-DEMONIOS!-grito frustrada, el dolor en mi cabeza es muy notable al igual que en mis pies.
Bien, hoy es mi boda con petter y nada de lo que yo quiero sale bien.. eh cambiado demasiado, mis hijos no paran de llorar y por poco no se cae mi cabello por echar un tratamiento que según connie es muy efectivo.
En este momento quisiera matarla, aunque ni podria así que tendría que alejar todo pensamiento impuro mientras ella mi madre y yo intentamos peinar mi cabello.
-Pense que funcionaria... tal vez se me pasó la mano-dice ella y yo la miro asesina.
-Tal vez? Mi cabello es una mierda-digo y vuelvo a lo mio a lo que ellas ríen, no le veo la estúpida risa.. no eh visto a petter en todo el día y ya me está comenzando a hacer mucha falta.
Pero se que también está estresado por la llamada que me hizo esta mañana, y si... mi madre me obligo a venirme un dia anterior a su casa para que petter no me viera hasta que nos miráramos en el altar. Quería tener mi última noche de soltera y devorar a petter.
Pero como siempre, mi madre se mete en todo.
-Toma un poco de Martini... te calmara-dice connie y eso hago, tengo demasiada presión. En mi cuerpo.
Sólo faltan dos horas para que comience la ceremonia y aun no estoy maquillada ni peinada ni vestida... todo es un desastre, cuando ellas logran desenredar mi cabello llega la estilista y yo puedo respirar en paz.
Mientras ella me peina otra viene y maquilla mi rostro, miro a la esquina donde está mi vestido en un maniquí, es estilo princesa y se adhiere a mis curvas perfectamente lo que hace resaltar mis pechos, la parte de arriba es de piedreria completamente y abajo es tan blanco y esponjado como las alas de un Ángel. Es simplemente perfecto.
Jamas pensé que mi vida cambiaría tanto, de ser común y corriente a ser la esposa de el inglés Petter marconi... creanme mi cara esta en todas las revistas de Estados Unidos, y yo simplemente me mantengo cerena... cerenamente alarmada.
Digo no se como le hacen pero en todas la fotos salgo perfecta, que no captaron cuando indiscretamente acomode mi sujetador? Agradeceria que no la verdad.
Simple, no Podía creer la suerte que tenia al tener a tres hombres importantes en mi vida.
Divagando mucho e mis pensamientos me di cuenta ya habían terminado con mi cabello y casi con mi maquillaje, connie colocaba mis tacones y mi madre arreglaba mi velo... juro que trataré de no llorar... lo que sera imposible.
Bien recalculemos, hoy me casarte con el hombre de mi vida... Unire mi corazón a el de el para siempre, creo que eso no suena mal.. para nada mal ya que yo le pertenezco de todas las maneras posibles y al no poder tenerlo cerca ahora para decirle lo mucho que lo amo... Creo que necesito eso mucho, las lágrimas salen un poco.
-Por dios Astrid, arruinaras mi obra maestra-dice Connie y se pone a mi lado y limpia rápido mis lágrimas.
-Que no vez que me estoy muriendo mujer, estoy muy asustada y nerviosa-dije reprendiendola.
-No puedes estar así después?-dice ella y yo la miro mal.
-Hija solo cálmate un poco, además ya vas a tener a Petrer a tu lado solo espera un poco- dijo mi mama algo más compresiva ya que mi amiga es una descorazonada.
Yo respire en paz y cuando mi madre termino con el velo, me levanté y Connie con la estilista trajeron mi vestido... Oh dios.
Verlo así me hace querer gritar de la emoción, ella me ayuda a ponerlo y yo lo subo... Me miró en el espejo y aunque no está acomodado de el todo pero sé que me queda precioso.
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DOMINANTE
RomanceLo mire a los ojos y supe en ese mismo instante.... que ya nada seria igual. Me tenía en sus manos sin yo saberlo y a su vez todo el paraíso se encontraba en sus brazos.