—Hey Kendra, te reserve una habitación, el único problema es que la compartimos, es la última puerta—dijo giñandome un ojo y se fue rápidamente hacia el piso de abajo.

Bien ya había compartido cuarto con él, no es algo nuevo. Me dirigí hacia donde me dijo y abrí la puerta dándome cuenta que solo había una maldita cama.

Puse mi mochila sobre el tocador y me dejé caer en aquella cama deseando descansar. Había sido un viaje largo, nos fuimos en la noche y solo tardamos dos horas en llegar aquí ya era media noche.

Aun seguía pensando en Ann y Matt, quizá estén bien y hayan huido.

Esperen.

No volví a ver Sean después de que me acompañó a mi habitación, espero que haya salido de ahí, y que se encuentre bien.

que Wayne entró a la habitación con un paquete de galletas.

—Pensabas decirme que solo había una cama?—dije burlona.

—Era sorpresa—contesto giñandome el ojo.

—Pues para tú sorpresa, dormirás en el sillón, la cama es mía ahora—dije y me acomodé para dormir. No sin sentir unas manos en mi estómago que me hacían cosquillas.

—Rindete y di que me dejarás dormir aquí, si no, no parare—dijo en tono burlón, divirtiéndose por que se vengaba de mí.

—Bien, bien tu ganas sueltame ya!—dije entre risas, removiéndome en mí lugar.

Me soltó y dejó caer su cuerpo a un lado de mí. Puse un muro de almohadas entre nosotros dividiendo la cama, por suerte era grande. Comimos galletas recostados mientras veíamos al techo.

—Ahora sabes todo—dijo Wayne a punto de dormirse.

—¿Cuál fue la primera vez que me perdiste Wayne?lo interrumpí de su sueño.

—Cuando nos estudiaban.. Un día te anestesiaron y te iban a hacer una operación para sacar tejido de tu cerebro pero me enoje tanto que mi mente se perdió, rompí los vidrios del laboratorio, e hice que la luz se fuera en todo el centro de investigaciones. No quería perderte. Pero te tenían que llevar a un lugar seguro. Y fue ahí cuando te llevaron al orfanato. Tenía que buscarte. Te lo prometí.dijo en un tono cansado , cuando terminó de contar se quedo dormido.

Tenía que hacer algo.

................

La luz invadió mis ojos, cuando los abrí, estaba rodeada con los brazos de Wayne. Sonreí.

Me levante despacio de la cama y me fui a bañar. Llevando mi mochila conmigo.

Cuando terminé de ducharme, enrrede una toalla a mi cuerpo, abriendo mi mochila para sacar ropa. Pero en eso el libro se cayó.

Era el diario de mi madre. Ahora lo sabía.

Me cambié y me sequé el cabello. Guardé otra vez en la mochila mi libro y cuando fui a la habitación Wayne ya estaba despierto.

—Wayne.. Quería pedirte que.. Si me.. Podrías entrenar.. Ya sabes ayudarme a controlar mis poderes y saber como usarlos—dije un poco temerosa ante su respuesta.

—No te preocupes, ninguno sabe como " controlarlos" todos son diferentes—dijo y se levantó caminando hacia el baño.Pronto descubrirás como funcionan los tuyos.— cerró la puerta, solo pude escuchar el agua cayendo.

Bajé las escaleras y fui a la cocina aunque tarde en encontrarla. Madeleine se encontraba ahí.

—Puedo preguntarte algo?—dije rápidamente.

—Claro que pasa—contesto mientras se llevaba una cucharada de cereal a su boca.

—¿Qué poderes tienen ustedes?—me digné a preguntar.

—Todos tenemos solo tres, es obligatoria la Telequinesis que es mover objetos con la mente. Y por ejemplo yo los dos sobrantes son: Sonoquinesis que es que puedo modular ya sea subir o disminuir el sonido a alguna persona, e hipnosis que consiste en controlar mentalmente a otra persona—contestó tranquila, para que pudiera entender todo.

—¿Todos tienen los mismos?—volví a preguntar.

—No, Alex tiene telepatía, consiste en comunicarse por la mente y puede leer también los pensamientos de otra persona, también tiene intangibilidad lo que significa que disminuye la densidad de un objeto para poder atravesarlo. Y Wayne por su lado..—iba a contestar a mi pregunta aunque con la presencia de Wayne fue interrumpida. Su cabello estaba húmedo, se veía muy bien a decir verdad.

—Yo tengo telequinesis, invisibilidad y fragoquinesis que consta en destruir objetos. ¿Contenta?—dijo Wayne mientras se servía un vaso de agua.

—Fue muy difícil descubrirlos Kendra—terminó diciendo Madeleine atravesando la puerta dispuesta a irse con su plato de cereal.

Secretos a KendraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora