capítulo 20

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En los ojos de petter se reflejaba casi el mismo brillo de cuando me miraba a mi, algo dentro de mi se estruja la miro, a el señor Juan lo llaman a lo que el se despide y se va.

—tu eres?—le pregunto amable, Ella deja de mirar a petter y sus ojos verdes se posan en mi, el se tensa.

—Ella es emily greison, miley ella es astrid—dice, ah claro y ahora no dice que soy su mujer, si el no lo hace yo di.

—Su mujer.—digo sonriente y ella me mira sorprendida, me da su mano, petter me mira.

—Que haces por aquí?—pregunta petter a ella.

—Solo vine de paseo, me iré mañana.—dice ella.

Ok entonces yo estoy pintada en la pared.

—gual nosotros.—dije.

—Iremos a comer vienes?—le pregunta el a ella, ignoro por completo mi comentario.

Maldito imbécil, suelto su brazo algo brusco el me mira y en su mirada hay ¿angustia?¿arrepentimiento? No lo sé, ella me mira algo extraño.

—Ire con mi familia.—petter toma su cabeza entre sus manos.

Me despido cortésmente de la chica y me dirijo a la cafetería, voy a la cajera y pido un capuchino helado, me lo da y le doy un sorbo, quien será ella? Por que petter la miraba así? Y por que demonios me ignoró? Mi cabeza da muchas, miro por el cristal y aún siguen hablando, quisiera saber de qué , ella es bonita y perfecta que envidia.

Seguro una de sus amantes, maldigo en voz baja mi pecho se imprime al pensar que ella pudo tocarlo, busco a mi familia y la diviso al final en una mesa grande, me dirijo a ellos.

—Hola marmo, te esperabamos y petter?—pregunta mi madre.

—Alla.—digo cortante y señaló donde está el, mi mamá los mira y luego a mi.

Creo que sabe algo de lo que pasa ya que esta cambia su mirada a una molesta, se levanta y se dirige a afuera, pero que mierda?.

Todos miramos hacia allá, mi madre llega al lado de petter y lo toma de el brazo, le dice algo a la chica y ella cambia su mirada de feliz a algo molesta, petter habla por un momento pero mi mamá lo calla, le dice algo más a la chica y ella se trae a petter de el brazo, choco mi mano con mi frente.

Ella aún sigue parada allí.

Petter se sienta a mi lado, no quiero ni mirarlo, nos disponemos a comer, todo estaba en un silencio incomodo.

—Quien era eda chica petter?—pregunta mi padre.

—Una amiga de la infancia.—dice petter.

Mi padre asiente, siento que el me mira y toma mi mano por encima de la mesa, yo la aparto y me dispongo a comer, el me toma de el brazo.

—Con permiso.—dice petter y me jala hacia afuera.

Santa mierda.

—Que es lo que te sucede?—pregunta serio, como va a preguntarme eso?

—Quien era ella?—preguto— y a mi... me dices la verdad—dije seria, me carcomian los celos.

El mira hacia otros lados, está nervioso y se nota, cruzó mis brazos en mi pecho.

—Ella era...era... la mujer con la que iba a casarme años atrás—dijo el.

Mi mundo de callo al rededor de mi, no puede ser.... mis ojos comienzan a picar y mi corazón a latir fuerte, el lo nota y me toma fe los brazos.

—Astrid eso ya pasó ok? Ahora mi mujer eres tú.—dice, me suelto de su agarre.

—Me ignoraste frente a ella por Dios! eso significa que...—me corta.

—No significa nada, yo solo no la veía desde aquel entonces.—dijo como si fuese muy obvio y necesitase afirmar lo que me dijo.

—La amabas?—pregunte.

—Astrid...—

—Respondeme—dije seca

—Si...—dice mi corazón dio un vuelco.

—Petter aquí esta nuestro álbum de fotos...—ella para en seco cuando me mira, es la tal emily con un libro en sus manos. Mierda.

Me doy la vuelta y camino muy rápido en dirección a la mansión, escucho a petter llamarme pero no le prestó ni la mínima atención, mi padre me llama y comienzo a correr, mis ojos se humedecen, pasa ahora cuando estoy más feliz con petter, ella... el su mirada se notaba que la quiere mucho.. se iba a casar con ella.

La quiso a tal punto de consumar su relación y pasarla a otro nivel... por que sera que no lo hicieron, maldicion esto me pasa solo a mi, creo que jamás en mi vida pense que a mi me pasara algo semejante a esto.

Siento que alguien corre detrás de mí, miro y es petter demonios, yo lo hago igual, me adentro en una especie de selva llena de árboles, corro y corro y siento los pasos de petter acercarse, corro un poco más pero tropiezo y doy la vuelta para caer de espaldas, a petter no le da tiempo de detenerse y cae en cima de mi pero todo su peso esta en sus brazos, se deja caer a mi y me aplasta.

—Quitate!—grito.

—No hasta que me escuches.—dice y se mete entre mis piernas.

—NO!—me zarandeo debajo de él pero nada, es demasíado fuerte.

—astrid por favor...—dejo de luchar—yo te amo es a ti... ella es pasado preciosa y que me parta un rayo si te dejo ir... yo la quise mucho si, pero mi amor por ti va a otro nivel astrid... perdoname por haberte ignorado estaba muy anonadado y confundido... te amo astrid simonettid—ice.

Tomo su nuca y pego sus labios a los mios, son deliciosos y calientes, este es el único lugar donde quiero estar, sus labios de mueven delicados sobre los mios, adentro mi lengua en su boca y este la acepta, el de Levanta conmigo en brazos y camina un poco, me separo de el.

—Eres el hombre más manipulador en el mundo—le digo y el sonríe.

—Solo dije la ver...—escuchamos un ruido.

—Hasta que por fin los encontramos—dice mamá, me bajo de petter y acomodo un poco mi camisa.

—Las chicas se quedaron en el pueblo, vamos tenemos que empacar y ya casi es de noche...—dice papa.

—Mas tarde ire por ellas.—dice petter.

*****

La ducha esta caliente y deliciosa, me relajo un poco, siento a alguen posarse a mi lado, petter pasa sus manos por mi vientre y me pága a el.

Oh Dios.

Besa mi cuello y muerde el lóbulo de mi oreja, me doy la vuelta y besó sus labios, este pasea sus manos desde mi espalda hasta mi tercero, mi corazón palpita a mil por hora, pasa sus manos por mis caderas y encaja mis pechos en sus manos y los masajea, mi cuerpo reacciona y de mi boca salen miles de gemidos.

Pasó mi mano por su pecho y espalda, el me besa, pasa sus manos por mis muslos y me levanta, enrrollo mis piernas al rededor de el y entra en mi sin piedad.

Trato de no gritar, mis padres pueden escuchar, demonios esto es increíble.

—Te amo pequeña..—dice en un gemido.

—Y yo a ti...—dije.

Besa mis labios mientras sus movimientos so certeros y calmados, mi cabeza piensa mil cosas sobre las que podemos hacer ahora, me baja me da la vuelta y me hace pegarme a la pared para entrar en mi una vez más.

—Mmm—abro mi boca en una perfecta O.

El es perfecto, y me trata como si fuera una obra de arte.

Lo Amo.

Así es señores, estoy perdidamente enamorada de este hombre.

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