Querido mío y de mi hipotálamo, no deseo que me veas bonita.
Quiero y deseo que me veas como si fuera arte, porque el arte, no tiene que verse bonito, el arte tiene que hacerte sentir algo, y eso quiero provocarte.
Quiero que cada vez que sonría algo se rompa dentro de ti, y que haga vibrar cada célula de tu cuerpo, sin restricción alguna.
Quiero ser como la música que te acompaña a todas partes, resonando en tus oídos a través de los audífonos.
Deseo que me puedas oír y seas el único que me puedas entender, y
que a veces te pueda doler más que un golpe, y hacerte feliz la mayor parte del tiempo.
Pero que sobre todo siempre me necesites como necesitas a la música.
