🐺Pet me🐺 🌜JinHongseok🌛

❀04❀

   
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      ✿Ya había transcurrido un mes de convivencia para Hongseok y Jinho. Por el momento todo marchaba de maravilla; los reyes no volverían todavía, Hyunggu había hecho más migas con el omega y Hongseok y Jinho ya se conocían mínimamente. El periodo de convertirse en lobo por la noches había pasado ya y ahora eran completamente humanos, al menos hasta dentro de unos días.

   También hacía unos cuatro días desde que Jinho había accedido a dormir acompañado de Hongseok, y pasaban la mayoría del tiempo juntos.  Hongseok tenía una sorpresa preparada para Jinho aquella noche, por ello había dejado a Hyunggu a cargo de Jinho mientras él terminaba de arreglar todo lo de esa noche.

   Jinho estaba en esos momentos en la cocina con unos cuantos sirvientes más, a los cuales había conocido anteriormente; Hwitaek —o Hui— y Hyojong. Era lo más parecido a amigos que había tenido nunca, contando a Hyunggu.

   —Jinho —llamó Hwitaek—, ¿quiere algo de comer ahora?

   —No, gracias, pero me gustaría hablarles sobre algo.

   Hyunggu, quien ya estaba sentado a su lado le dirigió la mirada curioso, con una amplia sonrisa. Hyojong tomó asiento en una silla a su lado, y Hui simplemente los escuchaba desde un par de metros.

   —¿Ustedes saben lo que Hongseok tiene preparado para esta noche? —cuestionó emocionado, con sus dos ojos brillando como estrellas.

   Hyunggu se tensó enseguida, mordiendo su labio con cierta incomodidad. Los otros dos siervos simplemente negaron sonrientes, pues nunca habían oído hablar del lado romántico del príncipe.

   —A nosotros nos ha dicho que no molestásemos —comentó Hwitaek divertido.

   —¿Y usted, Hyunggu? —lo llamó dulcemente, girándose para mirarlo de frente.

   —No, yo tampoco sé nada. M-Me ha dicho lo mismo —dijo rápidamente.

   Jinho jugaba con sus dedos nervioso, estaba ansioso porque llegara ya la noche para ver de nuevo a Yang. Definitivamente tenía una ligera obsesión por él, deseaba estar en todo momento a su lado y su felicidad aumentaba cada vez que Hongseok estaba cerca.
   Estaba enamorándose del príncipe, y al parecer no era el único enamorado.

   —Jinho, no debería pensar mucho en ello. Olvídelo hasta esta noche —aconsejó Hyunggu apenado, suspirando para ocultar lo mal que se sentía.

   —Pero es tan complicado —susurró—, quiero ver ya la sorpresa...

   Hyunggu tan solo pudo sonreír tristemente.

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   Mientras Hyunggu, la pareja de sirvientes y Jinho conversaban, Ilhoon irrumpió en la habitación. Jinho se levantó emocionado y se acercó hacia este.

   —¿Es por el príncipe? —preguntó ilusionado.

   —Sí, sígame hasta la habitación, señorito Jinho —respondió neutral.

   El omega pudo escuchar un pequeño suspiro por parte de Hyunggu, pero simplemente decidió ignorarlo.

   Jinho pasó al interior de la habitación de Hongseok, quien estaba sonriendo desde la cama. En la mesita había dos cálices con lo que supuso que era algo de vino. Era la primera vez que bebería una bebida alcohólica.
   Ilhoon se había retirado ya y había cerrado las puertas, dejando a los dos completamente solos en el dormitorio.