capítulo 28

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En la vida hay muchas personas malas, a mi me rodean... tratando de hacer mi vida imposible, arrebatándome lo que más quería... ser feliz.

Ya ha pasado un mes desde aquel día en que decidí dejarlo, treinta y un días que no estoy cerca de él, que no lo escucho respirar cuando duerme, que no me hace sentir la mujer más afortunada de el mundo... que no lo acarició y le digo lo mucho que lo amo y necesito.

Yo algunas veces lo seguí, esta... feliz con su hijo, como debe estarlo gracias a mi decisión, si no lo hubiera dejado ese pequeño tal vez no estaría disfrutando de el amor de su padre, también se la pasa mucho con miley... y eso me parte en mil pedazos, mi corazón cada vez que los miro se parte más y más.

Soy una persona vacia... sin nada por dentro, pase los primeros días sin comer, sin hablar con nadie siquiera dormir, eso puso en estado crítico mi salud, mi hermano... el esta feliz con connie y ha mejorado bastante, van a casarse el mes que viene, ya connie supero muy rápido su anterior compromiso y me sorprende mucho la rapidez de esa mujer.

Y yo aquí... sentada frente a la ventana, debatiéndome en que debería hacer con mi vida, sin petter no tiene sentido y el parece ya haberme olvidado, ya falta poco para volverme loca encerrada aquí.

En cambio elena, no me ha fastidiado más, seguro ideando el plan para alejar a miley de petter, aún tengo todo en carne viva dentro de mi, recordarlo es lo unico que tengo ahora.... nadie sabe por qué razón mi relación con el término, y así es mejor.

El disfruta a su hijo y yo a mi familia, aún lo Amo tanto....

—Hija, he traído tu desayuno.—entra mi padre a mi alcoba, el me ha ayudado mucho en este proceso.

Se acerca a mi y la deposita en mis piernas, se sienta al frente de mi.

—Como estas princesa...—toma un mechón de mi cabello y lo posa detrás de mí oreja, mi padre es el mejor.

—Yo... creo que bien.—mi voz es ronca y demacrada.

—Se que no quieres decirle a nadie lo que pasó... pero soy tu padre, habla conmigo.—dice el, ha sido de mucho apoyo.

Tomo el emparedado y lo muerdo, unas intensas ganas de vomitar me invaden.

—Marmo estas...—

Sali corriendo al baño, demonios, me arrodillo frente al inodoro y saco lo poco que he comido de mi sistema, las arcadas son fuertes, y cada vez saco mas y mas.

El dolor se hace presente en mi cabeza, mi padre toma mi cabello, dios esto es horrible.

Cuando terminó me arrodillo en el suelo, mi respiración es dificultuosa, mi padre me pasa un pañito y me limpio.

Abro como plato mis ojos.... a mi me encanta el emparedado de queso, por que demonios lo repudia mi sistema ahora.

Registro las fechas en mi cabeza, la menstruación....mierda.

MIERDA, MIERDA, MIERDA.

Me levanto lentamente y voy a los calendarios, exactamente tres semanas, tres putas semanas que no me baja.

Miro a mi padre... esta pálido, no.....

—Papa yo...—me corta.

—Ire a la farmacia ya vuelvo.—dijo y salió.

Tengo que llamar a connie.

—Estas segura?—pregunta ella.

Esta muy alarmada, dios ni yo lo estoy, pensar la pequeña posibilidad de que este... no lo quiero ni decir, ni pensar, ni mencionar.

DOMINANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora