#001: "Agarra todo lo que puedas"

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-¿Cuál es la próxima clase que tienes? –me preguntaba la chica de ojos claros, más conocida como mi mejor amiga, Stacey.

-Francés. –saqué los libros de la taquilla y guardé los que no necesitaba.

-Esa asignatura no sirve para nada. –dijo apoyándose en las taquillas, estaba comiendo un chicle y como la mala costumbre que tiene ella, y muchas personas más, lo estaba haciendo con la boca abierta, haciendo ruido y poniéndome nerviosa

-Bueno, me ayudara en un futuro. –dije mientras cerraba la taquilla.

-¿Y para qué te –la chica se quedó en silencio, escupió el chicle a la basura más cercana y ¡canasta!. Si yo lo intentaba hacer eso no me salía, pero bueno vi que no estaba viendo su magnífica canasta, sino que estaba contemplando el pasillo, me di la vuelta para ver que era, Stacey no se callaba ni debajo del agua.

Y ya sabía cuál era el motivo de su silencio, estaba pasando Derek. Derek Dickens, y detrás de él sus amigos, o como me gusta llamarles: sus perritos. Es el típico guapete de los institutos, que todo le sale bien, o lo poco que le sale bien es por ser quien es, pero en el fondo solo piensa en el mismo, es narcisista y egocéntrico, piensa que el universo gira en torno a él, y todas las chicas van detrás de él, incluso los chicos; los que son gays. No podríamos negar que el chico es guapo, es moreno de ojos azules, capitán del equipo de futbol, creo que será de las pocas cosas que no se les da mal.

Casi todas las chicas de este instituto van detrás de él, y así es porque se lo tiene creído, y yo... bueno.... Yo no me incluyo, yo seré del diez por ciento que no lo soporta, yo no estoy interesada en él, no me gusta su carácter ni la forma en la que va por el mundo, creyendo un triunfador, algún día se caerá de aquel pedestal al que el solo se ha subido.

-Stacey, vuelve a la tierra –le decía a mi amiga chasqueando los dedos delante de su cara.

-Hola Derek. –me ignoró Stacey.

Aunque fuera mi amiga debía admitir que parecía tonta, estaba agitando la mano y con la boca medio abierta, tendría suerte de que no se le caería la baba.

Viendo como estaba, me quede detrás de ella hasta que reaccionara, hasta que terminara su fantasía y ya poder irnos a la próxima clase. Y aunque pasaba pocas veces, Derek se dio cuenta de que Stacey le estaba llamando, este se giró a su dirección. Y noté que su mirada no estaba en Stacey, sino en mí.

El chico guiñó un ojo y siguió su camino.

Cuando ya había desaparecido del pasillo Stacey empezó a saltar, movía los brazos como si estuviera loca, y como la conocía bastante sabía que ahora mismo quería gritar.

-¿Lo has visto? –Dijo un poco más relajada- me ha guiñado un ojo.

No quería romperle su momento, por lo que me ahorre que ese guiño no era para mí. Yo no sabía si ella se había dado cuenta de que era el objetivo de Derek. Él quería que yo fuera detrás de él, igual que todas las chicas, y yo fuera otra de sus lunáticas: como Stacey, como las que morían por una mirada suya.

-Sí, eso es que le gustas, venga vamos a clase –le pasé el brazo por los hombros y empuje de ella, sino no andaría y el profesor de francés no tenía un buen carácter, y parecía que no le caía muy bien, bueno, creo que ningún alumno le agradaba- que llegaremos tarde.

-¿Tú crees?

-Claro, si ha tocado el timbre hace un buen rato.

-No, me refería a Derek.

Me quede callada, no iba a ser tan mala amiga de darle ilusiones, cuando sabía que no las había, él solo quería que todo el mundo fuera detrás de él. Incluso pienso, o me atrevo a decir que sabía que solo me quería para eso. Y no le quiero dar el gusto.

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