Andrómeda volvió reclamando tu corazón, y tú se lo diste porque aún la amabas.
Y Venus lloró durando dos noches seguidas.
Porque una vez más la habías traicionado.
La rompiste como a una canción de amor.
Por tercera vez.
Y es que siempre has mentido,
tú pusiste el anzuelo y Júpiter la puñalada.
Venus murió y desde ahí no ha resucitado.
Virgo le había hecho la misma jugada.
La diferencia es que de él nunca lo vio venir. Y de ti sí.
Pero eso no quita que doliera igual.
Incluso mucho más.
Eres un mentiroso Sagitario.
Eres un mentiroso y nunca dejarás de serlo.