Ya estaba todo lo necesario dentro del coche.
-¡Entrad en el coche! –nos ordenaba mi hermano a mí y a mi madre, mientras él volvía a la casa.
El lugar donde me había criado había quedado destrozado, todo los pequeños recuerdos se quedarían ahí y no habría marcha atrás, se borraría el lugar donde aprendí a andar, donde mi abuelo me enseñó a leer y me contaba sus historias, las peleas junto a Mark, que finalmente yo siempre salía ganado porque era la pequeña. Todo estaba destrozado, mi hermano se había encargado de aquello, había utilizado bates para romper los cristales, martillos para destrozar las paredes e iba tirando por el suelo todo aquello que pudiera romperse.
Mi madre no había dicho muchas cosas desde que había llegado del instituto hace aproximadamente dos horas. Solo repetía «rápido», «llegará pronto», «como nos vea estamos acabados», en parte le entendía y sentía lástima, pero yo sufría el mismo maltrato.
Desde hace unos años hemos sido maltratados por mi padre; y su marido, siempre me daba miedo volver a casa y que estuviera, que volviera a agarrarme del pelo y tirara de él hasta que su mano acabara en mi cara, otro día les daba por darme con el puño cosa que hacía mayor daño y dejaba más marca, como el que llevaba en el estómago.
Se puede decir que los tres teníamos el mismo miedo y los tres deseábamos con todas nuestras ganas alejarnos de él.
Todavía recuerdo cuando lo mando al hospital. Ver todos aquellos moratones en el cuerpo de mi hermano, todos aquellos cortes que le hizo tirándole vasos y platos, todos aquellos golpes que le dio, y no se los merecía solo me estaba defendiendo. Cuando acabó con él y luego siguió conmigo.
Agarré el móvil y le conecté los auriculares, lo único que no quería ahora era recordar algo sobre él, el causante de mis pesadillas. Puse la música a todo volumen y solo esperé a que Mark regresara e irnos lo antes posible.
No quería irme, ahora iba a perder todo lo que tenía, todos mis amigos, no sabría lo que haría sin Stacey, era la única que conocía todo sobre mí, la única persona con la que confiaba y ahora la perdería. Yo no era una persona que exactamente supiera hacer amigos, y ahora me tocaría ser la nueva, no sabía a donde iría ahora, ni la escuela ni la zona e ir sola por los pasillos hasta que una chica se acerqué a mí y me dijera un simple: hola, me llamo..., y así comenzar una relación, quedar todas las tardes, ayudarnos con los deberes e ir por las tiendas probándonos trapitos. Eso yo no lo quería, no era la vida que llevaba, yo era una simple chica y Stacey era exactamente igual que yo.
También perdería una cosa importante para mí: el reloj de mi abuelo. Se lo quedó Derek, y ahora maldigo el momento en el que no me lancé encima de él y se las arranqué de sus manos. Me estaba dando rabia, porque ahora sabía que no lo volvería a ver, yo lo quería, el reloj.
"Necesito que me des el reloj ahora mismo" le fui a enviar un mensaje al chico.
"No preciosa, hemos quedado que te lo daba en la cita" me respondió al momento.
"No tengo tiempo..."
No me gustaba que me quitaran los auriculares mientras escuchaba música, era el momento en el que entraba en mi mundo, no me daba cuenta lo que ocurría en el exterior mientras que estaba concentrada en la canciones (que posiblemente me rompiera los tímpanos ya que la música la llevaba a un volumen muy excesivo), había estado tan concentrada en el reloj y todo lo demás que no me había dado cuenta que mi hermano había abierto la puerta y estaba esperando a que le dijera algo con mis auriculares en sus manos.
-¿Qué haces Crystal? -dijo al fin.
-Nada -mentí- nada importante.
No obtuve respuesta de él, solo me arrancó el móvil de las manos y lo estampó contra el suelo y empezó a romperlo... ¿PERO QUÉ? ¿Qué estaba haciendo?
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Secrets
Manusia SerigalaCrystal Jones lucha día a día por seguir adelante. Tiene que vivir la vida bajo un padre el cual la maltrata, al igual que al resto de su familia. Un día todo aquello cambia y sin que nadie le pregunte, tiene que comenzar de cero, olvidar todo aquel...