🐺Pet me🐺 🌜JinHongseok🌛

❀10❀

     
      ✿Una mañana nueva había comenzado, desde anoche Jinho no le había dirigido la palabra a Hongseok, haciendo que este se preocupara. Se había despertado antes que el omega, así que se quedó unos segundos observándolo bajo el tenue furor de la luz solar mañanera.
   Parecía un ángel.

   Su rostro brillaba con ligereza y su cuerpo se mecía al compás de su calmada respiración. Tan solo mirarlo causaba que Hongseok quisiera protegerlo de absolutamente todo. Haciendo el mínimo ruido posible, el príncipe posó su mano sobre la cara del dormido, rozando con sus dígitos si nívea piel.
   A pesar de haber sido sigiloso, Jinho se removió en su posición, abriendo sus párpados unas cuantas veces. Hongseok le sonrió.

   —Buenos días —saludó melosamente el mayor.

   —Buenas...

   Hongseok borró la sonrisa de sus facciones. La voz de Jinho sonaba apagada, y no se atrevía a mirarle a los ojos. El omega se incorporó en la cama y suspiró, abrazando sus rodillas.

   —Hongseok, lo he estado pensando y... Quizás lo mejor sea que me vaya de aquí.

   La sangre dejó de recorrer las venas y arterias del aludido. Negó automáticamente, incrédulo. ¿Acaso había hecho algo mal? Con cierta brusquedad giró a Jinho hacia su dirección a través de agarrar sus muñecas, exigía una razón.

   —¿Por qué? —preguntó, tratando de sonar lo más frío posible.

   —Va a dejar ganar a Wooseok —escupió dolido—. No le importo realmente, ¿verdad? Habría sido menos humillante s-...

   —¿Qué? Jinho, lo estáis malinterpretando. Claro que le he dicho que le dejaría ganar a Wooseok, para que de esa manera se confiase y la pelea fuera más fácil y segura.

   —Miente.

   Los dos compartían miradas, una de ellas seria y oscura, y la otra cristalina y quebrada. El príncipe se acercó a Jinho para darle un suave beso sobre los labios, para acto seguido soltar sus muñecas.

   —Podéis marchar con él, Jinho —dijo Hongseok afligido—, no os obligaré a que me creáis y os quedéis. Es vuestra decisión. Si salís ahora, no os preocupéis, que ya no volveréis a saber nada de mí. Si confiáis en mí, entonces quedaos hasta el momento en el que los resultados de la justa sean visibles en tres días.

   Jinho se quedó inmóvil, únicamente limpió algunas de sus lágrimas.

   —Hongseok, yo le quiero a usted pero... pero ¿y si se diera el caso de que el ganador fuera Wooseok? No quiero, tengo miedo otra vez, no puedo dejar de pensar en ello —susurró.

   —Hey, ya os dije que no debíais preocuparos, confiad en mí, por favor. No os vais a alejar de aquí, os lo prometí.

   El omega asintio, si todavía estar totalmente seguro si debía depositar toda su confianza en Hongseok. Durante la charla que mantuvo con el príncipe Jung, este pareció bastante convencido.

   Estaba hecho un completo lío.

   —Jinho —interrumpió el silencio con ternura, apoyando su frente contra la del menor—, esta noche comenzamos de nuevo a convertirnos en lobos, ¿os gustaría pasear por el bosque en plena madrugada?