DOMINANTE

capítulo 30

Bueno en estos dos días no ha pasado nada raro, mi familia acepto mi condición de no decirle nada a petter, creo que es lo mejor y todos sabemos que así es, no quisiera que nada malo le pasara al pequeño petter y mucho menos a su padre o mi familia.

Me levanto y me aseo para después bajar a el salon antes de llagar diviso una espalda ancha y un hermoso pelo casi rubio, ross.

El se gira y me mira, se acerca y me abraza, yo igual, estaba hablando con mis hermanas seguro para saber de mi ya que ... tengo tanto tiempo de no hablar con el.

—Te extrañe.—dice el, sus brazos me encierran un poco más fuerte y por alguna razón siento algo de alivio.

—Igual yo ross.—dije y no mentía, si lo extrañaba y muchísimo.

—Lo se todo.—dijo y se separó un poco de mi y me miró a los ojos, en ellos había tristeza.

—Todo?—yo miro a mis hermanas y ellas asienten, les sonrió un poco para que se tranquilicen.

—Si... yo estaré contigo.—me sonríe, el es un buen amigo.. y creo que ya entendío que no puede estar conmigo.

Que sólo lo quiero como un amigo y las cosas tienen que fluir así.

No me percaté de otra presencia en la sala, miro detrás de ross y allí está una chica, es bajita, su cabello es negro y su piel blanca en su rostro se notaba lo dulce que era.

—Te presento a Elisabeht, mi novia—dice ross y me sorprendo un poco , la miro y le sonrió cariñosa, camino hasta ella.

—Mucho gusto, astrid.—tome su mano la cual es muy suave, ella gira un poco su cara.

—Astrid? Me han hablado mucho de ti.—dice y mira a ross, el sonríe un poco.

—A ver que le dijiste?—pregunto chistosa a ross—No le creas nada.—le dije a ella y se hecho a reír un poco, si que pueden llegar a ser el tal para cual.

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La tarde con ross fue increíble y no incomoda como la mayoría de las veces, se convirtió en un buen amigo y lo agradezco un montón, no cualquiera esta despues de todo lo que pasamos, el se merece un premio, veo mi libro.

Tengo que estudiar.

Siento que alguien entra a el salon, es emily.... y a ella le sigue mi mamá.

La miro estática, que hace ella aqui.

—Ella vino por que quiere hablar contigo ash—dijo mi mamá y yo la miro con los ojos muy abiertos.

Recuerdo perfectamente a esta mujer Métida entre petter y yo.

—Las dejo solas.—dice mi mama y se va, puedo sentir la rabia crecer dentro de mi pero la controlo al igusl que mis expresiones.

Ella se acomoda encuno de los muebles y me mira, en ella no hay reproche o ganas de pelear... hay algo más.

—Astrid se que no somos amigas, pero vengo aquí por el bien de petter, el esta muy mal.—dice ella y mi corazón se detiene.

—Que ... le pasó...—no puedo respirar bien.

Mis alarmas se encienden y mi pecho duele, sólo la posibilidad de que a petter pueda pasarle algo me pone muy mal.

—Nada malo aún, por favor haz algo.. -dijo ella preocupada—esta ahogandose en alcohol...—dice pero hay algo en ella que no termina de convencerme y no se si es en la manera en la que habla.

Pero algo dentro de mi se rompe, esta mal... esta así por mi culpa... Dios no.

—Hablame por dios... el te necesita, astrid... no seas egoísta podría morir.—dijo ella.